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Toda la provincia está inundada de
carteles con su nombre. Algunas calles de Buenos Aires también. Su trabajo es conocido
desde hace más de ocho años, y las escuelas inspiradas por él han llegado a provocar
serias crisis universitarias. Dice pertenecer a una escuela del conocimiento sin
nombre especifico que imparte una enseñanza desde que el hombre es hombre, y a la
cual pertenecieron casi todos los genios de la historia, incluidos Cristo y Moisés. Vive
en un punto muy especial de la cordillera: justo donde confluyen los cordones del
Aconcagua, del Plata y de Chorrillos. Es uno de los siete puntos del mundo que su escuela
denomina Chakras. No es fácil llegar hasta allí; dos hombres de SIETE DÍAS se
trasladaron hasta Punta de Vacas (a 200 kilómetros de Mendoza), caminaron luego 10
kilómetros (cruzando dos ríos, uno de ellos mediante la utilización de un primitivo
alambre carril) hasta llegar a la morada de Silo, una construcción de 4 metros por 4, con
paredes y techo de piedra. No le cuesta hablar de su vida, su creencia, sus principios de
acción.
"Yo no sé por qué la Gendarmería me persigue. No hace mucho me demolieron
una casa prefabricada. Esta no creo que puedan. Me llamo Mario Rodríguez Cobos, tengo 31
años y mi familia es de buena posición económica. A los 12 años me interesé por esta
escuela y a los 24, luego de agotar mis estudios en Argentina, viajé a Nápoles, Italia,
donde tiene su sede la escuela Tahagata, una de las más antiguas. A ellos les pareció
que yo podía cumplir una misión especial en América: la de un nuevo mesías. Yo no soy
enviado de Dios, pero América está pasando por un momento psicológico muy especial:
hace falta un líder, un mesías. Al mismo tiempo está tomando conciencia de que es un
continente. Eso se denomina momento mesiánico y el que encarne ese liderazgo es, de
hecho, un mesías, sea o no enviado por Dios. Yo trataré de serlo."
La escuela Tahagata le dio por nombre Silo, que significa granero y además tiene
un significado bíblico (Génesis, capítulo 49). "América continúa
Silo después de la conquista española perdió la noción de sí misma y siempre ha
luchado infructuosamente por su recuperación. A mi regreso de Europa me decidí a
organizar el trabajo de escuela y el 5 de mayo de 1967, cuando comprobé que las cosas
marchaban por sí solas existen seminarios de formación en Jujuy y Córdoba,
me retiré a este punto, que equivale al Ararat en el chakra de Medio Oriente, o al
Everest sobre el chakra del Himalaya, y que está ubicado a 33 grados de latitud sur, así
come Belén está a 33 grados de latitud norte."
Los nuevos propósitos de Silo son encarar ahora el trabajo para creyentes de todos
los niveles. Lograr que la gente piense, quiera y actúe en la misma dirección. Según
él, es muy común querer una cosa, pensar otra y hacer lo contrario de ambas. Por eso es
importante lograr una igualdad de dirección entre sentimiento, pensamiento y acción.
"El trabajo está muy adelantado en todos los países latinoamericanos
prosigue, y en la Argentina no me importa el fracaso. Históricamente se
demuestra que ningún profeta prendió en su tierra." Ríe cuando recuerda los
nombres elegidos por algunos grupos de trabajo argentinos, que revelan un afilado sentido
del humor: Kronos, Cristecat, Los Caballeros Temporarios, Movimiento Pacifista, Los
Caballeros Americanos de la Orden del Fuego, y otros. El Movimiento Pacifista Mundial
está conectado con estas escuelas.
Se hace de noche y Silo prende fuego. Le gusta hablar de historia, ciencias en
general (conoce mucho de anatomía y sabe el nombre de mil estrellas y constelaciones), la
vida y el mensaje de Cristo. Tiene un cuerpo atlético (que domina a conciencia, como los
yogas), viste una camisa clara, pantalón del mismo color sujeto con un cinturón ancho, y
botas. De pronto trepa unos cuantos metros y contento como un chico, grita: "¡Esto
es una maravilla! El único lugar desde donde se pueden ver el Tupungato, el Aconcagua y
el Cordón de Plata. De noche me gusta quedarme mirando las constelaciones, escuchando el
ruido del agua que brota de la vertiente y mirar cómo caen cientos de meteoritos. Por
cierto que es un lugar muy especial. Hasta el aire es distinto..." El también. |
Otelo Borroni con Silo
cristo ha retornado como lo prometió y de las naciones del
mundo ha elegido a nuestra patria... ¿lo crucificaremos nuevamente?
Silo
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