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crónicas del siglo pasado

REVISTERO
DE ACÁ

CULTURA
Baldomero Sánchez
Borges o "El malevo Georgie"


"Se puede ser, en cierto modo, un gran escritor y ser sonso; Platón lo enseñó, en el Ión, cinco siglos antes de Cristo" (L. Castellani, El crítico impune)

Revista Línea
agosto 1980

un aporte de
Carlos Enrique Podestá

 

 

 

Algún día quizás yo les cuente de Waldemar Menda.
Hoy creo preferible que Waldemar Menda nos cuente de Jorge Luis Borges. Alias "El Malevo Georgie", como suele aludirlo malignamente.
Verán cómo fue la cosa: la semana pasada le alcancé a W.M. un número de cierta revista donde alguna vez publico cosas, y que él siempre lee de ojito.
Es una vieja costumbre ésta que tenemos de intercambiarnos papeles.
Dicho sea en más de un sentido.
W.M. estuvo hojeando un rato la publicación, entre gruñidos aprobatorios, hasta que dio, de manos a boca como quien dice, con el comentario de un colega, Iñigo Madrigal, sobre "Borges político".
Bué, se quedó un rato abstraído, chupeteando el mate hasta que le rezongó la bombilla.
Y ahí fue cuando. . .
—¿Borges?. . . Ah, sí, Borges. Un caso (Dijo en tono oblicuamente belicoso.)
La cosa venía linda, así que:
—¿Pero vos no crees que sea un gran escritor?, aventuré. (Y hasta creo que se me notaron las mayúsculas.)
—Poco a poco —dijo mientras echaba más agua al mate—. Positivamente Borges no es un GRAN escritor. Es un escritor "grande", si lo querés así. Pero en cualquier caso, un hombre pequeño.
Me hice el que no entendía, para darle cuerda.
—Además no veo la diferencia entre gran escritor y escritor grande —lo chumbé—. Desde el punto de vista de la Gramática.
— ¡El punto de vista de la Gramática un corno! —estalló. Luego, más calmado, condescendió a las explicaciones—: Mira, gallego, el escritor grande se define por el lenguaje que emplea, por los recursos técnicos que usa y por todos esos piripipís que hacen el oficio. A un escritor lo declaran "grande" los otros escritores, los críticos, los eruditos, el público "culto" y demás deudos. Pero el escritor grande sólo es un gran escritor cuando lo asume como tal su pueblo.
—Pero che, ¿no sos algo injusto con Borges?
—Al contrario. Créeme que lo aprecio en su justo valor. Lo que pasa es que a la gilada se le dio ahora por ponerlo en las nubes. Ellos son los injustos. ¿Captas? Y después de todo, cosas peores del Malevo Georgie, y a lo mejor más exactas, han dicho —anota— los argentinos, desde Carlos Disandro a Abelardo Ramos, pasando por Arturo Jauretche y Hernández Arregui; el ruso Vladimir Nabokov (3); el gallego Camilo José Cela (6), el chileno Pablo Neruda (7); el mexicano Carlos Pellicer (1) y qué sé yo. Mira hasta su gran amigo Ernesto Sábato tiene por ahí algún juicio reticente sobre sus valores literarios.
—¿Cómo, cómo? —quise saber—. ¿Dónde dice Sábato tal cosa?
—En su novela Sobre héroes y tumbas, en boca de Bruno Bassán, uno de sus personajes. Casualmente el que expresa con más frecuencia el punto de vista del autor. Búscalo. Ha de estar por la segunda parte de la obra.
—Hombre, claro. Pero no me negarás que también Borges. . .
—Borges sólo nos representa en el incurable rastacuerismo intelectual de nuestras clases oligárquicas —concluyó.
Vació el mate en una maceta del patio. (Allí estábamos hablando, en el patio interminable de un caserón de Flores. En la calle Artigas, por si la conocen.) Luego encendió un cigarrillo apestoso y empezó a fumar en silencio.
—En esa novela que decís, aparece también, con nombre ficticio —Rinaldini o algo así— el padre Castellani. Sábato le hace decir algunas cosas muy duras sobre Borges.
—Cierto. Pero no se las hace decir. Castellani las dijo. No sé si sabes que el "speech" de Rinaldini (sí, así se llama el personaje), es copia textual de un ensayo, mucho más largo, publicado por el cura en "Dinámica Social", allá por el 55 o el 56. Tendría que mirar la fecha.
— ¡No me digas que lo tenés! —me alboroté.
—Lo tengo —dijo modestamente.
Lo tenía nomás. Dentro de una caja de zapatos que rebosaba recortes y notas. Lo leí. Tal cual. Pero, además, en la tapa de cartón, con su letra del demonio, W.M. había escrito algo que laboriosamente descifré como "Bolazos y macanas del Malevo Georgie". Quise saber qué era eso. Me lo explicó. Menda prepara un ordenamiento alfabético de cuanta pavada ha dicho nuestro candidato perenne al Nobel. Le pedí el artículo de Castellani. Le pedí las notas y los recortes. Armé este pequeño "diccionario". Cubre hasta comienzos del 76. Después, Borges siguió acumulando macanas y bolazos. Pero maldita la gracia que tienen. Ni Georgie, ni Menda, ni yo, ni —sospecho— ustedes, estamos para chistes. Otra vez será.



APUNTES PARA UN POSIBLE DICCIONARIO DE MACANAS DE JORGE LUIS BORGES
Académicos de la Real: "Grupo de desacreditados", al decir de B. en declaraciones a la televisión mexicana el 19/1/74. (1).
América Latina: "Yo no creo que América Latina exista: pienso que es una especie de haraganería, de comodidad." (Ver: Indios, Inglés antiguo) (7).
Cultura: ¿Entonces, usted plantea el problema (del exterminio del indio) en términos de cultura e incultura?, pregunta el periodista. "Sí, creo que sí, como dijo Sarmiento: civilización y barbarie. Salvo que Sarmiento se equivocaba en suponer que la barbarie la asumieran los gauchos. Porque no creo que los gauchos tuviesen ninguna idea. Les daba lo mismo un bando que otro" (7) (Ver: Masas, ideas políticas de las).
Cultura argentina: A la pregunta de si considera que la Argentina es un país culturalmente atrasado (sic) contesta B.: "Sí, creo que sí. Estamos padeciendo todavía (en 1967) en lo intelectual y en lo moral las consecuencias de la época de la Dictadura (peronista)" (9).
Democracia: "Aunque sea una palabra anticuada y rococó todavía creo en la Democracia (. . .) Me siento muy democrático" (4) (Ver: Estadísticas, Masas, Ley de Sáenz Peña, Elecciones).
Elecciones: "¿Cómo se puede ignorar el álgebra y saber al mismo tiempo por qué persona se debe votar en las elecciones? No me parece razonable en absoluto" (4).
Esclavos: Los conflictos entre blancos y negros, en EE.UU., se deben, según B., al error de haberlos educado, de recordarles que en épocas anteriores han sido esclavos. "Yo recuerdo que siendo niño —dice B.—, mi abuelo me contaba que los esclavos que vendía la familia Lavallol en la Plaza de Retiro no tenían la menor idea de que sus padres los habían traído de África. No sabían nada, eran como chicos (. . .) era preferible eso al estado calamitoso en que se encuentran ahora" (7).
España, motivos para no visitarla: "Por ese tiempo (1920) España estaba siendo lentamente descubierta por los argentinos. Hasta entonces, escritores eminentes, como Leopoldo Lugones y Ricardo Güiraldes, deliberadamente dejaban a España fuera de sus itinerarios europeos. Esto no era un mero capricho: en Buenos Aires los españoles desempeñaban oficios menores (sirvientes, camareros, braceros) o eran comerciantes al por menor" (8).
Estadística (y ética): "Veo el actual momento de mi patria (enero 1974) con mucha melancolía: hoy para mucha gente la elección es la que manda por su arrolladora fuerza numérica. A mí me interesa la Ética y no la Estadística" (10).
Estadística (y opinión): "¿Qué importan las opiniones y las estadísticas, si en la Argentina el 60 por ciento de la población ha elegido a Perón como presidente?" (1).
Estados Unidos: "En realidad, Estados Unidos había alcanzado tales proporciones en mi imaginación que me sorprendí sinceramente de encontrar allí cosas tan vulgares como maleza, barro, charcos, moscas y perros vagabundos" (8).
Gaucho: En ocasión de su viaje a San Pablo (Brasil), para recibir el premio otorgado por el Primer Seminario de Literatura de las Américas, declara a la prensa local que "el gaucho argentino es una ficción literaria" (sic). La "boutade" coincide con un delirante telegrama del general Levingston, a la sazón detentador del poder militar en la Argentina, cuyo texto dice, sin rubor alguno: "Es mi ferviente deseo que su magnífica obra continúe iluminando la cultura mundial" (sic) (2).
Georgie, Georgie: Nombre familiar de B. Al igual que "Adalbert" Krieger Vasena, ex ministro de Economía de la Revolución llamada Argentina, B. ha elegido la forma inglesa de su nombre. Jauretche decía que en ninguno de los dos casos era casual.
Indios: "Pero, me pregunto ¿por qué insisten tanto en un tema tan exótico como el de los indios? ¡Ustedes parecen bolivianos! (sic) (7).
Inglés (antiguo): Igualmente, se rehusó a opinar sobre la situación de América latina: "Yo no sé nada de eso, incluso me atrevo a confesar: yo no he leído un diario en toda mi vida. Lo que me gusta —añadió— es el inglés antiguo, el sánscrito y todas esas cosas" (1).
Inglés (idioma): "Aquel mismo año (1961) fui llamado como profesor invitado a la Universidad de Texas. Era mi primer contacto físico con los Estados Unidos. En un sentido, a través de mis lecturas siempre había estado allí. Y sin embargo, qué extraña sensación tuve cuando en Austin encontré a dos zapadores hablando en inglés, una lengua que hasta entonces yo había considerado negada a esa clase de gente (sic)"(8)
Ley Sáenz Peña: "Yo pienso que este país (la Argentina) está en decadencia desde la Ley Sáenz Peña (promulgada a principios de siglo, se la conoce también como ley del voto obligatorio). "Claro, es absurdo que todo el mundo pueda votar e intervenir en el gobierno" (7).
Martín Fierro (personaje): "El personaje me parece horrible. Es un criminal sentimental y yo no creo que los gauchos hayan sido sentimentales" (7).
Martín Fierro (poema): "Mi madre me prohibió la lectura de Martín Fierro porque lo consideraba un libro adecuado sólo para rufianes
(...) Los sentimientos de mi madre se originaban en que Hernández había sido partidario de Rosas y, en consecuencia, un enemigo de nuestros antepasados unitarios" (8).
Masas: "Creo que vale más dirigir a las masas que informarlas. Creo que este país (la Argentina) iba mejor cuando estaba gobernado por un pequeño grupo de personas —soy conservador— que quizá engañaban un poco (sic) cuando hacían política, pero que convertían poco a poco al país en un gran país" (4).
Masas, ideas políticas de las: "Yo no sé si las' masas son capaces de tener ideas políticas, ni siquiera idea alguna" (4).
Negros: " ¡Ah, sí, son insoportables esos negros! Fíjese que en Estados Unidos un negro puede recorrer cualquier barrio blanco, y en cambio, un blanco jamás puede entrar en un barrio negro" (7).
Pobreza: "Existe una tendencia generalizada a apoyar la pobreza, la barbarie y la ignorancia. Supongamos, por ejemplo, que hubiera una guerra de Suiza contra los esquimales. ¡Todo el mundo estaría a favor de los esquimales!"
San Martín, José de: "Los aniversarios, las ofrendas florales (sic) y el estilo de los panegiristas me han alejado un poco de este prócer. Sarmiento lo veía como un militar europeo extraviado en las guerras de un continente que indiscutiblemente amó, pero que no acabó de entender" (sic) (5).
Violencia: "Si la violencia se utiliza en nombre de la cultura, la admito. Si no, no" (7) (Ver: Cultura).
REFERENCIAS
(1) "El cronista comercial", 25/1/74. (Según cable de AFP fechado en México.) En este viaje por la tierra de los aztecas recogió Borges la calificación de "miserable" y "traidor a la causa latinoamericana", que le arrojó el poeta Carlos Pellicer.
(2) "Semana Gráfica", 28/8/70.
(3) "'Primera Plana", 3/6/69 (*).
(4) "Periscopio", 2/12/69. Reproduce una entrevista a Borges difundida por la televisión francesa el 10 y 17 de noviembre de ese año.
(5) "Primera Plana", 25/5/69.
(6) "La Opinión", 17/1/76. Recoge una contestación de Cela a declaraciones de Borges en "Ercilla" de Chile. El novelista gallego vapuleó a Borges en el diario madrileño "Informaciones".
(7) "Siete Días", 29/4/73. Entrevista de los periodistas Andrés Oppenheimer y Jorge Lafforge. Fue parcialmente reproducida en el número de mayo de la revista "Extra". Allí se menciona la definición de Neruda: "dinosaurio político".
(8) "La Opinión", 17/9/74. Suplemento especial con las Memorias de Borges.
(9) "La estafeta literaria", Madrid, abril de 1967. Nota de César Tiempo que reproduce parcialmente una entrevista a Borges en el único número de la revista "Chau" de Buenos Aires.
(10) "La Nación", 13/1/74. La señora Mariana Grondona glosa un viaje realizado por Borges a España el año anterior.
(*) Dijo Nabokov (a "Time") acerca de Borges: "En principio, Vera (su mujer) y yo nos deleitábamos leyéndolo. Nos daba la impresión de estar en un pórtico, pero luego advertimos que detrás del pórtico no había casa alguna".

 

 

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