Febrero fue el mes en que todos los participantes de la vida
nacional dieron a conocer sus intenciones, y la enorme
cantidad de ambiciones en juego, electoral y por lo tanto
constitucional. Pero marzo será el mes de las decisiones
irrevocables: por lo tanto el panorama se clarificará.
Febrero fue el mes negativo; marzo será el mes positivo.
Con ligeras diferencias de matices, ese es el panorama de la
situación nacional en el cual coinciden todas las fuentes
políticas consultadas por PRIMERA PLANA hacia fines de
semana. De acuerdo a esas fuentes, los puntos esenciales del
panorama serían los siguientes: 1) En diferentes
conferencias internacionales y especialmente en las
interamericanas, el gobierno de los Estados Unidos dejó
claramente sentado que sólo pueden pertenecer a Occidente, y
tener derecho a la colaboración de Occidente, los gobiernos
auténticamente representativos. Pero por primera vez la
semana última, esta actitud de respeto a las decisiones
populares fue el motivo de una condecoración norteamericana:
al otorgar al general Onganía la Legión al Mérito, el
presidente Kennedy dejó claramente establecido el papel del
comandante en jefe del Ejército Argentino en posibilitar una
salida electoral y constitucional a nuestro país, y dio
precisamente este motivo para el otorgamiento de la medalla.
Por lo tanto, la voluntad de apoyo de los Estados Unidos a
una solución electoral en la Argentina, tendrá seguramente
serias derivaciones en el orden financiero, económico y
militar. 2) En el curso de marzo, el general Aramburu
decidirá si acepta ser candidato a presidente antes de las
elecciones, o si mantendrá conexiones privadas con los
partidos políticos para contar con una chance en el colegio
electoral después de las elecciones. 3) En el curso de
marzo la UCRI, dirigida por Frondizi, decidirá las
condiciones de su participación en el Frente Nacional. 4)
En el curso de marzo, el justicialismo, dirigido por el
ingeniero Iturbe, decidirá su participación en la vida
política pública dentro de las limitaciones que se están
conviniendo con el gobierno en general, y con las Fuerzas
Armadas en particular. 5) En el curso de marzo se dará un
nuevo impulso a sectores de la UCR del Pueblo, la democracia
cristiana, el social cristianismo, la democracia
progresista, los conservadores populares y algunos partidos
provinciales para que integren el Frente Nacional. Es
evidente que el país entra de lleno en la etapa de las
decisiones finales, que según todos los indicios irán
acompañadas por una decisión cada vez más firme de las
Fuerzas Armadas de no permitir que el peronismo vaya un paso
más allá de lo convenido, y el golpismo un paso más allá de
las conversaciones reservadas. Un oficial de Aeronáutica,
lo explicó del siguiente modo; "Hasta el regreso de Onganía,
se harán los borradores; después del regreso de Onganía, se
firmarán las actas."
Justicialistas Iturbe:
concurrencia a comicios y silencio El justicialismo se
dispone a superar otra etapa en el proceso de mutaciones
táctico-estratégicas que viene operando desde su
derrocamiento del poder. Ahora considera que los dos últimos
actos de Raúl Matera (el disco y la carta a las Fuerzas
Armadas) no han hecho sino desconcertar a la masa de adictos
y provocar confusión con respecto a la autenticidad de sus
propósitos enunciados en pro de la pacificación nacional.
El ingeniero Alberto Iturbe —que regresó de su viaje a
Madrid— entiende que el justicialismo tiene que trabajar en
silencio, organizarse en la Unión Popular y comenzar a
elaborar seriamente el Frente Nacional, en forma
programática y orgánica. Comprende que los justicialistas
tienen que estar dispuestos a hacer concesiones y cree en
una conciliación a través de un programa. Pero, básicamente,
sus tesis sobre la forma en que debe ser conducido el
movimiento consisten en hacer hincapié en la necesidad de que
los justicialistas pasen inadvertidos por un tiempo: al
contrario del creador de la "Operación Prestigio" (Raúl
Matera), opina que el silencio es la mejor contribución a
las posibilidades de pacificación nacional. En
conversaciones con amigos, Iturbe reiteró que el
justicialismo está ubicado firmemente en la línea
concurrencista. El rótulo de Unión Popular será reconocido
y detrás de ese rótulo se organizará el movimiento,
desapareciendo así la razón de ser del Consejo Coordinador y
Supervisor. Con el rótulo de Unión Popular, los
justicialistas concurrirán a las negociaciones frentistas.
Embajadores No habría nuevas protestas a Madrid
Muy preocupado por la vida pública de Juan Perón en Madrid,
llegó a Buenos Aires el general Julio Argentino Lagos
(embajador argentino en España) y se hizo presente en la
Cancillería, donde presentó documentación (inclusive
fotográfica) sobre las amplias vinculaciones que mantiene
allí el presidente derrocado en 1955. Perón concurre a
reuniones de la alta sociedad y mantiene contactos con
miembros del gobierno y de las fuerzas armadas españolas,
además de las reuniones con dirigentes argentinos. Sin
embargo, es criterio del gobierno argentino obviar nuevas
reclamaciones, que no tendrían resultado práctico alguno ya
que se prestarían a contra-reclamaciones por la acción de
republicanos españoles exilados en este país. El regreso
a la Argentina permitirá al general Lagos asistir a la boda
de su hija, que se realizará esta semana.
Frondizi
Desde Bariloche, agilizará contactos Cuando Amadeo —en
las últimas semanas— visitó a Frondizi en Martín García le
transmitió que consideraba necesario que el radicalismo
intransigente agilizara sus relaciones con los demás
sectores del Frente Nacional y dejara de concentrarse en sus
propios problemas internos. "Si la UCRI sigue siendo
absorbida por sus luchas de facciones —asintió Frondizi—
terminará convirtiéndose en un partido al estilo del
radicalismo del pueblo, que es una gran agrupación, pero que
no gobierna ni gobernará porque la política argentina no
permite que su eje sea un solo partido aislado". Frondizi
agregó además que para influir sobre la UCRI necesitaba
recibir a treinta personas por día, y a algunas de ellas sin
que forzosamente trascendiera. Entendiendo que la UCRI
debe participar igual que los demás partidos en un proceso
de conciliación nacional, el ministerio del interior
resolvió entonces el traslado de Frondizi a la finca "El
Trébol", de Bariloche ("El Trébol" fue elegida por estar en
la zona más cálida de Bariloche). Allí Frondizi va a poder
recibir a quien quiera, custodiado por la policía y a
disposición siempre del Poder Ejecutivo pero, ahora, a
través del Ministerio del Interior y no ya de la Secretaría
de Marina. Si las necesidades políticas del país lo hicieran
necesario, Frondizi luego podría ser trasladado a algún
punto más cercano a la Capital Federal. Lo interesante es
que el traslado de Frondizi se produce pocos días antes de
las sucesivas reuniones que mantendrán el Comité Nacional y
la Convención Nacional. El viaje cambiará posiblemente la
faz de la política de la UCRI: difícilmente los delegados y
convencionales que lo visiten desoigan sus reflexiones y
consejos. Por otra parte Frondizi puede haber dado otro
paso en su propósito de enfrentar el poder de Alende dentro
de la UCRI: el terceto negociador originario, designado para
las entrevistas con los partidos frentistas, ahora será
reemplazado por un quinteto. ¿Cómo la UCRI puede designar
un quinteto cuando el compromiso es que cada sector
frentista concurrirá a las negociaciones por medio de tres
representantes? La mecánica con que funcionará el "quinteto"
es la siguiente: siempre irán tres delegados ucristas, pero
esos tres delegados no tienen por qué ser estrictamente los
mismos. Según el carácter de los diálogos, las presencias
pueden intercambiarse de acuerdo a la ley de afinidades.
Serán respetados, sin embargo, los tres designados en primer
término (Alende, Uranga y Sylvestre Begnis) en carácter de
mediadores preferenciales: sólo si alguno de ellos no puede
concurrir o se excusa, podrán hacerlo en su lugar alguno de
los nuevos. Pero, de todos modos, los dos flamantes
mediadores (Abel Costa y Héctor Gómez Machado) representan
al "frondizismo ortodoxo" contra la "herejía alendista".
Pese a que en los medios alendistas se intenta disimular el
hecho, resulta evidente que la ampliación del número de
negociadores constituye un nuevo traspié para el
ex-gobernador de Buenos Aires.
UCRI Alende:
Controla al partido mientras Frondizi no diga no Paseando
en automóvil, el alendista dirigente metropolitano Simón
Junín aseguraba días pasados a PRIMERA PLANA que el proceso
interno de la UCRI desembocará finalmente en la proclamación
de la candidatura de Oscar Alende para la presidencia de la
República. El cronista planteó entonces una serie de
interrogantes, uno de los cuales se centraba en la probable
actitud de Frondizi: según algunos observadores, el más
reciente de los ex presidentes no vería con simpatía esa
postulación. Lo interesante es que la acotación periodística
"forzó" la siguiente respuesta del ex diputado ucrista:
—Si Frondizi se opone a Alende, una crisis de incalculables
consecuencias estallará entre el partido y Arturo. Junín
vaticinaba así que podía llegar el momento en que la ruptura
de Alende y Frondizi pasara del terreno de las
interpretaciones al de los hechos concretos. Los alendistas
consultados luego por PRIMERA PLANA aseguraron, en cambio,
que Frondizi terminaría aceptando como una realidad la
candidatura presidencial de Oscar Alende. Todos concordaban
en que Oscar Alende había pasado a convertirse en el más
serio obstáculo para la idea de un Frente Nacional con
candidatos extra-partidarios. ¿Cuál es la diferencia
fundamental entre quienes, sostienen el criterio "frondizista
ortodoxo" y los "alendistas"? Frondizi, al parecer, está
dispuesto a llevar hasta sus últimas consecuencias la
idea-clave de sus antiguos éxitos políticos: la
extra-partidización de la UCRI, la conversión del
radicalismo intransigente en una pieza instrumental del
proceso de desarrollo, coaligable a otras fuerzas,
identificable como radical sólo en tanto recuerdo emocional
pero no como una doctrina independiente de lo "nacional y
popular". Alende asegura no ser tampoco un enemigo del
Frente Nacional, pero entiende que la UCRI debe negociar con
los otros partidos desde posiciones de fuerza: es decir,
debe negociar con su estructura cerrada y sus candidatos en
la mesa de acuerdos. Los adversarios de Alende, por
supuesto, aseguran que esa posición significa — en los
hechos— una adhesión teórica al Frente Nacional y una
negación práctica de las posibilidades de concretarlo: nadie
— afirman— aceptará llegar hasta la mesa de negociaciones en
esas condiciones. Lo cierto, sin embargo, es que Alende
parece tener la fuerza suficiente como para imponer sus
ideas en un "primer tempo" dentro de la UCRI: tanto en el
Comité Nacional (a reunirse el 14) como en la Convención
Nacional, tendrá seguramente mayoría, a menos que Frondizi
adopte una posición pública que vuelque las fuerzas en otra
dirección. Alende ha pedido ahora licencia como presidente
de la Junta Nacional y aspiraría secretamente a ser próximo
titular del Comité Nacional: a la manera de Frondizi en la
última campaña presidencial, entiende que la dirección del
partido es el primer paso para la acción electoral. No
obstante, al menos en una primera instancia, Osvaldo Horacio
Domingorena será postulado para la presidencia del Comité
Nacional. Pero Domingorena puede declinar su candidatura en
favor de Alende. El probable candidato anti-alendista —
quizá Cáceres Monnié — será, casi con seguridad, derrotado.
Opina Alende Es interesante llevar ahora el análisis
de las posibilidades de Alende hasta los mismos puntos de
vista del ex gobernador de Buenos Aires sobre sus
perspectivas, sus ideas de gobierno y las críticas que se
formulan. En declaraciones para PRIMERA PLANA, el doctor
Oscar Alende ha expresado: • Sobre la acusación de haber
mantenido contacto con los colorados durante la última
crisis militar: El viernes, por la tarde, en la semana de
setiembre, antes de la reunión que debió realizarse en la
Secretaría de Marina, al atardecer —según lo documentó
"Correo de la Tarde"— di a publicidad un documento de apoyo
al sector azul. Con anterioridad, el partido había emitido
dos documentos del mismo tenor: el 17 de agosto, en Córdoba,
instando a una reacción en el seno de las propias Fuerzas
Armadas cuando los mismos que apelaban a los organismos
internacionales en problemas vinculados con la libertad de
imprenta, intervinieron militarmente al diario "Clarín".
Nuestra posición es, pues, absolutamente clara. Y cuando
días pasados he dicho que en el proceso político actual debe
haber, al lado de la solución político-económico-social, una
solución militar, me he referido concretamente a la
necesidad de que en las Fuerzas Armadas tenga, en el futuro,
absoluta vigencia la mentalidad azul. Pero, entiéndase bien,
mi profundo deseo es que no existan sectores ni colores
dentro del Ejército, para que se cumpla el hondo proceso de
transformaciones económico-sociales y para que se produzca
la recuperación moral del país. Opino que las Fuerzas
Armadas deben participar en ese proceso. • Sobre la
acusación de deslealtad hacia Arturo Frondizi: Nuestra mejor
solidaridad con Arturo Frondizi la ejercitamos cumpliendo
con plenitud la tarea de reorganizar al partido y adecuarlo,
con energía y decisión, a los cambiantes y difíciles
requerimientos de esta hora. Frondizi es el líder de nuestro
partido, pero es un líder a la manera europea: su ámbito es
el de las ideas y el ámbito de nuestro partido es el de la
organización democrática. Respeto absolutamente la
idiosincrasia de otros partidos políticos, y no va en esta
consideración ningún sentido peyorativo, pero hay un hecho:
en el peronismo, el poder decisorio de Perón es absoluto;
ninguno de nosotros tiene en la UCRI, por las
características propias de nuestro partido —vital y
multitudinario— la fuerza de la unanimidad. Cuando conversé
últimamente con Frondizi, su mayor orgullo se centró en esta
capacidad creadora del partido, que lo recibirá con
entusiasmo en el momento de su liberación, pero que también
ha sabido, en horas difíciles y a través de todos sus
sectores, mantener ágil la controversia interna y la
estructura democrática de sus cuadros. • Sobre la
acusación de que su enfrentamiento a Rogelio Frigerio es un
tiro por elevación contra Arturo Frondizi: Con respecto a la
política económico-social de los cuatro años, en la que
Frigerio actuó como colaborador de Frondizi, señalo mi
acuerdo pleno con la necesidad de afrontar, activa y
audazmente, un programa de desarrollo. Pero señalo, también,
mi divergencia con enfoques y procedimientos, no ya de
Frondizi, sino del equipo frigerista, con el que permanecí
desentendido durante los cuatro años. Soy partidario de no
remover el pasado y de exponer positivamente soluciones.
Pero considero un error esencializar la técnica...
Esencializar la técnica es señalar, por ejemplo, que la
libertad cambiaría y la libertad de empresa están
indisolublemente ligadas al desarrollo nacional, el que debe
ser transplantado para su estricto cumplimiento, al plano
internacional para favorecer la autodeterminación de los
pueblos... Este tipo de conceptos dogmáticos encadenan
nuestras posibilidades, porque los que deben permanecer
invariables son los objetivos y, con los debidos resguardos
morales, distintos deben ser los procedimientos. • Sobre
las ideas básicas para este momento del proceso de
desarrollo: Creo, por ejemplo, que nuestro país debe
defenderse comercialmente en el plano internacional, ya que
la pretendida libertad en este orden no existe y cada nación
se atiene a sus propias conveniencias mediante todos los
instrumentos aptos para ello, incluso el control de cambios.
En el área interna, debemos proteger al capital, al trabajo
y al consumo nacional, promoviendo la industria de acuerdo
con los planes y las prioridades que se hayan fijado, con
una utilización adecuada del ahorro nacional. Hay que
recrear también una mística de la honradez y de la confianza
en nuestra propia capacidad. • Sobre la posibilidad de
una reconciliación radical: Soy absolutamente frentista.
Pero hay que hacer varios interrogantes: ¿Habrá o no
elecciones? ¿En qué medida el Frente Nacional impide la
realización de las elecciones? Claro que mi decisión está
perfectamente tomada, a pesar de los riesgos que la pregunta
implica. Las mismas Fuerzas Armadas comprenderán que no
puede mantenerse segregados de la vida del país, como si
fueran ciudadanos sin libreta, ajenos a las decisiones
nacionales, a millones de argentinos. ¿Cómo puede
concretarse la posibilidad que obliga a un equilibrio entre
este valor político-social y el hecho militar? Y, además,
pregunto. .. cuando en los diarios aparecen nutridas
columnas de execración a las formas políticas del peronismo
y se deja de lado al fraude.. . ¿Es que se teme al
peronismo, se teme que repita algunos errores políticos de
ayer, o se teme en realidad a las consecuencias que tendrá,
en la futura vida del país, la acción de las fuerzas
sociales? Entiendo que el frente debe ser una verdadera
unión nacional, en la que gobiernen todos, incluidos los
radicales del Pueblo, excluidos aquellos cuya mentalidad
colonial o compromisos internacionales los llevan a luchar
contra su conciencia argentina y contra el desarrollo y la
justicia social. • Sobre Mario Amadeo: Es un gran valor
intelectual y personal. Considero que está realizando un
brillante esfuerzo en beneficio de ideas políticas
fundamentales.
Recuento ¿Con qué fuerzas
efectivas cuenta Oscar Alende en el nuevo Comité Nacional?
Según los cálculos de adictos y adversarios, la situación
—en cuanto a relación de predominio— sería la siguiente :
• Capital Federal: Los alendistas sostienen que cuentan con
los cuatro delegados; sus adversarios entienden que tiene
asegurado tres votos y uno (Rabanaque Caballero) lo
consideran dudoso. • Buenos Aires: Los cuatro delegados
serán alendistas. • La Pampa: Según los alendistas, los
cuatro delegados les son adictos. Los "frentistas" sostienen
que la relación les es adversa en proporción de 3 a 1. •
Córdoba: Vaca Narvaja está allí en el "frentismo", mientras
Brower de Koenig respalda a Alende. El cálculo alendista da
a Brower tres delegados y uno a Vaca Narvaja; los frentistas
estiman que puede obtenerse un empate en dos delegados por
sector. • Cuyo: Alende calcula que puede obtener seis
delegados contra seis de sus adversarios, de acuerdo con la
siguiente distribución: San Luis, 4 a 0 a favor; Mendoza y
San Juan, 3 a 1 en contra en cada una. Un cálculo frentista
asegura la derrota de Alende en la zona por 11 a 1 (4 a 0 en
Mendoza, 4 a 0 en San Luis y 3 a 1 en San Juan). Como puede
observarse, la posición de los cuatro delegados de San Luis
es interpretada en forma absolutamente contradictoria. •
Patagonia: Los frentistas estiman que de los 16 delegados de
las provincias de Chubut, Santa Cruz, Río Negro y Neuquén, 8
corresponderán a la "línea dura" y 8 al alendismo. También
aquí el cálculo alendista es absolutamente distinto:
entienden que en la zona, la ventaja a favor de su sector es
de 15 a 1 (solamente adjudican un delegado por Río Negro a
los frentistas). En Tierra del Fuego, Alende tiene tres
delegados a favor. • En Chaco y Salta recién habrá
elecciones internas el 17 de marzo. • Jujuy: Los cuatro
delegados son alendistas. • Catamarca: Los cuatro
delegados son alendistas. • La Rioja: Los cuatro
delegados son alendistas (hay algún dudoso, según los
frentistas). • Santa Fe: Los cuatro delegados son
frentistas. • Santiago del Estero: Los cuatro delegados
son alendistas. • Tucumán: Los cuatro delegados son
alendistas. • Formosa y Misiones: El frentismo confía en
obtener cinco delegados contra tres. Alende se atribuye los
ocho delegados. • Entre Ríos: Dos alendistas y dos
frentistas. • Corrientes: Según los partidarios de Alende,
cada sector tiene dos delegados. Los frentistas estiman que
el resultado les será favorable por 3 a 1. En síntesis:
Los dos sectores reconocen la preeminencia alendista en el
próximo Comité Nacional. Difieren solamente en la
proporción: según los partidarios de Alende, la mayoría le
es adicta en relación de 71 a 16; según sus adversarios, esa
mayoría es solamente de 50 a 37. El "punteo", lógicamente,
ha sido hecho teniendo en cuenta una asistencia ideal de 87
delegados al Comité Nacional. Alende, de todos modos,
controlará seguramente al alto organismo y, sin duda, la
Convención Nacional. Al menos mientras Arturo Frondizi no
diga abiertamente que no. Si Frondizi no dice que no, Oscar
Alende puede impulsar su propia candidatura a presidente de
la República y llevarla, por lo menos, hasta la mesa de
negociaciones con los otros partidos. PRIMERA PLANA 5 de marzo de 1963
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Iturbe quiere un justicialismo silencioso y en línea
frentista Lagos: documentó las relaciones públicas de
Juan Domingo Perón
M. Amadeo aconsejó a Frondizi una mayor apertura del
ucrismo. Kennedy- ¿Y no habrá revolución en su ausencia?
Onganía- No se aflija, tuve pues la precaución, de viajar
con la manija
Alende, con Frondizi, en épocas mejores para la UCRI: Ahora
se asegura que el primero se independizó de la política
frondizista
Oscar Alende: tendría asegurados los resortes para hacerse
proclamar. ¿Qué opina Arturo Frondizi? |
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