Fenómenos
Contra viento y marea
Durante estos 8 años hubo argentinos que a pesar de todo, trocando la adversidad en proyectos y la pálida en empeño, triunfaron. Estos fueron revelaciones. Otros encontraron la recompensa a muchos años de trabajo. Necesariamente, consignamos unos pocos. Pero no olvidamos lo esencial: ellos, como los que faltan, estimularon nuestras ganas de vivir; de crecer, de salir del pozo. Son el símbolo viviente de la anti-mufa, de lo posible, de la voluntad de vencer aun cuando todo parece oponerse. E incluso no se duermen en los laureles.
Personajes

JUAN CARLOS MARECO. Empeñoso, dicharachero, Pinocho aceptó el no va más de la radio y la tevé en 1974. No cedió al rencor. Vendió seguros. Recomenzó en una radio de Rosario. Después entró en Mitre y de ahí, con Cordialmente, saltó a ATC. Hoy conduce Estudio Philips. Es un triunfador.

ADOLFO ARISTARA1N. No se escudó en la censura. Con Tiempo de revancha, el cine nacional dio un paso al frente. En La parte del león mostró a un Julio De Grazia inédito como actor cinematográfico. Fiel al thriller clásico hasta Últimos días de la víctima, ganó premios y representó al país.

LAURA YUSSEM. Con su puesta de Boda blanca, de Tadeusz Rozewicz, ganó el Premio Moliere 1980. Aplaudida en Uruguay, Argentina y México, continuó dirigiendo éxitos teatrales: Camaralenta, Vecindades, La casa. El casamiento, La malasangre. Gran revelación para el público y para la taquilla.

MARIO SAPAG. Ejemplo de sencillez y perseverancia. El éxito tardó años en llegar, pero llegó. Durante todo el año, Las mil y una de Sapag copó el primerísimo puesto del rating. Las imitaciones de Mario (Alfonsín, Menem, Menotti, Galán, Borges y otros) hablan de un humor generoso y eficaz.

JORGE ASIS. Con Flores robadas en los jardines de Quilmes vendió lo que quiso y reabrió una buena instancia editorial para otros narradores. Y relanzó Los reventados, las aguafuertes de Oberdán Rocamora, etcétera. Más tarde, prolífico, confirmó su estilo con Carne picada y otras novelas.

JORGE LUIS BORGES. Recibió todos los premios y distinciones del ancho mundo. Menos el Nobel. Rompió su silencio político y condenó el totalitarismo militar. Rey de la palabra escrita y oral, su mordacidad siempre buscó la sonrisa inteligente. Complació a todos los periodistas. Viajó.

LA ATLANTIS. Nueve troncos, un mástil, una vela de algodón, cinco argentinos audaces y la proeza: 51 días de navegación desde las Canarias a Tenerife, Venezuela. Jorge Iriberri, Daniel Sánchez Magariños, Horacio Giaccaglia, Félix Arrieta y el capitán Alfredo Barragán a bordo de una balsa.

JORGE DONN. Para el público argentino fue la revelación del film Los unos v los otros, de Claude Lelouch, donde era estrella del Bolero de Ravel. Reconocimiento justo, porque hacía años que Donn bailaba en Europa. Más precisamente, en el Ballet del Siglo XX de Maurice Bejart.

MARIA ELENA WALSH. Luchadora, gentil, apasionada y terca, no flaqueó ni ante una enfermedad diagnosticada como incurable. Como La cigarra de su canción. volvió cantando. Desde el programa homónimo de tevé fue la única que transmitió calidez. Sus victorias, todas, son un ejemplo de vida.

DANIEL CASTELLANI. Capitán del Seleccionado Nacional de Vóleibol que resultó tercero en el Mundial '82, filmó comerciales y ganó plata y fama. Con más de 170 partidos oficiales jugados, ostenta el record de asistencia en selecciones nacionales de vóleibol, deporte al que puso de moda.

CESAR MILSTEIN. Abandonó el Instituto Malbrán en 1963 por presiones del entonces ministro de Salud Pública Tiburcio Padilla. Estudió y vivió en Cambridge, Inglaterra, durante 23 años.
Hoy es Premio Nobel de Medicina y uno de los cerebros más valiosos del mundo. Como Leloir y Houssay.

CHARLY GARCIA. Tras la separación de Sui Generis y La máquina de hacer pájaros, inició su carrera como solista: No bombardeen Buenos Aires, Peluca telefónica o Los dinosaurios han sido parte de su pasado reciente. El hombre del bigote bicolor sigue siendo, entre el escándalo y el rock, un gran éxito.

MARIO GRASSO. Cuando decir documental en la tevé local era casi mala palabra, Grasso inició una aventura: la del hombre. Estupendos documentales extranjeros y dignas realizaciones nacionales jalonaron una propuesta con buen rating. Abrió el camino a muchos colegas.

ADRIANA CORAJORIA. Nos hizo consumir desde yogures y tisanas reductoras hasta cigarrillos típicamente neoyorquinos. Todo, sin lograr que pusiéramos los ojos en esos productos. Un fenómeno visual sólo comparable al de los ovni. Es que ella fue, en estos años, la modelo por excelencia.

MORIA CASAN. Rutilante y sin vedetismos presuntuosamente refinados, a fuerza de saber reírse de sí misma, del oficio y de medio mundo, Moría se ganó al público argentino. Siempre monumental, la televisión le quedó chica y hasta un grupo menor como Medici ganó su pan junto a la diva.

LES LUTHIERS. Mastropiero que nunca, Luthierías, Muchas gracias de nada. Por humor al arte, giras internacionales, temporadas marplatenses y ese inclaudicable talento satírico-musical hacen de Les Luthiers un sinónimo de alegría con inteligencia: fórmula con la que ayudaron a millones.

VICTOR HUGO MORALES. A mediados del '82 una nueva voz apareció tímidamente en el dial. Tiempo después, Morales concitaba, por Radio Mitre, gran parte de la otrora audiencia del gordo Muñoz. Los aficionados ya habían consagrado al ta-ta-ta. . . La siguiente etapa, clara y espejada, vino por tevé y marcó otro gol.

GINO BOGANI. Vistió Amalia Fortabat. Mirtha Legrand, Graciela Borges, Susana Giménez a razón 20, 30. 40 y hasta 50.000 dólares per cápita. Desde los meses de la plata dulce no le fue peor. Como Elsa Serrano, que viste mujer de Alfonsín, es un genio del boceto y la tijera.

JOSE MARIA PAOLANTONIO. Dirigiendo a su actor favorito, Osvaldo Terranova, en los especiales de ATC (Jettatore, He visto a Dios. El viejo Hucha, Gente de Barracas, El atajo), demostró que era posible la calidad. Ahora con Doña Flor en teatro y El juguete rabioso en cine, insiste.

MARIA LUISA BEMBERG. Sinónimo de tesón y decisión. Momentos, Señora de Nadie y Camila la catapultaron al gran público. Con un claro toque feminista logró llenar cines, obteniendo a menudo el aplauso de la crítica internacional. Soportó el mal tiempo de críticas adversas y triunfó.

DANIEL HUGO CAMPORA. Excepcional jugador de ajedrez, ha obtenido importantes posiciones en torneos internacionales. Agilidad mental, razonamiento veloz y preciso: elementos que este maestro de lujo maneja con singular destreza. Comenzó a los ocho años y admira a Bobby Fischer.

HUGO GUERRERO MARTHINEITZ. Su risa estereofónica resonó por muchos años en las emisoras capitalinas. Un día decidió quedarse A solas por tevé y, pese título del programa, millones de noctámbulos hicieron compañía. Incorporó un nuevo estilo: el talk-show, y pocos quisieron dormir.

Revista Somos
26.10.1984

 

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