Revista Siete Días
Ilustrados
24.02.1969 |
En vísperas de la iniciación del rodaje de El Santo de la
Espada, hablan del film sus máximos responsables: Alfredo
Alcón, Leopoldo Torre Nilsson y Ulises Petit de Murat
Set N° 1: Departamento de Palermo Chico. Alfredo Alcón,
protagonista de El Santo de la Espada.
Su cabello sigue recordando la cabeza maltratada por el
viento de Martín Fierro. Su expresión es grave. Los músculos
de su rostro, tensos. No se esfuerza por sonreír; sin
embargo, todo en él emana la humanidad de quien ha nacido
para los grandes gestos y tos grandes acontecimientos.
"Soy tímido", dice, pero sus palabras se deslizan
fácilmente. En realidad, está seguro de su físico, seguro de
sus ideas, seguro de su capacidad como actor. Por eso tal
vez no tiene miedo de afirmar que no es nadie, de señalar
sus propias fallas, de mostrarse tal como es. Hasta se
permite la ingenuidad de admitir que a veces le gustaría
"ser el Papa o la gente que va a verlo...".
Adriana: ¿El Papa? ¿La gente que va a verlo? Eso
significaría ser.. . ¿Dios?
Alcón: Sí. Claro ... Serlo todo, supongo que significa ser
Dios. El único que es todo es Dios. ¡Me gustaría tanto
probar eso de ser todo! Ver cómo es ser árbol, o niño otra
vez, o jarra, o piedra . . . Experimentar la sensación que
produce ser cada cosa .. . Soy tímido, me siento inseguro
precisamente por que me doy cuenta de que no soy todo, de
que no soy Dios ... A medida que tomo conciencia de mis
limitaciones, sueño más y más con ser Todo ...
Adriana: No creo que usted sea tímido.. .
Alcón: Siempre padecí esa enfermedad llamada timidez ... Y
todavía persiste, la llevo dentro mío y pienso que jamás se
desprenderá de mí. La siento cada vez que empiezo una
película . . . cada vez que, a los tres días de filmación,
me empieza a acosar el miedo de no servir para el rol. Tengo
miedo que el director y los demás adviertan que no sirvo ...
que soy malo ... Quizá sea un miedo absurdo ... Pero como
ése tengo muchos otros; por ejemplo: de pronto me encuentro
frente a una persona que me admira y súbitamente me invade
el pánico. Temo desilusionarla, y ese temor, en vez de
disminuir, aumenta con el andar del tiempo. A medida que la
gente cree más en mí, aumenta mi temor de defraudarla.
Set Nº 2: Departamento del barrio Norte. Leopoldo Torre
Nilsson, director de El Santo de la Espada.
Torre Nilsson: Alfredo no es tímido; posee humildad humana,
que es distinto. Estoy convencido de que se siente muy
seguro de sí mismo. Los inseguros son los que necesitan
rodearse de una aureola de importancia. Él no, porque sabe
que vale. Le gusta, en cambio, relatar sus frustraciones (lo
que a mi juicio es muy simpático). Cuando cuenta una
anécdota referente a él, trata de quedar un poco en ridículo
o quitar importancia a sus triunfos. Esto, visto desde el
punto de vista psicológico, puede tener un significado
especial... Tal vez tenga algo que ver con su niñez. Tal vez
esté buscando afecto o apoyo a través de las previsibles
desmentidas. Pero no creo que sea inseguridad. El sabe que
es buen mozo, por eso puede permitirse hacer bromas tales
como contar que alguien lo confundió con otro personaje
decididamente feo. El sabe que es conocido, por eso puede
permitirse afirmar en tono jocoso que llegó a una reunión y
nadie lo reconoció.. . Y es, además, un excelente actor.
Alcón responde como intérprete. Se entrega íntegro a su
trabajo porque sabe dar todos los matices a cada personaje
...
Adriana: Profesionalmente, ¿usted se lleva bien con él?
Torre Nilsson: Sabe lo que yo quiero explicarle antes de que
se lo explique, y yo sé lo que él quiere decirme antes que
empiece a hablar. Por lo tanto, formamos un buen team y esto
es muy positivo para el cine. El cine es un arte colectivo,
un trabajo de equipo. Es muy importante poder decirse las
cosas imponderables sin reservas, sin temores.
Adriana: ¿Me puede describir uno de sus ensayos con Alcón?
Torre Nilsson: Trato de buscar un equilibrio entre lo que
hace Alcón y lo que yo pido que haga. Es decir, buscar en la
personalidad del actor el punto más semejante con el
personaje. Si el personaje tiene un tic nervioso, por
ejemplo, que lo impulsa a levantar la mano hacia su rostro
cada diez segundos, y al actor le resulta más fácil levantar
la mano hacia el cuello cada diez segundos, por una cuestión
de espontaneidad dejo que lo haga como le resulta más
fácil... En cuanto a la letra, se busca que tenga cierta
frescura, cierta espontaneidad. Mi padre decía que la
primera toma era la mejor. Cuando se mecaniza, se pierde
autenticidad. Por supuesto, cuando la autenticidad no
resulta, me veo obligado a recurrir a la vía del mecanismo.
Pero lo esencial, lo fundamental, es que el actor llegue a
impregnarse del personaje que interpretará. Para lograr eso
nos reunimos unos quince días antes de comenzar la filmación
y charlamos sobre el personaje ... En el caso de San Martín,
que será el próximo personaje que interpretará Alfredo, tíos
reuniremos como de costumbre para tratar de descubrir juntos
particularidades de tipo sociológico y psicológico que nos
permitan armar el personaje. Es decir, hacemos una especie
de croquis que nos va dimensionando cada vez más el
personaje... De este modo nos enteramos, por ejemplo, cómo
solía comer San Martín. Si comía parado o sentado; qué clase
de comida prefería y por qué... En fin, una cosa va llevando
a la otra hasta que Alfredo puede transformarse en el
personaje. Todo este tipo de investigación tenemos que
tomarlo con interés humano, con curiosidad, y no aprenderlo
como una memorización escolar..
Set Nº 1: Adriana: ¿Qué piensa de Leopoldo Torre Nilsson
como director?
Alcón: Sobre Torre Nilsson no puedo hablar más que
maravillas. Es el tipo que creyó en mí más que yo mismo. En
la época del Guapo del 900, cuando me llamó para interpretar
esa película, al principio me negué porque nunca había hecho
ese tipo de personaje y tenía miedo ... Él luchó contra mi
desconfianza ...
Es un tipo sensacional. Tiene un calor humano extraordinario
y un gran respeto hacia todo el mundo. Nunca lo oí gritar;
hice tres películas con él y nunca lo oí gritar. Hice Martín
Fierro con extras, con dificultades, y nunca lo oí gritar. A
veces yo estaba muy nervioso y al verlo me tranquilizaba.
Inspira confianza y eso hace rendir al máximo a un actor ...
Además trata a todo el mundo como si fuera Lawrence Olivier
. . . Cualquier actor puede opinar y él escucha
respetuosamente . . . Luego, por supuesto, hace lo que él
considera mejor, pero saber escuchar la opinión de los demás
es muy importante, sobre todo en el trato con nosotros los
actores, que somos seres muy vanidosos. Con los directores
que gritan no se puede trabajar. . . Lejos de conseguir
resultados positivos, este tipo de directores no consiguen
más que entorpecer el trabajo . . . Aunque no me griten a mí
(nunca lo han hecho), si oigo que le gritan a un extra me
siento incómodo ... no lo soporto. Los gritos podrán, tal
vez, ser útiles para estimular algunos otros trabajos, pero
en el caso del teatro o del cine, no . . . Además, no
entiendo por qué algunos directores necesitan gritar tanto
para presentar eso que presentan . . . ¡Es incomprensible!
Adriana: ¿Cómo son los ensayos de Torre Nilsson?
Alcón: Antes se ensayan las situaciones de la obra y luego
la letra . . . Por ejemplo, estudiamos cómo era el personaje
cuando niño, cuando adolescente, cuáles eran sus gustos, sus
virtudes, sus defectos, sus manías... Luego el texto surge
espontáneamente, fácilmente, enriquecido por todas las cosas
que sabemos. Antes el director marcaba las entradas, las
salidas, las ubicaciones de los actores ... Hay una anécdota
al respecto: unos actores andaban en gira representando
Otelo . . . Cierto día, ensayando, el director le dijo al
primer actor: "Yo quisiera que me lo hagás con un poco más .
. . con un poco más de pasión . .. ¿Viste cuando ella tiene
el pañuelo? Bueno, ahí tenés que ponerle más vehemencia . .
. más . . . ". Entonces el actor contesto: "¡Ah!, ¿vos
querés que te haga el celoso? ¡Bueno, te hago el celoso!".
Es una anécdota un poco exagerada pero revela que los
actores antes se esmeraban más en aprender la letra —aunque
trabajaban mucho con apuntador— que en conocer la historia y
la personalidad del personaje que interpretarían.
Adriana: ¿Eso no ocurre aún hoy en televisión?
Alcón: ¡Por eso siempre digo que la televisión es la cámara
de gas! ¿Qué gusto puede haber en interpretar un texto que
entregan una hora antes? No existe clima, nada . . .
Adriana: Sin embargo, es un medio que usted no descarta . .
.
Alcón: No. Y estoy contento de haber hecho Hamlet, por
ejemplo. Trabajar con Stivel fue una experiencia muy
positiva, pero fíjese cómo trabajamos. Nunca se pudo reunir
a todos los actores: todos estaban haciendo otras cosas ...
El único que no estaba haciendo otras cosas en ese momento
era yo porque hacía el Hamlet, pero los actores que tenían
pequeños papeles estaban haciendo catorce cosas, de modo que
había gente que no se encontró nunca conmigo antes del día
de la representación. Además, la versión estaba tan acortada
. . . tipo Reader's Digest. ..
Adriana: La televisión posee la virtud de llegar masivamente
y además se debe ganar bastante dinero ...
Alcón: Bueno, el dinero siempre significa seguridad. Cuando
se gana bien no se camina de la misma manera que cuando no
se gana bien ... El hecho de saber que puedo pasarme sin
hacer una determinada película o una tira de televisión es
muy importante; quiero decir que el dinero permite elegir el
trabajo ...
Si no lo tuviera, tendría que aceptar cualquier cosa ...
Recuerdo que fui al conservatorio con el mismo traje azul
durante dos años, porque en mi casa no querían comprarme
ropa ni ayudarme para ver si yo dejaba de estudiar en la
escuela de arte dramático ... Y seguí con ese traje azul...
Por eso digo que el dinero aporta seguridad. No es lo mismo
tener un traje solo que tener muchos ... No se le da el
mismo uso, no se lo trata de la misma manera ... Yo iba con
mucho cuidado, no me apoyaba en las paredes, me sentaba lo
menos posible, porque tenía miedo que el constante roce con
las sillas gastara la tela ... Todos esos sacrificios fueron
realizados a causa de mi timidez. .. Porque la única salida
para mí era trasformarme en otro ...
Adriana: Y si no hubiera podido ser actor, ¿cómo hubiera
superado su timidez?
Alcón Hubiera sido escritor ... No, creo que hubiera sido
bailarín ... Aunque en la escuela de arte dramático había
gimnasia aplicada y yo era muy malo ... También me gusta
escribir, y escribo, pero jamás he mostrado mis escritos a
nadie porque no logro expresar lo que siento ... A veces me
ocurre lo mismo en el cine (en el teatro no, porque no me
veo). A veces estoy convencido de haber puesto mucho más de
lo que luego me doy cuenta de haber puesto ... Por lo
general estoy desconforme con mi trabajo, aunque admito
haber evolucionado mucho durante estos últimos años ... Me
encuentro más abierto, con más posibilidad de hablar, de
escuchar, de comunicarme, de interesarme ... Estaba
demasiado preocupado por mis miedos para preocuparme por los
demás ... Ahora me siento más humano ...
Adriana: Regresando a sus personajes, ¿a quién prefiere
desde ese punto de vista, a Martín Fierro o a San Martin?
Alcón: A primera vista pareciera que Martín Fierro ha
poseído mayores cualidades humanas... Tal vez esto provenga
del hecho que representaba la soledad de la pampa, nuestro
gaucho, la pobreza . .. Luego, después de haber estudiado a
fondo la personalidad de San Martín, casi puedo decir que lo
considero un personaje más humano ...
Set Nº 3: Adriana: ¿A quién prefiere desde el punto de vista
humano, a Martin Fierro o a San Martin?
Torre Nilsson: Responden a dos momentos diferentes de
nuestra historia. Me gusta San Martín desde 1812 hasta 1824,
porque es el hombre que luchó para conseguir la
independencia de nuestro país... En cambio, desde 1860 hasta
1870 me gusta Martín Fierro porque representa el
empobrecimiento de nuestro hombre, la reducción de nuestro
hombre, la miseria de nuestro gaucho ...
Adriana: ¿Cuál es la diferencia entre el San Martín que
conocen los argentinos y El Santo de la Espada de su
película?
Torre Nilsson: En mi película mostraré lo que todos han
estudiado, pero al mostrarlo la gente tomará conciencia de
las hazañas realizadas por San Martín. Por ejemplo, verán
cómo cruzó los Andes con 5 mil hombres y 10 mil mulas... Aun
hoy hay quienes no lo pueden creer ... Verán sus increíbles
luchas para lograr nuestra independencia. Verán cómo entregó
su existencia a la patria. Comprobarán su insuperable
talento militar. En cuanto a su personalidad, nos
mantendremos fieles a la imagen que nos han proyectado las
treinta y nueve obras consultadas ...
Adriana: ¿Cuáles son las características similares (si es
que existen) entre San Martín y Alfredo Alcón?
Torre Nilsson: Gran tesón, gran tenacidad, gran dedicación
en su trabajo.
Adriana: ¿Cuáles son las frases de San Martin que a usted lo
impresionaron más?
Torre Nilsson: Hay muchas ... Ahora recuerdo tres, y si las
recuerdo significa que me han impresionado. Son éstas: "La
guerra la tenemos que hacer del modo que podamos; cuando se
acaben los vestuarios, nos vestiremos con las bayetillas que
nos trabajen las mujeres, y si no trabajan las mujeres
andaremos como nuestros paisanos los indios ... Seamos
libres y lo demás no importa". La segunda: "Estoy cansado de
que me llamen tirano, que digan que quiero ser rey,
emperador y hasta demonio". Y la tercera es: "Cuando yo
muera prohíbo que se me haga un funeral. Se me conducirá
directamente al cementerio sin ningún acompañamiento''.
Set Nº 3: Casa en Belgrano recubierta de hiedra. Ulises
Petit de Murat, autor del libro del film El Santo de la
Espada.
Adriana: ¿Usted siente que Alcón es el actor ideal para
interpretar a San Martín?
Petit de Murat Mi apasionamiento por San Martín me lleva
quizás a un respeto reverencial hacia él. Creo que el héroe
tiene, como el santo, características únicas. Es único. Por
lo tanto me cuesta encontrar... y no he encontrado en mi
larga vida nada parecido. Pero si el profesional es
inteligente y capaz puede lograr trasformarse muy bien en el
personaje. Creo que si mañana Alcón no pudiera interpretar a
San Martín, otro actor con la misma inteligencia, capacidad
y condiciones podría encarnarlo sin inconvenientes. Yo creo
que Alcón es un actor excepcional, pero no puedo decir que
posee una psicología excepcional.
Adriana: ¿Cómo va a ser "su San Martín"? ¿Semejante a la
figura heroica pero austera de los libros escolares, o
quizás más humano?
Petit de Murat: ¡San Martín fue de una comprensión humana
extraordinaria! En mi libro es tierno y repite lo que
siempre repitió: que la misión del Ejército es la de
procurar que no hayan horrores de ocupación. Fue un jefe
tremendamente querido. Un jefe que repetía a sus soldados:
"La misión de ustedes es consolar a la América". Aún no se
ha encontrado por el camino de un escritor brillante,
completo y actual una nueva visión, una humanización de San
Martín. El reuma histórico es el que afecta a San Martín.
Tiene piernas de bronce. Lo que la gente quiere es verlo
caminar... Y todo el mundo lo va a ver caminar en la medida
que Alcón lo logre. San Martín quiso la libertad de América
y lo que dice al final es extraordinario: "Yo fui un
instrumento de la justicia. La causa que defendí es la causa
del género humano". ¿Se da cuenta qué grande es San Martin?
Mucho más grande de lo que sospechan todos.
Adriana: Desde ese punto de vista, ¿tiene usted predilección
por él o por Martín Fierro?
Petit de Murat: A Martín Fierro se le perdonan una cantidad
de cosas porque no ha tenido educación, porque ha sido
perseguido, porque ha sido aplastado por la injusticia ...
Se le perdonan reacciones altamente inadecuadas, que son
lógicas solamente en un hombre puesto contra la pared por
una estructura social... Pero el héroe, genial y total,
también ha sido puesto contra una pared y llamado ladrón y
asesino, y calumniado ... Sin embargo, sus reacciones fueron
distintas ... San Martín dijo que nunca aceptaría ninguna
clase de lucha fratricida. . . Dijo que solamente pelearía
por la libertad de América y mantuvo su palabra. Inclusive
en los momentos en que ha sido maltratado y calumniado. Esta
es la diferencia entre los dos personajes.
Adriana: ¿Le afectan las modificaciones que hará Torre
Nilsson en su libro?
Petit de Murat: Son inevitables. El director es un autor
más, y yo considero justa su independencia. No puedo
tiranizarlo. Nos debemos un respeto recíproco; por lo tanto,
aunque la obra sea importante desde el, punto de vista
literario, tengo que considerarla una parte de un conjunto
de trabajo de equipo.
Adriana: ¿Está usted de acuerdo en la elección del actor?
Petit de Murat: Mi hábito es hacer el libro. El actor,
puesto que no lo voy a dirigir, no me interesa.
Adriana: Pero sí le interesa el éxito de la película?
Petit de Murat: Tampoco. Yo he escrito esta obra como una
vida de San Martín. Lo demás es cuestión de realización. Yo
me lanzo a escribir los libros (ya he escrito seis de
temática histórica, setenta y cinco en total), estudio los
personajes, los veo venir... Pero no puedo adoptar ninguna
fuerza determinada en todo lo que se refiere a la recreación
del personaje.
Adriana: ¿Qué piensa de Alcón como persona?
Petit de Murat: No lo conozco.
Adriana: ¿Qué piensa de usted como persona?
Petit de Murat: Soy un hombre que trabaja ... Un hombre
confundido ... Ya no sé diferenciar lo justo de lo injusto,
el bien del mal ...
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Adriana Civita y Alfredo Alcón
Alfredo Alcón |
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