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SYNCOM: Ni la lluvia ni la nieve ni la electricidad lo afectarán
El sistema de comunicaciones más reciente que se haya proyectado en el mundo se denomina SYNCOM, y su central debe funcionar en el espacio, a 35.680 kilómetros de distancia de la superficie del planeta. Mediante él se recibirán y transmitirán en forma instantánea mensajes de y para cualquier parte del mundo, incluyendo zonas a las que el cartero no podría llegar nunca. Para utilizar el sistema sirven indistintamente el teléfono, el teletipo o cualquier otro dispositivo electrónico, y ni la lluvia, la nieve o la electricidad estática podrán demorarlo siquiera un instante.
Todo el sistema se basa en dos tipos de elementos fundamentales. Primero: tres satélites de comunicaciones, cada uno de los cuales cubre la tercera parte de la Tierra. La órbita de los satélites está regulada de tal forma que los tres pasan la mayor parte del tiempo sobre el Hemisferio Norte, donde hay más requerimiento de mejores comunicaciones.
Cualquier estación terrestre ubicada en la zona de influencia de uno de los satélites de SYNCOM puede comunicarse con otra estación similar sin interrupción ninguna. Ya se está desarrollando, por otra parte, una versión más perfecta del mismo sistema compuesto por cuatro repetidores.
El segundo elemento fundamental del SYNCOM son las antenas: de gran sensibilidad, siguen a los satélites y los enlazan entre sí. Su reflector, construido con gran precisión, tiene diez metros de diámetro y es regulable con una exactitud de milésimas de milímetro sobre una curva parabólica real.
Las antenas son accionadas por sevo-motores que trabajan en oposición para lograr un rastreo exacto de los satélites a velocidades de barrido bajas. También pueden operar en forma paralela, cuando se desea una velocidad de barrido rápida. El control es tan preciso que virtualmente han quedado eliminados los errores de puntería o las oscilaciones por frenado brusco. El reflector tiene un giro de 360º sobre el horizonte, y de 0 a 180º de elevación.
El sistema de control de la antena ha sido construido, igual que las antenas, por Goodyear, y está montado sobre un acoplado, para disponer de una libertad de movimientos completa. Su pupitre principal puede ser accionado a distancias de hasta 80 metros con respecto del sitio de ubicación de la antena. Los indicadores que posee anuncian si el satélite ha sido localizado, si el sistema de memoria electrónica funciona y si el satélite está siendo rastreado, todo en forma automática.
El sistema de memoria electrónica entra a funcionar en el momento de captarse la señal de radio del satélite; retiene los datos de la posición exacta de la antena en el instante mismo de la localización y se encarga luego de accionar automáticamente el mecanismo de rastreo y enlace constante, todo en el lapso de tres segundos.
El conjunto de la antena es completamente móvil y transportable. El soporte o base del reflector forma una sola pieza con el acoplado de cinco toneladas que lo sostiene. Para trasladarlo de un lugar a otro, el reflector es desmantelado y ubicado en otro acoplado. El sistema de antena puede ser transportado indistintamente por tierra o por aire, y se necesitan 5 hombres para ponerlo en funcionamiento en 48 horas.

Alimentación
Hielo antibiótico para pescado fresco

"Pescado al antibiótico". No se trata de una novedosa receta culinaria, sino de un posible modo de proporcionar al ama de casa pescado más sabroso y fresco. Tal es, al menos, la perspectiva abierta por experimentos que realizaron dos barcas de pesca, zarpadas de un puerto británico del Norte. A veces ocurre que el producto de una expedición de pesca se deteriora en el largo viaje de vuelta desde los bancos de peces, a pesar de estar envuelto en hielo. En consecuencia, dos barcas pesqueras hicieron la prueba de almacenar su producto en un nuevo tipo de hielo antibiótico, con la esperanza, de que las bacterias que deterioran el pescado murieran y éste decayera más lentamente. La operación se realizó del siguiente modo: en los bancos de pesca, cada barca dividió la redada en dos mitades: una fue al hielo antibiótico, y la otra a hielo corriente. El seseado almacenado en hielo antibiótico provocó comentarios elogiosos al desembarcar. No obstante, tanto hombres de ciencia como pescadores exigen pruebas más concluyentes, y ahora será puesto en acción un equipo de catadores: hervirán el pescado, lo fritarán, lo ahumarán y finalmente lo probarán. El pescado será puesto, además, bajo el microscopio. Entretanto, los propietarios de las barcas de pesca esperarán la respuesta: ¿tiene ventajas comerciales el hielo antibiótico?

Lubricantes
Un aceite que bate records bajo el calor

Esso Research And Engineering Co., afiliada para investigaciones científicas de la Standard Oil Company (New Jersey), ha desarrollado un nuevo lubricante sintético, capaz de soportar temperaturas 100ºF mayores que las que soportan los aceites usados en la actualidad.
Según lo expresado por científicos de la compañía, el nuevo lubricante, por ser más resistente a las altas temperaturas, mantendrá su efectividad durante un tiempo mucho más prolongado que cualquiera de los lubricantes en plaza, a las altísimas temperaturas generadas en las turbinas de los aviones comerciales de reacción.
El señor John R. Tuttle, que está a cargo del trabajo de desarrollo del producto, calcula que los aviones de reacción comerciales y militares consumen más de 8 millones de litros anuales de lubricantes sintéticos de este tipo.
Antes, de 1952, los aviones de reacción usaban aceites refinados naturales para enfriar y lubricar las turbinas. Sin embargo, el nivel de temperaturas a soportar resultó ser demasiado elevado para este tipo de productos, y la compañía introdujo hace 10 años el primer lubricante enteramente sintético: el Esso Turbo Oil 15 (ETO-15).
Con posterioridad a la introducción de los primeros aviones de reacción comerciales, tales como los Boeing 707 y Douglas DC-8, han sido creadas otras turbinas que operan a temperaturas mucho mayores, las que desarrollan un empuje mayor en relación al peso de la máquina. Como resultado de ello, sus necesidades de lubricación y enfriamiento también son mayores.
Los ensayos de este nuevo lubricante comenzaron hace dos años, y en el curso del año actual fue sometido a gran cantidad de pruebas. En una de ellas —el ensayo de cojinete tipo II—, un cojinete a rodillo del tipo empleado en la aviación, operando a 10.000 rpm., es lubricado con el aceite sometido a prueba. El aceite entra a 200º centígrados, mientras que el cojinete mismo es calentado a 260º centígrados. Luego de haber operado durante 100 horas bajo estas condiciones, la caja del cojinete es abierta, examinándose el desgaste, sedimento y depósitos. Después de la prueba de 100 horas con el nuevo aceite, el cojinete estaba todavía en buenas condiciones.
Los aceites resistentes a la variación de temperatura son esenciales para los aviones de reacción. Los aviones pueden pasar desde temperaturas árticas de -40º centígrados antes del despegue, hasta 260º centígrados en las turbinas luego del despegue.

Por fricción: Nueva forma de soldadura
Acaba de crearse en Inglaterra un nuevo método de soldar, denominado "soldadura por fricción". Probablemente revolucione el diseño y la producción industriales en muchos campos: fabricación de aviones, autos y máquinas-herramientas, estirado de alambre y manufacturas eléctricas. La Asociación Británica de Investigaciones sobre Soldaduras ha creado una máquina experimental para aplicar el nuevo procedimiento: será exhibida en la Exposición Internacional de Ingeniería a efectuarse en los Salones del Edificio Earls Court, Londres, del 23 de abril al 2 de mayo. El método puede ser sintetizado de este modo: uno de los dos componentes que han de soldarse es rotado mientras se lo aprieta contra el otro, lo que genera calor por roce. Luego el primero se frena mientras se aplica más presión axial al segundo para consolidar la junta. Las ventajas del sistema son múltiples. Es compacto y se adapta a nuevos procedimientos fabriles, incluso la automación; reduce considerablemente los costos de energía eléctrica y son muy pocos los metales a los que no puede aplicarse. El procedimiento se regula a sí mismo, pues al ablandarse el metal de las caras en contacto se produce inmediatamente una reducción en las fuerzas de fricción y la temperatura disminuye. Las temperaturas máximas se mantienen por debajo del punto de fusión del metal debido a una gradual difusión del calor en el interior de la pieza trabajada. Se espera ampliar los alcances del método para aplicarlo a formas tubulares y juntas de tipos más difíciles.

NOVEDADES
• Controles para microcohetes
La Rocket Research Corporation ha desarrollado una serie de cohetes de tamaño muy reducido que funcionan con un propelente sólido y que no requieren un sistema complicado de ignición. En la ilustración se ve un sistema de control de estos cohetes, sistema que puede producir una gran cantidad de pequeños impulsos sobre el cohete para rectificar su dirección una vez que ha sido puesto en órbita.
• Soldaduras metal-plástico
La Bell Telephone anuncia una revolución en la técnica de soldar materiales plásticos a superficies metálicas. Este proceso se ha estado llevando a cabo hasta ahora, fundamentalmente, por métodos térmicos (por fusión parcial del plástico) o con cementos especiales. Ambos tienen sus inconvenientes, sobre todo cuando se desea obtener laminados de mucha uniformidad y gran adherencia. El nuevo proceso se basa en colocar ácido esteárico entre las dos superficies de manera que quede lo que se denomina una película mononuclear, es decir, que queda una capa de una molécula de espesor. En tales casos se produce una unión de cierto carácter químico obteniéndose un laminado que, para separarse, necesita tina fuerza de 40 kg por centímetro cuadrado, manteniéndose la adherencia hasta las temperaturas de descomposición del plástico. Se considera que esta nueva técnica va a cambiar muchas cosas en la fabricación de circuitos electrónicos y eléctricos obtenidos por impresión.
• Laboratorio espacial
Dos científicos norteamericanos dan los toques finales a un laboratorio espacial pronto a ser acoplado a un cohete Atlas y ser enviado al espacio interplanetario desde Cabo Cañaveral. El laboratorio fue bautizado "Gipse" y su función especifica es estudiar los efectos de la falta de gravedad sobre las algas.
Página 41 . PRIMERA PLANA
9 de abril de 1963

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