El trabajo del equipo de proyectistas del Consejo de Diseño
Industrial de Gran Bretaña ha estado hasta ahora encuadrado en el
marco de lo que podría denominarse equipo ferroviario clásico. Las
locomotoras, los trenes y otros elementos tienen su origen en los
comienzos del ferrocarril como medio de transporte. Pero existen
posibilidades de mayor desarrollo. Los franceses, por ejemplo, han
corrido un tren eléctrico experimental a 328 kilómetros por hora; en
Francia, Alemania, Estados Unidos y Rusia se han corrido trenes sin
conductor; el tren subterráneo totalmente automático ya es un hecho
y se halla en servicio experimental en el sistema subterráneo sueco
de Estocolmo. Existe la posibilidad de alcanzar más altas
velocidades con equipos más o menos convencionales: en la nueva
línea japonesa de Takaido, los trenes de pasajeros correrán a 198 km
por hora y los trenes de carga a 128. Los ferrocarriles federales
alemanes están programando trenes eléctricos que correrán a 192 km
por hora sobre una cantidad de líneas interurbanas. Además de todo
ello, queda en pie el hecho de que, bajo ciertas condiciones, el
ferrocarril sigue siendo el medio indiscutido para el transporte
económico de cargas. Ello ha quedado demostrado concretamente por
algunos nuevos ferrocarriles destinados a fines especiales, que han
sido construidos en los últimos años, tales como el de Quebec, North
Shore and Labrador, en el Canadá y el sistema Miferma, en África.
Sin embargo, como es obvio, las perspectivas más excitantes se
presentan mirando hacia adelante. Nuevas formas de propulsión,
incluyendo nuevos conceptos, significarán un desafío para el
proyectista industrial. En Gran Bretaña, el más promisorio de estos
perfeccionamientos futuros gira alrededor de la inducción lineal.
Actualmente se están llevando a cabo estudios sobre motores lineales
en colaboración con la Universidad de Manchester. Las ventajas de
dichos motores consisten en una elevada aceleración y deceleración,
una alta velocidad máxima, simplicidad (no existen piezas móviles) y
ausencia de limitación por adherencia. Es factible construir un
Limpet (tren eléctrico propulsado por un motor de inducción lineal)
que corra a velocidades de 320 kilómetros por hora. Puede tener la
forma de un convoy de pasajeros o de carga, posiblemente formado por
vehículos combinados de carretera riel en lugar de vagones de
cualquier tipo, o bien un tren que transporte vehículos carreteros.
Esta última forma, según afirman los expertos, serviría para
transportar camiones y automóviles más rápida y económicamente de lo
que podrían hacerlo por sus propios medies recorriendo una
carretera. Cualquiera sea el tipo de tren que se adopte, el
sistema de propulsión de alta velocidad por motor lineal necesitaría
un concepto totalmente nuevo en materia de diseño de los vehículos,
estaciones y otros equipos. Las líneas eléctricas de suministro de
energía, elevadas, deberían tener una forma más compleja, debido a
las altas velocidades implícitas. Los soportes tendrían que ser
reforzados. Las señales y cabinas de señales desaparecerían, ya que
la velocidad sería demasiado grande para poder utilizar la
señalización visual. En lugar de ello, la señalización de los trenes
sería suministrada a un sistema electrónico de transmisión de
informaciones. La calculadora reemplazaría al señalero. Las zonas
destinadas a los pasajeros se asemejarían más a los aeropuertos
terminales y los pasajeros penetrarían en los trenes a través de
canales numerados, cada uno de los cuales conduciría a una puerta
del convoy. Con la posibilidad de que los trenes expresos pasen por
las estaciones a velocidades superiores a 160 kilómetros por hora,
no hay que pensar siquiera en que los pasajeros esperen en una
plataforma. En realidad, probablemente no habría ventanas frente a
la vía, sino simplemente puertas controladas neumáticamente, que
coincidirían con las del tren. Estos convoyes requerirían aire
acondicionado y si se aprovechasen plenamente las ventajas que es
capaz de ofrecer el motor lineal en materia de aceleración,
deceleración y frenado, serán necesarios los cinturones de seguridad
en los asientos para el comienzo y la finalización de los viajes.
7 de mayo de 1963 PRIMERA PLANA - Página 48
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