Emigración
Militares, técnicos y obreros huyen a USA
Volver al índice
del sitio
Hace pocas semanas, una pareja de italianos —él en USA y ella en la Argentina— se casó por poder. De inmediato, la joven esposa quiso reunirse con el flamante marido, pero Washington dijo no. El enlace debía consumarse físicamente para ser admitidos como ciudadanos estables en el país del Norte. De modo que ambos se encontraron en Canadá para pasar veinticuatro horas, y luego pudieron cruzar el lago Ontario.
Ejemplos como éste son frecuentes en los últimos meses. Las autoridades consulares norteamericanas enfrentan una súbita y constante inmigración de la Argentina. Mientras que nada pueden hacer para detener el traslado de ciudadanos argentinos — por aquello de que "América es para los americanos"—, en cambio apelan a exigencias como la citada para evitar las frecuentes estratagemas de que se valen ciertas personas en su afán por integrarse en USA.
En 1961 emigraron al país del Norte unos 600 médicos. Durante el año siguiente, una cifra similar arrojó preponderancia de ingenieros y químicos. En lo que va de 1963, alrededor de 3.000 personas (argentinas en un 70 por ciento y obreros en un 90 por ciento) trasladan su hogar a los Estados Unidos. Torneros, mecánicos de automóviles, expertos en computadoras, sastres, peluqueros, metalúrgicos, taxistas, forman la nueva curva de emigración. Influyen en ella, tanto el temor a la desocupación, como el problema de la vivienda. Matrimonios jóvenes cansados de vivir en alojamientos compartidos, creen hallar solución en USA. Obreros calificados que ven cerradas o mermadas sus fuentes de trabajo, venden todas sus pertenencias y huyen literalmente para instalarse allá.
La influencia de la emigración adquiere inesperados caracteres. Un matrimonio con nueve hijos se convirtió al mormonismo: tanto los cónyuges como los vástagos. Una de las hijas se casó con un sacerdote mormón.
El consulado norteamericano en Buenos Aires recibe un total de 300 solicitudes de visas diarias, de las que se otorgan alrededor de 100. Todas las mañanas a las 9, una larga fila en las oficinas de Sarmiento al 600 denuncia la inquietud emigratoria argentina. Ello trajo como consecuencia un considerable atraso en el otorgamiento de las visas. Antes demoraba 45 días el obtener una visa. Ahora, la demora es de seis o siete meses. De todos modos, los rechazos no se basan en razones caprichosas. El candidato a ingresar en USA debe cumplir un rígido examen de idioma inglés y efectuar un depósito mínimo de mil dólares para probar solvencia.
Alicia de Renom, de la firma Tym Viajes, (Paraguay 542, 6º piso) manifiesta que su agencia es una de las que más trabajan en plaza en relación con los viajes a USA. Sus frecuentes traslados a numerosas ciudades norteamericanas le han dado, además, una visión personal de hechos curiosos:
• Por primera vez en la historia de las vinculaciones argentino-estadounidenses, se da el caso de que residan allá de 70 a 80.000 argentinos. Sólo en Boston hay 2.000 médicos argentinos, muchos de ellos como inter-ship (internos en hospitales), remunerados con 70 dólares mensuales más vivienda, y otros como residentes (cobran 200 dólares por mes).
• Años atrás, la preferencia de la emigración argentina se dirigía hacia el Este, desde Nueva York a Chicago. Hoy, el estado preferido es California, primero en población y movimiento financiero. Nueva York tiene una superpoblación de medio millón de habitantes, y su clima es menos agradable que el californiano. Por otra parte, mientras el costo de la vida es igual en ambos estados, en California los ingresos promedio son mayores.
• La adaptación del argentino al ambiente norteamericano se concreta con relativa facilidad. El país del Norte tiene, además, múltiples medios de atraer al recién llegado, y uno de los más curiosos es el religioso. Nueva York, California, Miami —esta última, llamada "la pequeña Palestina" —, tienen numerosos templos católicos, protestantes, judíos, a veces uno al lado de otro. Esta circunstancia ha hecho nacer un nuevo tipo de publicidad, y es frecuente encontrar grandes carteles en el frente de las iglesias: "Hoy, refrigeración". "Entre. Se sirven helados".
• Estados Unidos constituye siempre un cebo agradable para el extranjero. Se cuenta, entre tantos casos, el muy reciente de un militar argentino especializado en física nuclear, mediocremente remunerado en este país. Hace tres meses que vive en USA y ya tiene ingresos superiores a los mil trescientos dólares mensuales.
Revista Primera Plana
19.03.1963

Ir Arriba

 

Emigrantes argentinos