Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


El Caribe
Kennedy conserva su libertad de acción, pero no se propone atacar
Revista Primera Plana
11.12.1962

En su reciente viaje a Washington, el presidente de Honduras, señor Ramón Villeda Morales, dejó la impresión de que criticaba la política de la Casa Blanca, tal como quedó definida —o, más bien, "indefinida"— después de las conversaciones Kennedy-Mikoyan. Para la prensa norteamericana, la actitud de Villeda Morales ilustra la decepción que experimentan los círculos oficiales de algunos países del continente por el hecho de que el presidente Kennedy no haya llevado hasta sus últimas consecuencias su afirmación de la Doctrina Monroe contra la instalación del comunismo en Cuba.
El dirigente hondureño habló con Kennedy por espacio de una hora y luego acordó una conferencia de prensa. Al día siguiente, 1º de diciembre, pronunció un discurso ante el consejo de la OEA, y el 2 habló ante una concentración de emigrados cubanos, en Miami. Su posición es la siguiente:
• Honduras "apoya toda medida colectiva que se pueda proponer como acción final con el propósito de rescatar a Cuba", y está dispuesta a "ofrecer las bases e instalaciones militares necesarias".
• Nada de formar un gobierno cubano en el exilio (propuesta de Guatemala).
"Ya hemos tenido una experiencia romántica de este tipo en el caso de España y no creo que el siglo se preste a este género de solución romántica. Hoy toda solución debe ser radical, objetiva y realista".
• "Es necesario hacer algo más y hacerlo pronto. Con proyectiles nucleares o sin ellos, Cuba comunista es una constante amenaza a la paz y la seguridad de nuestro hemisferio".
• La "batalla Cuba" no debe terminar con la retirada de los proyectiles soviéticos ni con el retiro de las bases soviéticas de proyectiles, sino con el regreso a su patria de millones de cubanos..."
• "Aliento la esperanza de que muy pronto estaremos todos en Cuba liberada".
Sin embargo, no indicó concretamente cuál es el tipo de "acción colectiva" que reclama. Círculos allegados a la delegación hondureña aludieron a un apoyo de los gobiernos americanos a las guerrillas.

Enemigos internos
Aparentemente, ésta no es la posición oficial de USA.
•El presidente Kennedy, al recibir a su colega en los jardines de la Casa Blanca, dijo que los países del hemisferio deben unirse contra sus enemigos externos e internos. Se refirió particularmente a estos últimos, mencionándolos como "la pobreza, el analfabetismo y la enfermedad", y dijo que su gobierno ayudaría a combatirlos.
• Un editorial del "New York Times" (1º de diciembre), afirmaba que las naciones de América Latina "no desean necesariamente que los Estados Unidos encabecen una cruzada contra el comunismo, sino que las ayuden a hacer frente a importantes problemas sociales, económicos y políticos".
"Por el momento —añadía— hemos contenido la agresión militar soviética en el hemisferio occidental. Como es natural, debemos continuar los vuelos de reconocimiento hasta que se logre la inspección sobre el terreno, en el caso de que tal objetivo sea alcanzado. Pero el comunismo en este hemisferio no será erradicado con la invasión ni con los bloqueos navales, sino con una política que convierta nuestro sistema democrático en más eficaz y atrayente para los latinoamericanos."
La última indicación concreta sobre la posición iberoamericana en esta materia se tuvo una semana antes en el consejo de la OEA, cuando se decidió, por 15 votos a favor, tres abstenciones y dos en contra, financiar un estudio sobre "la subversión comunista propagada por Cuba". Las abstenciones fueron las de Bolivia y el Uruguay. En cuanto a Brasil, México y Chile, opinaron que el problema comunista debe ser encarado por cada gobierno a su manera, y que la Comisión Especial de Seguridad Interamericana, cuando fue creada (en Punta del Este), no recibió las facultades que ahora se pretende asignarle.
El embajador argentino Rodolfo Weidmann respondió a su colega brasileño, Ilmar Penna Marinho, que "el espíritu de cooperación hemisférica" autoriza a los países más grandes para ayudar a otros que no puedan afrontar por sí mismos la creciente amenaza comunista.

Por otros medios
Ante la disparidad de juicio entre la mayoría del sistema interamericano y cinco de sus miembros —entre ellos, dos de las tres repúblicas más importantes— el gobierno de Washington prefiere no hacer uso, por ahora, del "visto bueno" que le acordó el consejo de la OEA para alejar del hemisferio, por cualquier medio, la amenaza comunista. Su actitud ha sido explicada a los diplomáticos iberoamericanos en los siguientes términos:
• Kennedy prometió a Kruschev no invadir, si Castro aceptaba la inspección sobre el terreno; Castro no aceptó, de modo que Kennedy está libre de todo compromiso. Y, de hecho, aun habiendo suspendido el bloqueo marítimo, estima necesario continuar los vuelos de reconocimiento.
• Sin embrago, una consideración atenta de la situación internacional global hace aconsejable una política que tienda a favorecer la destrucción del comunismo cubano por medios que excluyen la fuerza: "boycott" económico, presión militar (para elevar los gastos de defensa cubanos), propaganda antifidelista por onda corta.

 

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Kennedy
John F. Kennedy en la base de Homestead: regresan los aviones de combate después de realizar uno de sus vuelos sobre la isla de Cuba

 


 

Villeda Morales
Villeda Morales: "Es necesario hacer algo más, y pronto"

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