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En nuestros días, la censura actúa
como el mecanismo más importante de la sociedad, en el resguardo de sus costumbres e
instituciones. Es la última instancia de los valores tradicionales en la lucha por su
preservación y, por ende, un gran escudo protector contra el nacimiento de nuevas
concepciones ideológicas.
Con todo esto, cualquier análisis que se haga del fenómeno, debe ser hecho
partiendo del supuesto de estar frente a una estructura sumamente compleja y de enormes
dimensiones.
Sin embargo, comúnmente se suele caer en el error de minimizar el problema,
atribuyéndolo a situaciones momentáneas de probable solución en un futuro cercano. Por
ejemplo, en los últimos tiempos hemos podido observar en la mayor parte del periodismo
progresista argentino, una tenaz crítica contra la censura cinematográfica. Crítica
que, pese a sus buenas intenciones, aísla al tema del contexto socio-político en el cual
se desarrolla.
Por ello, no se debe limitar la cuestión a la abolición de una ley (18.019), ya
que es bien sabido que la censura tampoco se limita al cine, sino que por el contrario,
abarca todo tipo de represión de ideas.
Se introduce en la política (quizás su mayor enemiga) debiendo recurrir a la
sanción de decretos, funcionando en ese caso bajo el nombre de "veda".
Cabe recordar que la política es el medio usualmente utilizado por la sociedad
para el logro de objetivos determinados y que, en algunos casos, esos objetivos tienden a
buscar cambios sociales de importancia. Es entonces cuando esa "veda" adquiere
formas .más precisas y sus métodos resultan concienzudamente drásticos.
En estos momentos, existe un movimiento político denominado Multipartidaria, que,
aparte de las diferencias que se le puedan oponer, resulta concretamente un hecho de
utilidad para el periodismo independiente. A partir del documento dado a conocer en
diciembre pasado, los limites de la censura se han ensanchado considerablemente. En ese
documento se hablaba del levantamiento del Estado de Sitio, de los desaparecidos y de
otros temas hasta ahora intocables para la opinión pública en general y por la prensa en
particular.
Además la censura se encuentra presente en todos los medios de comunicación,
regulando su presión de acuerdo al mayor o menor alcance que posea cada uno. De este
modo, la televisión es el medio al que más cuidado se le brinda. Su enorme difusión
implica un deslizamiento inmediato de los mensajes a un número indeterminado de
receptores, por eso, toda la información que en él se transmite debe ser especialmente
controlada.
En este sentido, es digno de destacar el celo con que desempeña sus tareas la
Secretaria de Información Pública. No se limita solamente al control previo del material
a emitir, sino que realiza una continua y permanente observación de la programación
televisada. Así encontramos personal especializado que se dedica al contralor específico
de cada área, existiendo aquellos que observan las propagandas, los que analizan los
noticieros, etc. Finalmente, cada individuo debe elevar a sus superiores un memorándum
con las novedades que se presentaron en el transcurso de su jornada de trabajo.
Esta ferviente dedicación llevó, por ejemplo, a que la miniserie Holocausto
pudiera ser vista en el país, sólo después de varios meses de estudios y
conversaciones.
En el campo de la publicidad, hace poco tiempo se prohibió la propaganda de un
jean, en la cual un joven colocaba su mano en el bolsillo trasero del pantalón de su
compañera.
También los dibujos animados son examinados con gran esmero por parte de las
autoridades. Al respecto la serie "Los Picapiedras" es la que registra el mayor
número de cortes, y las restricciones recaen casi siempre, contra los desmedidos gritos
de la esposa de Pedro.
En el aspecto musical, la censura se presenta a través de una conocida lista de
242 temas cuestionados por los sistemas de calificación. Para adentrarse en el
razonamiento oficial, se pueden observar los siguientes ejemplos:
-AYER NOMAS (Moris): Es la
primera canción que aparece en la lista. La prohibición de este tema recae en el
cuestionamiento irónico que realiza el autor, de ciertos valores normalmente aceptados:
"Ayer nomás, en el colegio me enseñaron, que este país es grande y tiene
libertad", dice Moris en uno de los párrafos más sobresalientes del tema.
-LA HISTORIA ESTA (L. Gieco):
"Déjate atravesar por la realidad, y que ella grite en tu cabeza...", señala
el cantante con insistencia. La difusión de este tema se encuentra limitada, debido a que
en él se remarca la necesidad de no "dejar pasar por un costado a la historia
ésta".
-MARCHA DE LA BRONCA (Pedro y
Pablo): Esta composición mereció en su momento, el 1° Premio del "Festival Buenos
Aires de la Canción", pero en la actualidad, su temática es considerada netamente
derrotista y desconectada de la realidad nacional.
En la cinematografía, el
accionar de los funcionarios responsables se ve notoriamente aliviado al ejercer la
censura con un basamento legal propio.
En nuestro país, esta actitud presenta características especiales, ya que antes
de llegar a la prohibición total de los films, se suelen realizar negociados ante las
distribuidoras con el fin de cercenar, con su autorización, los pasajes cuestionados.
Aparecen aquí, las famosas "tijeras" con las que se realizan dichos cortes,
aunque en los últimos tiempos se han insertado algunos adelantos tecnológicos -tal es el
caso de las "nubes"- con los que se trata de brindar un nuevo impulso a esta
tradicional industria.
De todos modos no siempre se logran concretar acuerdos, en especial debido a la
oposición de los directores de las películas. Y así, sin otra alternativa, los censores
tienen que impedir que las cintas sean vistas por el común de la gente. Dentro de este
rubro se encuentran, entre otras:
-QUEBRACHO (R. Wulicher): Un film
que a principios de la década del 70 fue estrenada en las salas nacionales sin mayor
respuesta del público. Su argumento se basa en la explotación de un pueblo que tiene
como fuente de trabajo a la industria del quebracho. En la actualidad rige sobre esta
película la prohibición de reestreno, así como su presencia en los ciclos de revisión.
-LA INTRUSA (M. Christensen):
Esta realización fue rodada en Brasil, donde se estrenó con gran éxito. El guión
cinematográfico es una adaptación del famoso cuento de Jorge Luis Borges y la música le
pertenece a Astor Piazzola. En nuestro país, el Ente de Calificación la consideró
"muy osada".
LA MUERTE DE SEBASTIAN ARACHE Y
SU POBRE ENTIERRO (N. Sarquis): Realizada entre los años 72/77. Fue exhibida en el
exterior, donde recibió importantes premios. La película -de carácter documental-
muestra las vivencias y la extrema pobreza de un indio (S. Arache) que muere, en realidad,
al promediar el rodaje del film.
La censura abarca, a su vez,
otros aspectos de la cultura, como son la literatura y el teatro, pero en ellos su aporte
es considerablemente menor y está en relación al alcance que estos medios poseen.
Individualmente, también se suelen seguir procedimientos similares a los que se
toman con el conjunto. Es así que se interceptan no sólo personalidades políticas, sino
además todo tipo de profesionales artísticos. En la actualidad, nombres como los de Hugo
del Carril, Cipe Lincovsky, Norma Aleandro, Marilina Ross, Luis Brandoni, Jorge Rivera
López, Bárbara Mujica, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Horacio Guaraní, Leonardo
Favio, entre otros, son desterrados obstinadamente de los medios de comunicación masivos.
AUTOCONTRACENSURA
Pese a este amplio campo de
acción, la censura no se detiene, sino que por el contrario continúa desarrollándose
constantemente. Se adecua a las circunstancias y a las necesidades de nuestro tiempo. En
este sentido cabe señalar el nacimiento de nuevos métodos de trabajo, entre los cuales
sobresale, sin duda, la AUTOCENSURA.
La autocensura es el mayor logro de la censura, su arma más perfecta. El
instrumento del que se valen ciertos funcionarios públicos para proclamar -con razón-
que en este país no hay censura previa y agregar -con ironía- que es tan sólo
invención de las personas.
Este mecanismo trae aparejado un sin número de beneficios, entre los que se pueden
destacar:
1) No deja rastros, ya que no se
requiere formalidad legal para sustentarlo. Ningún gobernante tendrá la necesidad de
empañar su figura histórica mediante la sanción de normas represivas.
2) Abarata gastos de
mantenimiento, al verse reducida considerablemente la cantidad de profesionales
capacitados para ejercer esas funciones, debido a que las tareas principales recaen en los
mismos individuos productores de ideas.
3) Provoca en los protagonistas
un profundo desgaste mental. Por un lado, producto de un íntimo deseo de preservación,
propio de la especie animal, y por el otro, el recargo de trabajo, al reunir en una
persona la función de pensador y censor a la vez. |
tapa de la revista Retruco
Pero además de todas las
utilidades mencionadas aún se siguen perfeccionando distintos aspectos del tema, hasta
ahora ignorados.
Por ejemplo, en la actualidad -aprovechando esta socarrona apertura- se comenzó a
divulgar una lista de canciones prohibidas a las que ya nos referimos. Pero la novedad en
este caso reside en el hecho de limitar la censura a un número determinado de temas, e
incluso de intercalar a intérpretes tan elementales como Cacho Castaña, Camilo Sesto y
Palito Ortega, tratante con esto de mostrar una afable naturalidad.
Sin embargo, lo pecaminoso del asunto no hay que buscarlo en estas ingenuas
trapisondadas, sino en el artículo 212 del Código Penal: "El que por cualquier
medio difundiere, divulgare o propalare comunicaciones o imágenes provenientes o
atribuidas a asociaciones ilícitas o a personas o grupos notoriamente dedicados a
actividades subversivas o de terrorismo, será reprimido con prisión de 2 a 6
años".
Aquí si encontramos el quid de la cuestión, ya que en aquella pequeña
enumeración de temas "inconvenientes" resulta obvio que no están todos los que
son ni son todos los que están. Entra a jugar entonces la imaginación y la buena
voluntad de los medios, que tendrán presente en todo momento el Capítulo III del
Código, referido a la Intimidación Pública. De este modo, cada uno realizará -de
acuerdo a sus deseos de seguir "vigente" su propia lista de prohibidos, que
será, por supuesto, notoriamente mayor que la original.
De este modo, la censura cumple nuevamente con su cometido: "coartar y dejar
coartar, esa es la cuestión".
CONTRAGOLPE
George Bernard Shaw decía:
'"Todas las censuras existen para impedir que se desafíe las concepciones actuales y
las instituciones existentes. Todo progreso, sin embargo, se inicia al desafiar las
concepciones actuales y es ejecutado al cambiar las instituciones existentes. Por lo
tanto, la primera condición para el progreso es la supresión de la censura". En
efecto, la censura es la gran traba que impide el progreso, pero como sabemos, no es la
única, ni su funcionamiento es autárquico, o sea que su accionar está íntimamente
ligado a una situación general de decadencia.
Pero, entonces, ¿cómo enfrentar a la censura siendo conscientes de que ella es
sólo una parte de algo mucho mayor, casi indestructible?.
Sin duda, la única forma de hacerlo eficientemente es encarando una estrategia
común para ambas, algo que ataque a la censura, pero que también lastime su órgano
vital. Este algo fue dado en llamar
CONTRACENSURA
La estrategia es simple: censurar
a la censura y por ende a todos los personajes que le dan vida y que son los que se
encargan de manejar otros tipos de mecanismos tan importantes como éste.
Por eso debimos analizar y conocer con certeza al enemigo, y descubrir finalmente
que sus métodos de coerción de ideas resultan sumamente coherentes. Sólo así es
posible desarrollar un accionar en conjunto, que logre asestarle profundos golpes.
En este ambiente, en el que todo se censura, en el que sólo las ideas
"aptas" pueden ver la luz, en donde debemos hablar bajo y decir lo
"decible". En medio de esta situación se impone responder con algo novedoso,
casi cruel. Es necesario, entonces, luchar con sus mismas armas y, aunque mucho nos duela,
jugar su juego: censuremos.
Ya no basta criticar a la censura en sus formas más visibles -cinematográfica,
musical, literaria- sino que se debe profundizar el problema, llegando a todos los que se
escudan tras esa máscara.
Contracensuramos, pues, a aquellos que nos censuran.
- A Bernardo Neustadt, Rolando
Hanglin, Gómez Fuentes, Llamas de Madariaga. La contracensura en estos casos recae sobre
su "objetivo-subjetivismo". Por brindar información parcializada a través de
latiguillos tales como "la hora de la verdad". Por el uso de un lenguaje
falsamente teñido de veraz, que encierra, en realidad, posiciones claramente definidas y
de sospechosísima procedencia.
- A Siete Días, Gente, La
Semana, T.V. Semanal, Flash, T.V. Todo. Por mostrarnos la problemática de un país
imaginario. Por ser los muñecos perfectos de los grandes titiriteros que manejan a su
antojo los piolines de un falso periodismo.
- A Mutantia, Pan Caliente y
demás revistas subterráneas. Prensa escrita que se caracteriza por brindar a los
jóvenes opciones tan oscuras como los anteriores medios. La contracensura se hace
presente aquí contra el escapismo y sus distintas formas de expresión. Por alejar a la
juventud de la realidad, por inducirlos a soluciones naturistas, espiritualistas,
individuales y estúpidas, que están muy lejos de los verdaderos problemas sociales.
- A la prensa política oficial.
Por su oportunismo para buscar razón de la sinrazón; coartando todas sus expresiones,
que no son más que las de un pequeño grupo de personas cuyos intereses se oponen
diametralmente a los del resto de la Nación.
- A Piero, Moris, Cantilo,
Narvaja. Uno de los pocos casos en que la contracensura se solidariza con la censura y en
el que se hace eco de sus deseos de prohibición. Claro que los motivos varían, quizás
tanto como lo hicieron en su momento todos esos cantantes.
- A los actores, actrices y
libretistas que se suman con sus actuaciones y declaraciones al movimiento político de
turno.
En esta Lista Negra se mencionan
sólo algunos ejemplos dentro de cada especialidad, que sirven como modelos para el
estudio. Somos conscientes de que aquí no aparecen todos aquellos que realmente son y que
más de un lector reaccionará airadamente al no ver reflejados sus propios deseos de
contracensura. Pero, justamente, esa es nuestra intención, tratando de lograr de este
modo la "autocontra-censura" de todos aquellos que de una u otra forma se ven
afectados por la censura oficial.
CONTRASENTIDO
Por último, es necesario
precisar claramente el real sentido de estas palabras. Nuestra propuesta de Contracensura
va más allá de coartar la expresión de nuestros censores y de todos aquellos que
reprimen nuestras ideas. Queremos sí, demostrar que, utilizando lógicamente sus propios
mecanismos, se pueden llegar a conclusiones paradójicamente opuestas, y a las que los
censores considerarán seguramente estúpidas. Y esto es correcto, ya que todo intento de
restringir ideas es estúpido, pues el propio desarrollo de este principio lleva
implícito su invalidez.
La explicación es sencilla. Las personas o grupos de poder que practican la
censura "idean" métodos con el fin de coartar las ideas de los demás. Los
demás, a su vez, reaccionan inconscientemente, de la misma forma en que nosotros lo
hicimos aquí, o sea realizando una contracensura tendiente a neutralizar las
prohibiciones de las que son objeto.
Tenemos entonces una situación que en física se denomina de Acción y Reacción,
y donde encontramos que a una Causa (representada objetivamente por unos pocos individuos)
le sigue un Efecto (cuantitativamente superior).
Por otra parte, una simple revisión histórica bastaría para demostrar la
equivocación de estas teorías y los resultados contraproducentes que ella misma provoca.
Gustavo González |