Revista Siete Días Ilustrados
23.06.1974 |
Afirman los expertos que una fotografía hallada por la policía
prueba la complicidad de la joven en las andanzas de la organización
terrorista que -supuestamente- la secuestró hace cuatro meses. Sus
padres, mientras tanto, se niegan a aceptar esa posibilidad
la ley acaba de asestar el golpe de gracia al director del diario
norteamericano San Francisco Examiner, Randolph A. Hearst, y a su
mujer Catherine, al descartar todo tipo de atenuantes en la odisea
vivida por su hija Patricia. Según el procurador del distrito de Los
Ángeles, Joseph P. Busch, Patty ya no es "una víctima inocente" y
comparte con William y Emily Harris —miembros del Ejército Simbionés
de Liberación, una organización terrorista de objetivos rayanos en
lo delirante— los cargos por dieciocho robos a mano armada, varios
secuestros, y un asalto con intención de asesinato. Los tres, según
Bach, "están armados y son extremadamente peligrosos".
Ya sea con los Harris o en compañía de dos negros no identificados.
La autodenominada guerrillera Tania Hearst ha sido detectada en
varios sitios de los Estados Unidos, en una extensión que va desde
Great Falls (Montana) hasta la frontera mexicana. El rastreo
constante del FBI y de la policía de la costa Oeste arroja una
suposición: los fugitivos tratarían de unirse a una banda de
mexicanos que permanecen escondidos en una agreste zona de la Baja
California.
Al parecer la convicción de que Patricia Hearst es cómplice de los
terroristas simbioneses surgió hace pocos días entre los escombros
de una casa ubicada en la calle 54 de Los Ángeles. Allí, luego que
400 policías y miembros del FBI liquidaron a los principales líderes
del movimiento, se encontró una chamuscada foto del grupo
guerrillero rodeando a su "mariscal de campo", Donald De Freeze.
Algunos expertos sostienen que la muchacha sonriente ubicada a la
derecha de De Freeze, en la foto, es Patty Hearst. Pero los
abrumados padres de la fugitiva no opinan lo mismo.
A poco de conocerse ese hallazgo, en San Diego, Steven Weed, ex
novio de
Patty, parecía aceptar finalmente el drástico vuelco político de la
que iba a ser su mujer. "Creo que para nosotros, en especial para
mí, es inútil tratar de rogarle que abandone su empresa", declaró a
los periodistas. Por el contrario, las hermanas de la muchacha
—Vicky (17) y Anne (18)— trataron de convencerla de una vuelta al
redil paterno en un mensaje grabado de ocho minutos del que se
notificó a la prensa: "No desperdicies tu vida en una guerra que no
existe —alegó Vicky—. La policía y el FBI ya no te tienen simpatía.
Se han enterado de cosas horribles provocadas por ustedes... No
quiero verte morir".
Por su parte, la madre de William Harris grabó mensajes similares y
los envió a varias estaciones de radio de la costa Oeste: "Después
de observar ese infierno desatado en Los Ángeles, no quiero que
Billy termine de esa manera", remató, sollozando, frente a los
periodistas. Su marido se dirigió a Emily, la hija, a través de la
televisión: "Si tus ideales valen todo lo que han soportado hasta
ahora, quiere decir que vale la pena vivir por ellos. No se hagan
matar inútilmente".
Pese a las súplicas, es posible que la esperanza de los desesperados
padres se vea definitivamente desbaratada. Sobre todo la del
matrimonio Hearst: al cierre de esta edición, un cable enviado a una
estación de radio de Los Ángeles —grabado en una cinta
magnetofónica— anuncia en forma escueta: "Nuestra Tania murió y fue
enterrada con honores militares". Sin embargo, un portavoz de la
policía señaló que no existían pruebas definitivas como para dar
crédito a un mensaje de cuya autenticidad se duda. "Creemos que
Patricia vive", afirman enfáticamente los agentes del FBI. La última
palabra sobre la amarga odisea de Patty — desaparecida el 4 de
febrero— aún no ha sido pronunciada.
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La fotografía en cuestión: los agentes de la investigación
consideran que la mujer señalada es Patty Hearst. Abajo: la
captura recomendada por el FBI. |
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