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Delia Degliuomini de Parodi
El 17 de octubre es algo más que el día de la lealtad, fecha gloriosa para la vida de nuestro país, que la historia y el futuro de una Nación que no tiene límite de tiempo, recogía como el primer grito de conquista de un pueblo laborioso, que desposeído y descreído, agonizaba por la inhumanidad del sistema opresor.
Fue también el día en que la clase trabajadora y el pueblo en general marcó con su presencia y fervor su adhesión al hombre que reconoció como su conductor y líder, que cumpliendo con las premisas de su doctrina de reivindicación y dignificación, conquistó para los hombres de trabajo, un lugar de privilegio, al convertirlos en factor importante del quehacer nacional. Fue también por primera vez que realmente el pueblo no preguntó qué "quería saber", sino que sabía, tenía conciencia, que contraía el gran compromiso de levantar tres fundamentales banderas de independencia, soberanía y justicia, que aún son pedestales inamovibles, para lograr la patria deseada.
El 17 de octubre de 1945 significa también: intuición de un pueblo y el nacimiento de un líder, entre los gritos de rebelión contenidos por los años, el clamor de los corazones y el cansancio de un pueblo que como huestes revolucionarias cubrieron los caminos hasta llegar a la histórica Plaza de Mayo, donde se vislumbró nítidamente la presencia de una mujer, que fue pasión, nervio, acción y que nació ese 17 de octubre para morir por la causa de los desposeídos: Eva Perón.
La voz del socialismo
"En los bajíos y entresijos de la sociedad hay acumulada miseria, dolor, ignorancia, indigencia más mental que física, infelicidad y resentimiento ... En todas las sociedades quedan precipitados de miserias que se ramifican como pólipos en las partes más recónditas ...
"Cuando un cataclismo social o un estímulo de la policía movilizan las fuerzas latentes del resentimiento, cortan todas las contenciones morales, dan libertad a las potencias incontroladas, la parte del pueblo que vive su resentimiento, y acaso para su resentimiento se desborda en las calles, amenaza, vocifera, atropella, asalta a diarios, persigue en su furia demoníaca a los propios adalides permanentes y responsables de su elevación y dignificación ... Pero los culpables son los caudillos de la guerra civil que para lograr el triunfo de sus apetitos y ambiciones no tienen escrúpulos en azuzar los resentimientos y las fuerzas primitivas de la miseria."
(La Vanguardia, 23 de octubre de 1945.)
Julio Oyhanarte
El 17 de octubre de 1945 es trascendente por diversas razones. Entre ellas hay una que quiero destacar especialmente. Por aquel entonces, Perón había vivido ya cincuenta años. Cincuenta años comunes, burocráticos y supongo que bastante aburridos, Y de pronto sucedió en la Argentina un conjunto de hechos; y esos hechos fueron ordenándose hasta constituir un proceso dinámico y profundo que culminó el 17 de octubre; y, en consecuencia, se vio proyectada hacia afuera la inmanente capacidad de liderazgo que Perón tenía y que acaso ni él había notado.
La conclusión podría ser ésta: sin hechos desencadenantes de un proceso exteriorizador no hay surgimiento de liderazgo.
Agrego, mientras no ocurra un proceso de equivalente fuerza reveladora —reveladora de liderazgo nacional siguiente— los argentinos de esta hora seguiremos viviendo una vida política regida por los signos de la hipocresía y la frustración. Descuento que ese proceso va a ocurrir. Ojalá sea tan incruento como el 17 de octubre.
La interpretación del comunismo
"El malón peronista con protección oficial y asesoramiento policial que azotó al país, ha provocado rápidamente por su gravedad, la exteriorización del repudio popular de todos los sectores de la República y millones de protestas. Hoy la Nación en su conjunto, tiene clara conciencia del peligro que entraña el peronismo y de la urgencia de ponerle fin. En el primer orden, nuestros camaradas deben organizar y organizarse para la lucha contra el peronismo hasta su aniquilamiento. Perón es el enemigo número uno del pueblo argentino."
(Manifiesto del Partido Comunista titulado Higienización democrática y clarificación política, 21 de octubre de 1945.)
"Pero también se ha visto otro espectáculo, el de las hordas de desclasados haciendo de vanguardia del presunto orden peronista. Los pequeños clanes con aspecto de murga que recorrieron la ciudad, no representan ninguna clase de la sociedad argentina. Era el malevaje reclutado por la policía y los funcionarios de la Secretaría de Trabajo y Previsión para amedrentar a la población."
(Orientación, órgano oficial del Partido Comunista, 24 de octubre de 1945.)
Horacio J. Sueldo
Durante la semana del 9 al 17 de octubre de 1945, recibí en Córdoba las Informaciones de radio y prensa, sin entender bien qué estaba ocurriendo. Después —hace ya 20 años— he llegado a pensar lo siguiente: el significado profundo de aquella "pueblada" es la presencia de las masas, para consolidar y legitimar una instancia histórica.
Cierto e importante es que ese día Perón optó por el pueblo, pero fue porque previamente el pueblo optó por él, obligándolo a aceptar el reto. Son las masas, pues, los titulares de la función promotora de la historia. Querer reproducir el hecho por mero voluntarismo de "élites" políticas, prescindiendo de los factores y coyunturas indispensables, es una de las tantas idealizaciones que oscurecen las cosas en vez de aclararlas. sigue |
