1-Sólo una mujer acompañó a Moshé Dayan en el
cuartel maestre del Sinaí: su hija Yael. La joven, de 24 años, no se
separó de su padre durante los seis días que bastaron a Israel para
definir la guerra. Yael conoció el febril ajetreo de los oficiales
del Estado Mayor israelí bajo las tiendas de campaña, colaborando
eficazmente y sin descanso al lado del mítico "zorro" y del general
Rabin. -2 Además de aguerrida combatiente, Yael Dayan cultiva
con pasión la literatura. En menos de dos años publicó cinco
novelas, una de ellas convertida en fulminante best-seller: "Nuevo
rostro en el espejo", donde narra en un estilo directo pero no
exento de belleza sus primeras experiencias como soldado del
ejército israelí. -3 "Yo ignoro lo
que significa morir por alguien —dijo ella una vez— pero sé lo que
es morir por un país." Como todas las mujeres de Israel, Yael Dayan
cumplió 24 meses de servicio militar. Luego de un intenso período de
instrucción en las afueras de Tel Aviv, donde se adiestró en el
manejo de armas cortas y largas, fue destinada a un puesto
fronterizo jordano, integrando un batallón junto a otras muchachas y
jóvenes israelíes. -4 Cuando a los 17 años era presentada en
sociedad, su padre, el entonces comandante en jefe Moshé Dayan, fue
su primer compañero de baile. Ahora, en los difíciles momentos, le
tocó a ella ser compañera y digna hija de su padre. Supo enfrentarse
con el peligro; simboliza a la juventud judía de hoy. Revista
Siete Días Ilustrados 27 de junio de 1967
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