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UCRI
Entre Avellaneda y Chascomús: Plataforma a mitad de camino


Un consejero de una embajada extranjera había terminado, hacia fines de semana, un complejo informe sobre el radicalismo intransigente. El funcionario expresaba al gobierno de su país que la UCRI había nacido como una expresión de sectores nacionalistas izquierdizantes que querían adecuar a nuevas necesidades políticas el viejo radicalismo. Esos sectores habían hecho una bandera del célebre programa de Avellaneda, votado en una convención del radicalismo unido en 1945. Sin embargo, la política de Frondizi —dice el informe— rectificó el programa inicial y luego, sobre la base de esa política, se estructuró en 1960, en la ciudad de Chascomús, otra plataforma, más conservadora. Lo cierto es que nadie confía demasiado en los programas de los partidos, pero lo cierto, también, es que los programas reflejan tendencias iniciales y señalan una correlación con determinados públicos electorales, cuyo apoyo se busca. En el fondo —dicen algunos sociólogos— importa poco si luego los programas se cumplen o no: en sí, significan una asunción de posiciones ante fuerzas y sectores de población que luego condicionan a los gobiernos. Por eso, algunos hombres del peronismo y de la democracia cristiana presionaron para una modificación del programa de Chascomús. Es posible que esa modificación sea encarada, tangencialmente, mediante la difusión de una declaración principista de la UCRI. Esa declaración ya ha sido redactada.
El texto —encargado a una comisión redactora por Oscar Alende, presidente del Comité Nacional— será discutido en la Convención Nacional del partido, que se reunirá —presumiblemente— alrededor del 20 de abril.
El documento fue redactado inicialmente por un grupo de hombres jóvenes del partido (Carlos Knopoff, Carlos Corach, Nicéforo Castellano, Carlos Cilleros y César Rodríguez), quienes lo elevaron a una comisión especialmente designada para estudiar el texto (José Manuel Fernández, presidente del Comité de la Capital; César Rodríguez, presidente de la Convención Metropolitana; José Frega, presidente del bloque de convencionales, y Lucio Racedo, vicepresidente 29 del Comité Nacional). Carlos Corach actuó como coordinador entre la comisión redactora y la comisión de estudio; esta última introdujo numerosas modificaciones hasta llegar al anteproyecto definitivo. Como puede observarse, el grupo de dirigentes de la Capital (que perdió su batalla por la vicepresidencia de la Convención) es el que ha tomado virtualmente a su cargo la definición político-programática del partido ante las próximas elecciones. Tanto Oscar Alende como Julio Oyhanarte (presidentes del Comité y de la Convención nacionales) pueden, aún, introducir algunos cambios en el proyecto, que luego será aprobado por los convencionales.
El texto ocupa diez carillas a máquina. La primera parte reitera que la UCRI se pronuncia por el sistema democrático representativo, pero propone que se incorpore a ese sistema la representación de los grupos económicos y sociales. En lo económico y en lo social enuncia los conocidos postulados desarrollistas. Como todos los programas, la proyectada declaración enuncia postulados obvios comunes a todos los partidos, cuya reiteración —sin embargo— es políticamente indispensable.
El primer capítulo aparece intitulado "Política Internacional". Se contienen allí, inicialmente, tres afirmaciones:
• Ratificación de la tradicional política argentina de paz, de la aplicación estricta de la "Declaración de los Derechos Humanos" de las Naciones Unidas y del principio de no intervención.
• Afirmación de la personalidad internacional de la República mediante la actuación de los organismos internacionales, en defensa de los principios señalados.
• Afirmación de la soberanía nacional. Defensa contra toda amenaza a nuestra independencia, directa o indirecta, desde adentro o fuera del territorio de la República.
En seguida se pasa a desarrollar un subtema: "Argentina en América", donde se sostiene que "a los efectos de su presencia como factor en la lucha contra el totalitarismo, el continente no tiene fronteras y es una sola realidad". El apartado hace numerosas consideraciones sobre la necesidad de promover una desarrollo intensivo de América latina y se pronuncia por la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio. "Argentina en Occidente", otro subtema, señala que "Argentina pertenece por origen y vocación a la comunidad de naciones herederas del mensaje espiritual elaborado por el Occidente cristiano". En "Argentina en el mundo" se expresa que "nuestra situación de crecimiento y nuestra inalterable vocación de libertad nos habilitan para encarar la diversificación del comercio exterior mediante la búsqueda de nuevos mercados, intensificando nuestras relaciones comerciales con todos los países del mundo sin riesgo para nuestra tradicional forma de vida".
En el capítulo sobre problemática político-institucional, el programa ucrista se pronuncia contra todas las formas de discriminación política, social, racial, cultural o religiosa.
El tercer capítulo se titula "Prioridades del Desarrollo". Allí expone el siguiente orden de prioridades:
• Afirmación del autoabastecimiento energético.
• Intensificación de la producción de hierros y aceros. Impulso a la petroquímica.
• Construcción de caminos y nuevas rutas que terminen con el aislamiento de las zonas productoras. Reactivación, modernización y construcción de aeropuertos, puertos fluviales y marítimos. Racionalización de los ferrocarriles.
• Fomento de la minería.
• Protección de la industria nacional contra la competencia de monopolios extranjeros.
• Fomento de las radicaciones de capital e industrias.
• Capitalización y tecnificación del campo mediante: créditos, planes de irrigación, asistencia técnica, colonización, escuelas especializadas.
El texto añade que "la iniciativa privada, nacional o extranjera, que movilice nuestros recursos, provea ocupación y capitalice a la Nación, no debe ser trabada por inútiles recaudos burocráticos".
El capítulo sobre desarrollo social incorpora nuevas tesis: una de ellas es la "participación de obreros, empleados y técnicos en la conducción y planeamiento de las empresas, mediante la formación de consejos, sin dejar por ello de corresponder la responsabilidad definitiva a los empresarios". El capital y la propiedad son definidos como "medios de sostenimiento y defensa de la libertad y dignidad humanas" y considerados idóneos en cuanto cumplen esa finalidad. Se hace hincapié en la necesidad de promover el cooperativismo.
El nuevo programa ucrista incorpora capítulos sobre promoción de planes de vivienda y defensa de una central de trabajadores. El capítulo educativo se define oblicuamente por la enseñanza libre (fomento de los establecimientos privados, dice).
En síntesis, el nuevo programa con que la UCRI tratará de superar la antinomia entre Avellaneda y Chascomús y adaptarse a las exigencias hechas llegar por algunos sectores frentistas, se define por:
• Política exterior independiente, dentro del marco occidental y cristiano. Solidaridad hemisférica.
• Creación del Consejo Económico-Social.
• Continuación de la política de desarrollo.
• Defensa de la propiedad y coparticipación laboral en la conducción de las empresas. Cooperativismo.
• Enseñanza libre.
Un observador sostuvo que no veía muchas diferencias con los postulados del frigerismo.

Frente
Importancia de los compaginadores

Quince días sin novedades espectaculares han hecho que volviera a replantearse una pregunta casi clásica en la política argentina: ¿Existe el Frente Nacional? A poco más de dos meses de las elecciones, el frente sigue sin anunciarse formalmente y sin elegir candidatos. Sin embargo, los dirigentes frentistas no sólo expresan que el Frente existe sino que dentro de diez días tendrá candidatos.
Se cumplieron, por ahora, tres etapas "frentistas": el lanzamiento de la idea, el establecimiento de vínculos entre dirigentes y la determinación de actitudes afirmativas por parte de organismos de los partidos. Las dos últimas, sin embargo, serán las más complicadas: la cuarta es "programa y acuerdo", o, como dice Basilio Serrano, "cuestión procedimientos". La cuestión procedimientos trata del alcance de las candidaturas comunes del Frente, es decir:
• Cómo se elegirán los candidatos a senadores nacionales;
• Cómo se elegirán los candidatos a diputados nacionales y a las legislaturas provinciales;
• Cómo se elegirán los electores de presidente y vice. Para esto hay dos variantes: a) cada partido llega al Colegio Electoral con los suyos; b) se confecciona una lista común por orden alfabético.
El Frente tiene cuatro partidos, pero solamente tres sectores: la UCRI, el peronismo y social-cristianos-conservadores populares. Un hecho insólito es que tanto frondizistas como peronistas tratan de dar la mayor representatividad posible al tercer sector. El tercer sector, por otra parte, es el "sector compaginador", la "tierra de nadie": son Serrano, Lalo Paz, Amadeo, Güiraldes, los que citan a las reuniones.
El papel de los "compaginadores" es más amplio que eso: los compaginadores son quienes tienen más acceso a las Fuerzas Armadas; los compaginadores son los que previeron un intento colorado e informaron de eso a los frentistas. Y, no obstante, en medio de los acontecimientos, dos comisiones del Frente prosiguieron reuniéndose todos los días: la comisión de programa (Serrano, Tonelli, Zorroaquín Becú y Tecera del Franco, que actúan con la colaboración de Cafiero y Correa Avila) y la comisión de procedimientos (Domingorena, Obligado, Paz y Tecera del Franco); la comisión de procedimientos ya adelantó el borrador del texto de declaración de la constitución del Frente. Ahora Serrano, en entrevistas con el general Rauch, considerará los aspectos viabilizadores de la coalición, luego de una preliminar (dos horas) entre el coordinador frentista y el subsecretario O'Donnell. Pero Rauch también habría expresado que quiere hablar directamente con los justicialistas.

UCRP
Illía-Perette: Un futuro rodeado de enigmas y ecuaciones radicales
Cruz del Eje (Córdoba): después de 12 horas de consultorio, Arturo Illía se retira a comer en familia. Su amigo Héctor Llorens le informará en la sobremesa sobre las últimas novedades recibidas de Buenos Aires; además, prepararán juntos la agenda política a desarrollar en el próximo viaje a la Capital. Buenos Aires: un hombre joven y entrerriano, Carlos H. Perette, se queda dormido en su departamento del Abasto, sobre una carpeta rotulada "Instituto Nacional de Reaseguros". Al día siguiente, el teléfono lo despertará a las seis y media. Han terminado así, con cuatro horas de diferencia, las jornadas de los candidatos a presidente y vicepresidente por la UCRP. Hasta ahora, la mayor parte del peso de la labor preelectoral ha caído sobre Perette: prácticamente están a su cargo los equipos técnicos que deberán proponer las "soluciones radicales" a los problemas argentinos. Esos equipos, que están estructurados dentro de la Comisión de Prensa de la Junta Promotora, incluyen a Damiani (Santa Fe), Garay (Entre Ríos), Bielsa, el ex embajador Alberto Candiotti y los ex ucristas Nélida Baigorria (su fuerte son los problemas educacionales) y Zenon Goldstraj (conocido como experto en cooperativismo).
Colaboran también los viejos equipos que asesoran al Comité Nacional: Germán López, Antonio Troccoli, Alfredo Concepción, Raúl Alfonsín y Bernardo Grinspun. Algunos entienden que debe conseguirse una mayor coordinación entre los equipos de la Comisión de Prensa y del Comité Nacional. De todas formas, se están estudiando ya problemas tales como los relativos a la reforma agraria, petróleo, Instituto de Reaseguros, etc., junto con la redacción de un meduloso estudio
del cooperativismo: "Pensamos darle al cooperativismo en la Argentina un gran impulso, porque entendemos que es la clave del desarrollo argentino", explicó Perette a PRIMERA PLANA, mientras recogía una carpeta que se le había caído, en el taxi que lo conducía por Lavalle.
"Ya no se puede improvisar —acota el candidato a vicepresidente—; el país necesita hombres honestos y capaces, pero si me dan a elegir entre una u otra cualidad, prefiero la capacidad. Esta fue la desgracia de Frondizi".
Si el Estado Mayor de la UCRP está convencido de algo, es de que no conseguirán el imprescindible 57 % requerido por el sistema D'Hont para imponer su propia fórmula. Consideran, además, como axioma básico de la estrategia preelectoral, la imposibilidad de que se concrete el Frente Nacional, que es su verdadera obsesión: "Los últimos acontecimientos lo han enterrado definitivamente", comenta el doctor Marini en el Comité Nacional.
Las cosas, vistas desde Alsina 1600, sede del Comité Nacional, se presentan así en el Colegio Electoral: la UCRP obtendrá la primera mayoría con un porcentaje que oscilará alrededor del 35 %. Enfrente encontrará un grupo de partidos más o menos heterogéneos, a los que les será tan difícil ponerse de acuerdo entre sí como con el radicalismo del Pueblo. Aquí, los estrategos de la UCRP se formulan algunas preguntas: ¿qué caudal alcanzarán los partidos que apoyan a Aramburu?; si la UCRI se presenta sola, ¿se desinflará mucho o podrá capitalizar el descontento producido por los acontecimientos que se desarrollaron con posterioridad al 29 de marzo de 1962?; si el justicialismo se presenta, ¿el electorado aceptará un peronismo sin la menor posibilidad de Perón?
Las respuestas a estas preguntas clarificarían totalmente el futuro radical, pero deben contentarse con la frase del ex diputado Rubén Blanco: "Cuando lleguemos al puente lo cruzaremos...". Por su parte, allegados a Illía consideran que la unión de los radicalismos se impondrá arrolladoramente en el Colegio Electoral, conformando así un núcleo lo suficientemente fuerte como para polarizar el "antiaramburismo". En tal caso deberán negociarse y cumplirse cualquiera de las siguientes posibilidades:
• Si la UCRI alcanza poco caudal y se llega a un acuerdo con partidos menores, podrán cederse algunas senadurías e imponer a Illía-Perette. Esta posibilidad es la más agradable, pero la menos probable.
• Si aparece una UCRI más fuerte, aunque no tanto como la UCRP, ésta impondrá su presidente renunciando a la vicepresidencia: esto también resulta una perspectiva agradable.
• Según los radicales del Pueblo, es menos probable y menos agradable que su partido resulte superado por la UCRI, y en tal caso deberán resignar la presidencia.
En cualquiera de estos casos, afirman los amigos de Illía-Perette, la UCRI o la que sea deberá allanarse a nuestro programa.
Otros de los esquemas que circulan en la UCRP, son los siguientes:
a) Dentro de la agrupación hay tres líneas básicas (el balbinismo, la "línea Córdoba" y el neo-unionismo); estas líneas se han mostrado muy unidas, prácticamente no aparecen divisiones. Sin embargo, se puede ver que la fórmula nacional no incluye al balbinismo, que se reserva, con Anselmo Marini (cuyo triunfo en las elecciones internas nadie duda), el importante distrito de la provincia de Buenos Aires.
b) Hace cosa de tres meses, el balbinista Arturo Mor Roig, secretario del Comité Nacional, con el "nihil obstat" del mismo Ricardo Balbín, propuso una asamblea de partidos políticos, que en su momento fue interpretada como una posibilidad de "apertura". Hay que tomar en cuenta que a esta asamblea no asistió el aramburismo.
c) Allegados a Balbín dudan de que la UCRI pueda renunciar al "Programa de Chascomús". Incluso piensan que el Frente todavía puede darse.
d) Por más que se apure UDELPA, no va alcanzar a cubrir eficazmente el país antes de las elecciones.
e) La coordenada aramburiana muestra como constante la conquista pacífica del poder central, no interesándole mayormente las provincias, "actualmente muy dependientes del ejecutivo nacional". Las provincias pueden interesarle a la UCRP.
f) La UCRP se ha negado a apoyar o a efectuar un acuerdo antes de las elecciones con cualquier partido o candidato extrapartidario.
En definitiva, nadie duda de que la UCR del Pueblo se presentará con sus propias fuerzas a las elecciones, y conversará con los grupos mayoritarios después de las elecciones. Los sueños de algunos jefes de las Fuerzas Armadas sobre la unión de los radicalismos han sido desechados, como también la posibilidad de que la UCRP facilite su monolítica estructura partidaria a la candidatura del general Aramburu.

Democristianos
Confían en el 13 de octubre de 1963

"El dios de los paganos ciega a los que quiere perder y el de los cristianos mantiene despierto a los que quiere salvar, porque desea verlos en paz", afirmó Horacio Sueldo, al aceptar la candidatura a presidente de la República por la democracia cristiana el 31 de marzo pasado. Finalizó diciendo que podía estar en esos momentos jurando como vicepresidente casi electo, en un frente cenagoso, pero que estaba con su partido "en un frente lírico, quizás". Más tarde, fue paseado en andas por sus correligionarios junto con su "partner", el dirigente santiagueño Eduardo Cerro. Sin embargo, tanto los nuevos candidatos como sus correligionarios tenían, y tienen, la esperanza de que el binomio Sueldo - Cerro no tenga mucha vida. El mismo día y en el mismo acto, la Convención Nacional autorizó al Consejo Nacional (los presidentes de los distritos más la mesa directiva de la Junta) a modificar la fórmula presidencial en el caso de que llegue a concretarse el Frente Nacional que propugna el partido después de su espectacular retiro del "otro frente", el cual, evidentemente, no podía controlar.

¿Sueldo - CGT?
Todavía en Buenos Aires, con un pie en el estribo que lo conduciría a Córdoba, el doctor Sueldo comentó con sus allegados la posibilidad de que la CGT acepte el segundo término de la fórmula, gestión que deberá concretarse en estos días. Los dirigentes democristianos saben que el destino del partido está en las posibilidades que tenga de "encastrarse en el proceso justicialista". Para que se repita en la Argentina el "boom" chileno o italiano, saben que les falta una cosa muy importante: un partido comunista fuerte. Las condiciones politicosociales de este lado de los Andes han permitido que el proceso de elevación política de las masas se concrete, por lo menos hasta la fecha, por medio de un partido no marxista, el justicialismo, es decir, un partido que no se cierra en una alineación materialista, como sería el caso de un partido comunista. Por eso, siguiendo un poco a sus hermanos ingleses (nucleados en el grupo "People and Freedom") que actúan en los partidos tradicionales, los demócratas cristianos argentinos consideran que deben realizar su parábola política unidos al justicialismo.
En tal tesitura se encuentran apoyados por los redactores peronistas trotzkistas de "Palabra obrera". En su último número, aunque asumiendo una actitud de "sueldismo crítico", propician la fórmula Framini-Sueldo. Para que quede claro su falta de contactos previos con Sueldo o el partido dan los siguientes datos sobre el dirigente cordobés: "libertador arrepentido, político democristiano ligado a la Curia y asesorado por dirigentes industriales". El propio Sueldo considera falsas la mayor parte de esas apreciaciones.
"La línea" se afirma de todas maneras, según manifestó el inteligente y sin embargo desconfiado Jorge Méndez, dirigente porteño democristiano, "lo importante es que la línea sueldista se impuso en Córdoba. Nuestra labor comienza el 13 de octubre de 1963, cuando el justicialismo, si integra el Frente, pierda su confianza en el mismo".
Las esperanzas que tenían algunos dirigentes porteños (concretamente, la línea que orienta Salvador Busacca) depositadas en la posibilidad de que algunas juntas provinciales "se declaren en rebeldía" fueron abortadas por los 68 votos afirmativos a la estrategia de la Junta Nacional. Hubo una negativa litoraleña y una abstención porteña. Un triunfo inesperado, incluso para el optimista Guillermo Fernández Gill, quien en su carácter de nuevo presidente de la junta de Buenos Aires asistió, para la misma fecha, a la Asamblea Extraordinaria de la Juventud de Buenos Aires. También la provincia, o por lo menos su juventud, participa en el entusiasmo "pro-Sueldo".
Revista Primera Plana
16.04.1963

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Política Nacional según Flax
"El comunicado doscientos se escribió entonces, a través del cual, el peronismo volvió a ser proscripto en cierto modo, en las elecciones de julio de 1963, que triunfó el doctor Illia."