Revista Mundo
Deportivo
12.01.1956 |
ACASO 1926 fija uno de los momentos culminantes del fútbol
argentino. Los clubes porteños, entonces, estaban divididos.
Algunos militaban en la "Amateur" y el resto en la
"Asociación". La afición se repartía en su admiración y
consecuencia para seguir a los equipos de su predilección.
En la desaparecida "Amateur'" lucía Independiente. La
delantera que integraban Canaveri. Lalín Ravaschino, Seoane
y Orsi despertaba el aplauso general. En la "Asociación"
Boca Juniors y Huracán en los que capitalizaban el gran
interés del público. El fútbol ganaba en intensidad y las
emociones se distribuían por los distintos ámbitos
ciudadanos en busca de la sorpresa y del nuevo motivo para
premiar con elogios y aplausos insistentes.
Y un día —en ese mismo año 1926— apareció un equipo modesto
que deslumbró por su calidad: ¡Colegiales! También exhibía
una delantera estupenda- La integraban Martínez. Toscano.
Giudice. Granara Costa y Paduano. Eran verdaderos artífices
del balompié Jóvenes, además, que su prestigio se prolongó
por muchos años.
Desde entonces, aumentando un pasado honroso, Colegiales fué
una fuerza futbolística de dimensiones insospechadas.
Aquella delantera —y, sin que esto desmerezca a la gran
defensa que formaron, entre otros. Sala, Tachini, Rossi,
Corro, Albérico, Machiavello...— hizo de Colegiales un
nombre para la fama.
En forma paulatina y superando siempre los embates del
destino Colegiales se afirmó en el prestigio que había
conseguido a fuerza de voluntad, garra y calidad.
El primero de abril de 1908 nació Colegiales. Se llamó por
ese entonces Libertarios Unidos y después Sportivo del
Norte. Hasta 1930, etapa en que el fútbol deja atrás el
amateurismo para incorporarse al profesionalismo. Colegiales
figura en muchos momentos excepcionales de la evolución del
fútbol argentino. Pasa por todas las divisiones que se
advierten como consecuencia de los regímenes de ascensos y
descensos, y no deja un solo instante de luchar. Brega con
todas sus ansias por volver, que es la vez de orden en todos
los que, de una manera u otra, trabajan por un Colegiales
cada vez más grande
Desde hacía unos años Colegiales jugaba en segunda de
ascenso Lo hacía con el pensamiento puerto en la máxima
conquista que lo acercara al escalón de la recuperación.
1955 le depara esa emoción. Colegiales —tras una campaña de
extraordinario brillo— gana el ascenso a primera división B
Ha tenido que luchar, también, como antes, con todas sus
fuerzas. Tuvo para ello el aporte valiosísimo de un núcleo
de muchachos jóvenes que dejaron en la cancha todo su saber
y toda su entereza. Colegiales volvió a primera división B y
ya está en tren de posibilidades para la recuperación
definitiva. Todos, en la vieja y querida entidad norteña,
sueñan con el retorno al círculo superior... Dirigentes,
asociados, jugadores simpatizantes, celebran alborozados la
gran conquista, y el corazón late al unísono tratando de
concretar la aspiración de toda una vida: volver junto a los
grandes Entonces como ayer se habló de Martínez, Toscano,
Giudice, Granara Costa y Paduno; se hará mención admirativa
con los hombres de los nuevos cracks de Colegiales.
Este es el triunfo de la modesta entidad que hoy vuelve con
la esperanza como bandera. Su tradición, añejada en hechos y
hazañas memorables, sirve para aguardar un nuevo capítulo de
éxitos rutilantes. Colegiales, el viejo Colegiales, ¡ha
vuelto!
LUIS TOSCANO: ¡PRESENTE!
Sí, amigos; ésta es la frase que ha surgido nítida de todos
los corazones que hoy celebran la hazaña de Colegiales.
"Luis Toscano: ¡Presente!"...
Una nube de angustia ensombrece la alegría del reencuentro
con la gloría. En momentos en que todo Colegiales festeja la
obtención del Campeonato de Segunda División, o sea, en
circunstancias propicias para alentar la esperanza de un
retorno al círculo estelar del fútbol argentino, la muerte
de Luis Toscano, que fué brillante delantero de una época de
oro, deja el amargo sabor de lo irreparable. Pese a ello,
esta hazaña, que fija la conquista comentada, está ligada
estrechamente a lo mucho que hizo Luis Toscano por "su"
viejo Colegiales, la entidad de sus amores y a la que
entregó sus mejores esfuerzos.
Fué Luis Toscano integrante de aquella famosa delantera que
queda citada en la crónica. Insider y puntero de notable
calidad, gustó momentos de gran halago junto a otros
elementos de positivos valores. No obstante, lo que más se
recuerda fué su entendimiento con Granara Costa, en el
"juego de insíder a insíder". Eran sencillamente estupendos.
Hábiles, inteligentes y goleadores, se prolongaron famosos y
admirados por muchos años. El primero, en Chacarita Juniors,
y el segundo —también desaparecido prematuramente—, en River
Plate.
Extraño destino, pues, que hoy hace que todos, inclusive
nosotros, desde el puesto de vigía de las nobles causas del
deporte, digamos al mismo tiempo: Luis Toscano... ¡Presente!
LOS NUEVOS CAMPEONES
Colegiales contó para su hazaña con un plantel de
extraordinaria capacidad. Un grupo de hombres jóvenes,
magníficamente completado por algunos veteranos que
cumplieron con toda eficacia, consagró aptitudes
sobresalientes a lo largo de un certamen difícil y sumamente
disputado. Integraron las filas de la tradicional
institución porteño: Negri, Álvarez, Cosentino, Pérez,
Aragón, Capaño, Fassani. Morales, R. López —que fué el score
del equipo—, Tognola. Vecino, Barreiro, Colombo, Griffa, D'A
mico, Manuelle, Baquini y Ugobono. Este último ejerció,
además, funciones de director técnico. Pablo Coria fué el
preparador físico del plantel.
Para ellos nuestro aplauso y nuestras felicitaciones.
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