Política Nacional
Por fin las elecciones: Las FF.AA. se preparan a negociar con la UCRP
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En uno de los últimos diálogos mantenidos por el ministro del Interior con el presidente de la Nación, antes de las elecciones, y presumiblemente el sábado 6 de julio, el doctor Guido se quejó amargamente que después de tantos esfuerzos se iba a una solución conservadora, sin participación de los sectores populares. El general Villegas trató de levantarle el animo recordándole que era la gran oportunidad de lograr la unidad del radicalismo.
El general Villegas en su discurso del viernes último afirmó que por primera vez el gobierno no tenía candidato. Es posible, pero no es menos evidente que tenia un objetivo. A la luz de los resultados electorales, del domingo pasado, el general Villegas, experto oficial de Estado Mayor, podía considerar que había alcanzado su objetivo, el que podría explicarse en los siguientes puntos:
• Ningún partido o coalición de partidos tiene mayoría propia en los colegios electorales. Todos los observadores coinciden en que el Ejército participará de algún modo en las negociaciones para la unión de partidos que designará al próximo presidente de la República.
• Desde el primer momento los asesores del general Onganía deseaban la consolidación de un frente sin participación del peronismo (UCRI, UCR del Pueblo, Democracia Cristiana, algún socialismo), al que habían titulado GANA (Gran Acuerdo Nacional Argentino), pero si bien no lograron esto en un todo, prácticamente están en ello.
• El general Villegas logró lanzar a la confusión al peronismo, a las 62 organizaciones, y al frondizismo que deseaba la alianza con el peronismo.
Por supuesto que no todo fue fácil para el general Villegas, a pesar del fuerte apoyo que en toda su política le concedió el general Onganía. En primer lugar, la serie de decretos limitativos será considerada una forma de olvido del comunicado 150 y no en vano el general Onganía debió dirigirse el viernes último a almorzar en los bosques de Pereyra Iraola, al acantonamiento del coronel López Aufranc, el principal héroe azul de las jornadas de septiembre y abril. Seguramente harán falta otras explicaciones más a los oficiales azules para evitar que cunda el ejemplo del coronel Perlinger, quien ha pedido el retiro debido a la acción del ministro del Interior.
Otra circunstancia adversa es que el proceso electoral dirigido por el ministro Villegas haya encontrado tan poco entusiasmo en el pueblo argentino: hace muchos años que no se registra un ausentismo tan grande. Y es evidente que los frentistas sumarán los votos en blanco a gran parte de los que simplemente no concurrieron a votar, para demostrar que un gran sector del país quedó fuera de las urnas. Pero de todos modos, ya en la noche del domingo los mismos dirigentes frentistas reconocían en privado que habían fracasado y que todo el proceso de su alianza fue mal llevado. El Dr. Cafiero expresó a un cronista de PRIMERA PLANA que muchos votos peronistas se orientaron hacia la UCR del Pueblo o Alende por temor a un triunfo de Aramburu.
Por su parte, el ministro Villegas tiene para ofrecer la extraordinaria elección realizada por la UCR del Pueblo, así como el concurrencismo de la UCRI, tanto la de Alende como la frentista, además de numerosas agrupaciones neojusticialistas.
Nadie dudaba, al conocerse los primeros resultados de las elecciones, que el doctor Arturo Illía será el próximo presidente de la Argentina. Esta idea estaba en los altos oficiales de las Fuerzas Armadas que consultó PRIMERA PLANA, así como en el pensamiento de dirigentes políticos de todas las tendencias y, más que nada, en la convicción de toda la opinión pública. Se consideraba que un mínimo de espíritu democrático desembocaba en un presidente radical del Pueblo. No era menos unánime la opinión de que esto se lograría sumando los electores de la UCR del Pueblo con los de la UCRI (los dos sectores). Pero nadie sabía exactamente cómo deberá instrumentarse. En todo caso, vale la pena recordar que Illía jamás perdió una elección interna en el radicalismo, y que el arreglo de las cuestiones radicales internas es casi su especialidad.
Muy eufórico, el señor José María Fernández, presidente del comité de la Capital Federal de la UCRI alendista, explicó a PRIMERA PLANA que hay un clima ideal para la unión de los dos radicalismos. El mismo Alende prefería mostrarse más cauteloso, al igual que Ricardo Balbín, pero dejaban ambos adivinar que creían en esa posibilidad. Un hombre tan decisivo como el Dr. Mor Roig, allegado a Illía tanto como a Balbín, no negó que contaban con la UCRI, pero le preocupaba más la situación de los sindicatos, y conversó con PRIMERA PLANA sobre la necesidad de un urgente encuentro de Illía con la CGT.
Pero el diálogo más sugestivo lo mantuvo PRIMERA PLANA con el Dr. Julio Oyhanarte. Basta seguir su trayectoria para comprender hasta qué punto jugará un importante papel en las negociaciones pan-radicales que se avecinan. El doctor Oyhanarte no duda de que se logrará la alianza con el radicalismo del Pueblo en el Colegio Electoral, aun cuando habrá un paso previo, que es la solución de los problemas internos de la UCRI, hecho sobre el cual tampoco tiene duda alguna. Las cifras que ostente Alende en comparación con las que ostente la UCRI frondizista en otros distritos, dirán cómo se resolverán los problemas pendientes.
Todo intento que en la noche del domingo hicieron los cronistas de PRIMERA PLANA para poder determinar el carácter que tendrá la negociación pan-radical, fue inútil. En el comité nacional de la UCR del Pueblo los únicos que no lloraban eran los periodistas nacionales y extranjeros. Habrá que tener en cuenta que la UCRP basó gran parte de su campaña electoral en acusar a la administración del doctor Frondizi. Si, como dijo Balbín, lo primero que hará un gobierno radical del Pueblo será anular los contratos de petróleo, será muy difícil que sea la UCRI (o incluso Aramburu) quienes le den en el Colegio Electoral los electores necesarios para hacerlo. Claro que éste no es más que un ejemplo, ya que la UCRP también pensó, en el curso de la campaña electoral, que las relaciones con el Fondo Monetario Internacional se destruyen con un decreto o una resolución gubernamental.
El doctor Portero, íntimo colaborador de Alende, expresó al respecto que en el campo económico hay más afinidad con Aramburu —que proseguiría la política de Frondizi— que con la UCR del Pueblo, que quisiera revisarla. Pero confió a PRIMERA PLANA que desde el punto de vista del futuro político sería muy peligroso apoyar en el Colegio Electoral a Aramburu.
Pero quizás habrá que analizar la negociación pan-radical desde otro punto de vista. Nadie ignora que un gobierno civil necesita, en la Argentina, no sólo ganar las elecciones, sino también mantenerse en el poder. Las Fuerzas Armadas derrocaron hace poco más de un año a Frondizi e impidieron con evidente habilidad la concreción del Frente Nacional y Popular. Participarán sin ninguna duda de la elaboración del próximo gobierno.
En las esferas informadas, se recordaba en la mañana del lunes 8 un memorándum que había sido hecho llegar al doctor Solano Lima durante las breves e intensas negociaciones que mantuvo con las Fuerzas Armadas poco después que fuera designado candidato a presidente por el Frente.
Si bien no se pudo obtener la copia textual del memorándum, es posible reconstruir sus elementos esenciales:
• Las FF.AA. desearían que en el próximo gobierno no hubiera participación de frondizistas o frigeristas;
• Las FFAA. verían con buenos ojos que no hubiera modificaciones en el
sistema de enseñanza en el país, de modo que continuara el régimen de la enseñanza libre.
• La política exterior deberá estar encuadrada en los objetivos occidentales y estrechamente combinada con los Estados Unidos;
• Sería necesario que la designación de los secretarios militares fuera previamente conversada por el presidente de la Nación con los comandantes en jefe de las tres armas;
• La moralización de la vida administrativa debe ser categórica y definitiva.
Es lógico suponer que este mismo memorándum puede ser base de conversaciones entre la UCR del Pueblo, la UCRI y las FF.AA. para la constitución del próximo gobierno. La etapa que comenzó el 8 de julio para el general Villegas, es así tan difícil y erizada de peligros como la que lo llevó a dejar el Estado Mayor del Ejército y reemplazar al general Rauch en el Ministerio del Interior. Pero si después de haber logrado el fracaso de las órdenes de Perón y Frondizi, logra ahora un gobierno mediante la unión de los radicalismos, a quien el Ejército le otorga la estabilidad necesaria, quizá corresponda aceptar la definición que hace el general Rosas del general Villegas: El general más hábil con que cuenta el Ejército argentino.
Ya clareaba el día lunes 8 de julio, cuando un cronista de PRIMERA PLANA tuvo oportunidad de conversar con algunos oficiales del Ejército. No pudo precisar si en sus rostros había alegría o picardía, pero le aseguraron que comenzará una gran ola de versiones sobre las cosas que podrían ocurrir en el Colegio Electoral. Le aconsejaron, además, que no hiciera caso de los rumores: el acceso de un civil radical del Pueblo al gobierno estaba asegurado.
Revista Primera Plana
09.07.1963

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