Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

 

CINE:
EL OCASO DE UN ESTUDIO

Revista Periscopio
11/XI/1969

Cuando la Gulf & Western Industries, Inc. se hizo cargo de la Paramount Pictures Corp. hace tres años, el antiguo reducto de los épicos de Cecil B. DeMille, los westerns de Gary Cooper y los "caminos" del dúo Bing Crosby-Bob Hope, estaba a punto de desaparecer. Deslumbrado por las luces de Hollywood, el monopólico Charles G. Bluhdorn hizo de la Paramount su niña mimada, autodesignándose a vez titular del directorio y presidente ejecutivo. De la noche a la mañana, los estudios tras el célebre portón de hierro forjado resucitaron: se lanzaron más de un centenar de proyectos cinematográficos, y sí; anunciaron planes de realización de 35 films anuales. Pero hace diez días, el solar de 43 años de antigüedad cayó nuevamente en el silencio, y la G&W confirmó que estaba en venta al mejor postor.

Los vastos estudios, que comprenden 31 sets y las antiguas instalaciones televisivas de Desilu, son aparentes víctimas de la revolución de los métodos cinematográficos y de las presiones financieras ejercidas sobre un grupo empresario en trance depresivo. Por un momento pareció que la Paramount podía ser un grueso contribuyente del 15 por ciento o más, a los 1.600 millones de dólares de ventas anuales de la G&W. Pero al finalizar el ejercicio fiscal, el 31 de julio último, daba pérdidas (la G&W no quiere confesar cuánto). Entretanto, Bluhdorn invirtió unos 200 millones de dólares en 35 largometrajes, la mayoría de los cuales no verán la luz antes del año próximo por lo menos, y no hay garantías de que vayan a producir ganancia alguna. Uno musical, Paint Your Wagon, del que se dice que costó 20 millones, se estrenó el mes pasado y tuvo críticas muy dispares.

Al poner el solar de la Paramount —pero no la compañía— en venta, la G&W no hizo más que seguir una tendencia que se da en la Meca del Cine. Los grandes estudios encuentran más rendidor patrocinar a productores creativos independientes, que operan con bajos presupuestos y hacen sus filmaciones en cualquier parte, desde las calles de Nueva Delhi hasta sets alquilados en Londres.

Pero también han descubierto que esos viejos solares figuran entre los lotes más cotizados de la "costa de oro" de USA. Modernos edificios de oficinas y departamentos se alzan por detrás de Beverly Hills, en el lugar que la Twentieth Century-Fox vendió por 43 millones de dólares en 1961. La Fox ha paralizado su proyecto de erigir una enorme planta cinematográfica en Malibu. porque la tierra se está volviendo demasiado cara para la industria. Los Universal City Studios de MCA siguen haciendo películas para televisión en su reducto de North Hollywood, pero han compensado la inversión instalando allí un hotel y un edificio de oficinas. James T. Aubrey Jr., el nuevo presidente de la Metro-Goldwyn-Mayer, está considerando la posibilidad de vender los terrenos que ocupan sus estudios en Culver City y el solar adquirido en Conejo Valley, cerca de Los Ángeles.

La proyectada venta de los estudios (un posible comprador es un cementerio adyacente con inquietudes expansionistas) es sólo parte de lo que Bluhdorn llama "reestructuración de la Paramount Pictures". La semana pasada también colocó a Stanley R. Jaffe, 29, como vicepresidente ejecutivo y jefe de operaciones. El saliente, Martin S. Davis, 42, que había estado con la Paramount desde 1958, ahora se encargará de las relaciones de Bluhdorn con Wall Street, en calidad de vicepresidente senior de la G&W. Jaffe fue el productor independiente de la taquillera Goodbye, Columbus, lanzada por Paramount, y es hijo de Leo Jaffe, el presidente de Columbia Pictures. "Ahora mi hijo es mi competidor", dice el veterano Jaffe. Bluhdorn seguirá teniendo la última palabra en las operaciones de la empresa.

La Paramount se propone ser lo que Davis ha calificado como "una compañía minigrande", con una producción de tal vez una docena de films por año, y calcula que sus ganancias representarán algo menos de un 10 por ciento del ingreso bruto de la Gulf & Western. Si bien Bluhdorn lo niega, en la industria se asegura que la Paramount seguirá siendo desmantelada, si no totalmente vendida por fin. La repartición que se ocupa de discos acaba de integrarse a la semiindependiente Famous Music Co., y se estima que en breve la parte de televisión será dividida. Con toda esta serie de cambios ultrasónicos, aparentemente nadie tiene tiempo de detenerse en romanticismos sobre la probable desaparición de los viejos estudios a los que Gloria Swanson llegó traspasando en su automóvil el portón afiligranado, para retornar al estrellato en 'El ocaso de una vida'. Dice Davis: "Ha terminado la era de la nostalgia y empezado la de la realidad. Lo que cuenta es la última línea, donde se ven las ganancias o las pérdidas".

 

 

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Estudios Paramount
Legendario portón de los Estudios Paramount


 

 

 

 

 

 

 

Stanley R. Jaffe
Stanley R. Jaffe

 

 

 

 

 

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