¡SOY UN EXALTADO!
Alberto Olmedo: El Capitán Piluso.
Ya lleva 15 años ante las cámaras, y sigue comportándose como un chiquilín. Sólo que además muestra un talento enorme y un calor humano que serviría para impregnar a toda la TV argentina de la sensibilidad que le falta. Ahora copa cada resquicio de Operación Ja Ja y Domingos 68 con su desborde humorístico. Aquí se encuentra con un interrogatorio a fondo.
Alberto Olmedo

-¿No le da vergüenza ser tan poco serio?
—¿Por qué?
—Usted se rie en cámara, bromea con sus compañeros, olvida la letra.
—Ah si. Es mi forma de ser. Siempre han dicho que me falta profesionalismo por eso. Pero yo saco el balance. ¿La gente se ríe? Si. ¿Gusto? Si. Entonces... cómo lo haga es cosa mía
—Pero. .. ¿Qué es lo que le causa tanta risa?
—No sé. No me rio de la letra, ni de los otros. Simplemente me tiento. Como los chicos: me tiento.
Realmente no sabe nunca los libretos?
—No, me es imposible. Yo recuerdo situaciones. Primero abro la puerta, hablamos de la abuelita, del café con leche, después hago este chiste y el otro. Así voy improvisando sobre una línea argumental.
—Usted siempre fue así. Pero ahora, en Operación Ja Ja, lo hacen todos. ¿Realmente no ensayan?
-Sí, ensayamos. No es para tanto. Practicamos. Lo que pasa es que a todos nos gusta improvisar sobre un personaje. Es la forma en que sale mejor.
—¿Con quién se lleva mejor? ¿Con Jorge Luz?
—Jorge Luz es muy bueno. Es un gran actor, el prototipo del hombre que trabaja, que elabora su personaje. Se disfraza bien, cuida cada detalle. Yo no me sé disfrazar. Trabajo a cara limpia. Cuando me tengo que disfrazar. ¿Sabe qué hago?
—No.
—Me pongo un sombrero y chau.
—Hábleme de sus compañeros.
—La base del éxito está en que nos divertimos nosotros. ¿Sabe que panzadas nos hacemos? Con Javier Portales trabajamos muy bien en dupla. ¿Vio el gaucho piolón? El es el actor bueno, eficiente, sabe ser segunda figura
—¡Qué presuntuoso!
—Al contrario, es lo más difícil. La segunda es el mejor actor, siempre. Hay que saber llevar el argumento, la situación, dar el clima dramático, para que la primera haga payasadas... ¿Entiende?
—Entiendo. Y de los cómicos argentinos... ¿Quién lo hace reír?
—Don Pelele.
—¡No me diga!¿Y Barbieri?
—No tanto. Con Pelele me he reído mucho. Lo mismo con una pareja de antaño: el Dringue y Castrito.
Revista Extra
05/1968

 

Ir Arriba