Irlanda del Norte
Bernadette Devlin

Gran Bretaña; victoria conservadora
En Gran Bretaña, la conflictiva situación de Irlanda del Norte parece el problema mayor, sin embargo el gobierno laborista tiene la mira puesta en las elecciones, después que la reina Isabel II disuelve el Parlamento el 29 de mayo. Pero el 18 de junio, el partido Conservador consigue el 46,4 por ciento de los votos contra el 43 por ciento de los laboristas. El partido triunfante basa su campaña electoral en la situación de la economía inglesa, criticando el alza de precios, las constantes amenazas de huelga y el riesgo de inflación. Las encuestas de opinión daban como ganadores seguros a los laboristas y quizá demasiado confiados por ello no neutralizaron los argumentos conservadores con suficiente energía. Un hecho, sin embargo, parece sintomático: el ausentismo electoral que alcanza al 28 por ciento y es el más elevado desde 1935. Se interpreta, según la mayor parte de los comentaristas, que la gente joven siente una indiferencia total por ambos partidos.
El gobierno inglés cree poder solucionar la convulsiva situación irlandesa con un plan quinquenal para el desarrollo de a región, en el que se incluyen un aumento de 75 millones de libras y un programa para construir el desempleo y elevar el nivel de vida. Pero en febrero y marzo se reanudan las luchas como reacción a la nueva ley, más severa, con la que las autoridades creen controlar los disturbios populares. A principios de abril hay tres noches consecutivas de violencia en Belfast, y el 28 de junio la diputada Bernadette Devlin (23 años) es encarcelada —según la acusación— por incitar "los motines en Londonderry, en 1969". Al día siguiente, una verdadera muchedumbre enfurecida sale a las calles; en Belfast cinco pierden la vida y otros doscientos son heridos, mientras arden no menos de cien casas y negocios. "No puedo hacer nada. Iré a la cárcel —dice a los periodistas, la joven dirigente católica—; no lamento lo que hice. Lo haría de nuevo si fuera necesario, y creo que era necesario. me molesta ir a prisión porque fui elegida para el Parlamento y tengo un importante trabajo en Westminster". Los católicos consideran la prisión de Bernadette como - una provocación del flamante gobierno conservador. "Wilson, dicen, habría acabado por hacer algo mientras que los tories [conservadores] están dominados por nuestros enemigos, los orangistas..."

Prisión de Bernadette Devlin
Devlin es encarcelada en la prisión de Armagh, en la cual deberá pasar, según se prevé, seis meses. Su confinamiento no compromete sus derechos en cuanto legisladora, pero su condición de tal no le asegura ni la inimputabilidad ni ningún privilegio dentro de la cárcel. Allí debe lavar ropa durante ocho horas por día, y solamente podrá recibir y escribir dos cartas por mes. Por la noche puede estudiar o ver televisión, según su propia decisión. En la misma conferencia de prensa con los periodistas, Bernadette Devlin explica correctamente el enfrentamiento que divide y amenaza con la guerra civil a Irlanda del Norte: la nuestra no es una ducha religiosa sino una lucha de clases; los protestantes pobres también luchan del lado de los católicos". En un reportaje, hecho por Yvon le Vaillant (en agosto de 1969), Bernadette Devlin hablando de las barricadas dice que éstas fueron construidas "para defender la vida y las casas de los habitantes del barrio. Este Estado fue creado hace casi cincuenta años, y el gobierno dijo públicamente entonces: 'Queremos construir un estado protestante para los protestantes'. Durante estos últimos cincuenta años, construyeron un estado protestante para los protestantes ricos. Nada dieron a los pobres, católicos o protestantes. Exigimos la justicia y no solo para los católicos, sino también para todos aquellos que no tienen justicia. Es decir para la clase obrera."
Interrogada acerca de si es socialista o comunista, responde: "Soy socialista. He reconocido miles de veces mis lagunas: nunca leí a Marx. No puedo honestamente pretender ser marxista" (...) "Decir comunismo —agrega más adelante—, en nuestro mundo occidental, evoca enseguida al capitalismo ruso. Soy contraria a los rusos. Hay un paralelismo muy interesante entre los reportajes hechos en Checoslovaquia y los hechos en Irlanda del Norte. Basta cambiar los nombres de los lugares y tenemos exactamente la misma situación. La paz impuesta por la fuerza..." Sobre sus convicciones religiosas: "Soy católica. Soy miembro de esa iglesia y acepto su moral y su disciplina. Mis convicciones políticas son un problema personal que no concierten a mi iglesia. No puede haber interferencia en esos dos planos. Mis convicciones políticas no me impiden creer en Dios y en la enseñanza de la Iglesia. Y creo también que la Iglesia católica se sentiría mucho más a gusto aliada al socialismo en lugar de estarlo con el capitalismo, porque Cristo era socialista."

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Bernadette Devlin
Bernadette Devlin es conducida a prisión

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

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