Los Bustillo
Informe secreto sobre los murales del Provincial: acusación y defensa
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Después de cinco años de hermetismo puede conocerse ahora el informe reservado sobre el "caso Bustillo", pero su publicación no terminará seguramente con la polémica inaugurada en 1948, cuando César Bustillo firmó sus murales en el hall del Hotel Provincial de Mar del Plata.
Pintados, repintados para ocultar púdicamente algunos desnudos que escandalizaron; sucesivamente tapados por lienzos y destapados, los seis murales que cubren alrededor de 200 metros cuadrados del también discutido hall del Provincial, seguirán encontrando pocos defensores, más dedos que acusen y también algunas opiniones neutrales que enjuician el trabajo pero se oponen a su destrucción.
Los murales de Bustillo fueron concebidos en 5 meses y ejecutados en 7. Independientemente de la opinión que merezcan esas musculaturas hipertrofiadas, esas aves infaltables, las alegorías insistentes y hasta la ubicación de alguna langosta de mar, deberá admitirse que es poco tiempo de trabajo para un juicio interminable.
En 1956, el gobierno de la provincia de Buenos Aires oficializó la polémica al designar una comisión encargada de dictaminar sobre los valores de la obra y su futuro. Jorge Romero Brest, Juan Ballester Peña, Héctor Basaldúa, Manuel Mujica Láinez y Julio E. Payró presentaron sus informes a partir de noviembre de 1957. Sus juicios y los juicios de Alejandro y César Bustillo, constituyeron las piezas de este expediente oficial que ahora se lanza a la luz.
Lo que sigue es una síntesis de esos documentos. Deliberadamente, se omiten de la reseña las opiniones generales sobre la psicología de los turistas, las impresiones de los expertos consultados sobre cuestiones marginales al trabajo mismo y todo aquello que no reviste un interés directo vinculado con la polémica misma.

Inexperiencia
En su informe de 2500 palabras, Julio E, Payró afirma, entre otras cosas:
• En el momento de cumplir su trabajo, César Bustillo no era un artista prominente, ni siquiera un pintor conocido a través de una larga, abundante o señalada producción. Era un joven principiante. Después de entonces no sé que haya vuelto a manifestarse, por lo menos notoriamente, como pintor.
• Ignoro por qué fue preferido a maestros consagrados como Emilio Petorutti, Lino Eneas Spilinbergo, Horacio Butler, Emilio Centurión, Jorge Soto Acebal y otros.
• César Bustillo realizó su tarea, como era de preverse, dada su juventud. con inexperiencia e inmadurez. Librado a sus recursos técnicos limitados, a la indecisión conceptual y estilística propia de sus pocos años, no parece haberse dado cuenta de la considerable responsabilidad que asumía.
• Los temas elegidos no eran apropiados para decorar ese hall. Las composiciones, el dibujo, el color, la factura misma de sus trabajos resultaron deficientes. El pintor osciló peligrosamente, en cuanto a los medios de expresión entre el formulismo académico y las exageraciones de cuño surrealista. Por un lado, figuras convencionales; por otro, monstruosas deformaciones que no se justifican por el logro defina mayor expresividad.
• La gama cromática de ocres, negros, grises, sucios rosados y verdes desagradables produce un efecto deprimente.
• Cuando se inauguró la obra, herían los sentimientos de decencia del público ciertas turgencias, harto elocuentes. Afortunadamente aquello fue ocultado posteriormente. Siguen en cambio resultando ofensivas escenas como aquella de los juegos en la playa, en que un mancebo asusta a una joven acercándole a la cara un cangrejo y al pubis una enorme langosta.
• Por todo ello, las pinturas murales de César Bustillo se sitúan, creo, en los estrados más bajos de la creación artística.

Obsesión del desnudo
El informe conjunto de Manuel Mujica Láinez y de Jorge Romero Brest, no es menos extenso:
• El autor creó formas alegóricas que de manera vaga se refieren al lugar o la región. Ningún turista podrá descubrir, al menos fácilmente, su sentido: 1) porque a diferencia de los hombres del siglo pasado, los de este siglo no tienen lo que podría llamarse una actitud alegórica; 2) porque se trata de alegorías herméticas, difíciles de interpretar.
• Los frescos chocan al visitante, le sorprenden y provocan que desvíe su mirada.
• El autor parece tener la obsesión del desnudo y por ello se ha valido de desnudos en cantidad, excesiva en 5 de los 6 frescos, a nuestro juicio.
• El ojo del espectador no reposa nunca a causa del permanente subir y bajar o desplazarse hacia los costados a que lo obligan las composiciones. Consecuencia: fragmentación o unidad arbitraria que finalmente provoca el rechazo de la visión por cansancio.
• Espacio inexistente, plásticamente hablando, que sólo actúa como fondo para exagerar la violencia dinámica de las figuras y hacer que parezcan mis grotescas aún. Una buena asimilación del arte de Miguel Ángel (aparte de lo anacrónico —sic— que resulta inspirarse en este genio del "cinquecento" italiano) le habría permitido sortear muchos de estos inconvenientes.
• Ningún respeto por la anatomía, se comprende, pero tampoco por la lógica de las formas.
• Dibujo: revela habilidad para plantearse difíciles problemas de movimiento, pero la línea carece en absoluto de expresión.
• Juicio de Resumen: Se ve que el autor era un hombre muy joven cuando hizo estas decoraciones y que no trepidó, por esa misma juventud, acaso, en proponerse una obra que debió exigirle, por lo menos, años de meditación y de trabajo.
El resultado es una obra que indica esfuerzo, coraje, temeridad, pero no esa conciencia artística que a pesar del error o el fracaso, puede producir satisfacción ante la obra de un hombre que se expresa.

Gusto chabacano
En pocas palabras Juan Ballester Peña produjo su informe. Después de destacar aspectos plásticos similares a los anteriores, afirma:
• Construcción efectista de gusto chabacano. Basta ver en "Juego en la playa" un desnudo-hombre que coloca una langosta de mar en el sexo del desnudo-mujer, para ya tener un juicio negativo. No quisiera pecar de exagerado pero esta es una de esas obras a las cuales no se le puede hacer crítica alguna, dada la carencia de materia a analizar que impide el análisis mismo.

Ciertas cualidades
En tono y sentido difiere, en cambio, el informe presentado por Héctor Basaldúa:
• Las pinturas murales, por su composición, por su dibujo y por su color, son poco adecuadas al lugar en que se encuentran, pese a que parcialmente revelan ciertas cualidades plásticas.
• Considero peligroso el hecho de que estimar como inadecuada a una obra signifique su destrucción (toda destrucción del fruto de un esfuerzo sano es condenable). Ello puede ser el comienzo de un camino que nadie desea.
• Creo necesaria la intervención del autor en este problema, ya que es el indicado para decidir sobre el destino de sus trabajos.

Las defensas
El 6 de agosto de 1957, el pintor Bustillo respondió al ser interrogado sobre el origen de la contratación, orden o licencia para la ejecución de los trabajos: "Fui encargado de su ejecución sin cargo alguno para la Provincia, desde luego. Fue un trabajo que hice, pues, con carácter "ad honorem". Mi padre depositó su confianza en mí".
"Ahora yo preguntaría, a mi vez: ¿qué razón tan urgente mueve al gobierno provisorio a tomar una determinación de tanta trascendencia artística? ¿Hay acaso una razón de Estado que obligue a proceder así "Manus militares" (sic) contra una obra de arte y la reputación de un artista argentino? ¿Es así como retribuye el gobierno mi generoso esfuerzo? Que esta medida fuera propiciada y aun cometida por los hombres incultos y deshonestos de la tiranía, vaya y pase, pero ¿no ha triunfado acaso con la Revolución, la legalidad, la cultura y el respeto democrático por todos los valores y derechos?".
Padre e hijo, Alejandro y César Bustillo, respondieron a las críticas en una nota extensa que fue incorporada a este expediente reservado. En síntesis, los imputados responden a cada uno de los llamados a dar su opinión:
• Informe Mujica Láinez-Brest: Llama la atención ver la firma del señor Mujica al pie del informe. Es de todos sabido que comprometió públicamente su opinión, adversa a los frescos y, por lo tanto, quedaba de hecho inhabilitado para actuar en este juicio. Otro tanto puede decirse del señor Romero Brest que hizo suyo el informe. Resumen: un estudio superficial, lleno de incongruencias y demasías (atacan también a la arquitectura ).
• Informe Payró: Evidentemente, desmedido, injusto e imprudente, ya que condena obra y autor sin conocer su persona, su vida y su obra.
• Informe Ballester Peña: Según los firmantes, este informe estaría basado sobre un rechazo a la proposición del señor Ballester Peña que solicitó — afirman— autorización para pintar los murales.
• Informe Basaldúa: El señor Basaldúa es un auténtico valor y un pintor consagrado y respetado. Su informe, como corresponde a un artista, es medido y respetuoso. No gusta de los frescos, se ve, pero respeta obra y autor. A nosotros no nos gusta, a veces, lo que pinta el señor Basaldúa, pero no dejamos de reconocer su honestidad y su condición de artista, además de su talento. Esa es la posición justa.
PRIMERA PLANA
22 de Enero de 1963

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César Bustillo
César Bustillo (saco oscuro) frente a uno de los murales que ejecutó en el año 1948. Tres críticos y dos pintores se expiden sobre esas obras: a ninguno de ellos les gustan, pero uno pide que no sean destruidas
Mural de Bustillo
En el centro, un hombre asusta a una mujer con un cangrejo y una langosta: Payró y Ballester Peña juzgan demasiado ofensiva la escena