Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


UNIVERSIDAD
El radicalismo estudiantil
Revista Confirmado
10 de octubre de 1972

Dos enormes retratos de Hipólito Yrigoyen y Leandro Alem presidían la semana pasada el hall central de la Facultad de Derecho. Muchos estudiantes, acostumbrados a otras insignias y otros rostros, se preguntaban señalando a don Leandro: "¿Quién es ese barbudo?" La movilización electoral en el Centro de Estudiantes de Derecho había, para ese momento, cambiado la tradicional austeridad de la casa de estudios hasta el punto que el decano, Alberto Rodríguez Varela —quizá ruborizado por el desorden que genera la democracia estudiantil impidió el acceso a los fotógrafos. Las dos imágenes que presiden el santoral de los radicales formaban parte de la propaganda electoral de Franja Morada.
Tal como lo señaló Confirmado (377), las agrupaciones estudiantiles tienden a adoptar el estilo chileno y a encarnar abiertamente posturas partidarias dentro de la Universidad. Franja Morada, en su propaganda, confirmaba ese aserto, al identificarse sin tapujos con las posturas del radicalismo. Sobre este y otros temas conversó un cronista de Confirmado, en medio de los trajines del comicio, con cinco caudillos de FM: Marcelo Stubrin, Leopoldo Moreau, Luis Enrique Arana —miembros de la Junta Ejecutiva de FUA-Córdoba—, Roberto García, candidato a secretario general del Centro de Estudiantes de Derecho, y Luis A. Rodríguez Fontán, candidato a presidente del CED.

—Esta es la primera vez que Franja Morada adopta una imagen claramente radical. Antes preferían mantener una mayor amplitud política en las exteriorizaciones de la agrupación. ¿A qué se debe el cambio?
—Esta es una táctica que está en vigencia desde hace unos meses. Entendimos que era muy importante unir férreamente la acción partidaria con lo estrictamente universitario por dos motivos: para vincular, con nuestra acción, los problemas estudiantiles con el país en su conjunto y, además, para comprometer a los partidos a que tengan un programa para la Universidad.
—Ahora bien, ustedes no sólo aparecen públicamente como radicales, sino que se identifican con una línea interna, el alfonsinismo.
—No es así, no traemos a la facultad nuestros problemas internos. Franja Morada se identifica con la Junta Ejecutiva Nacional de la Juventud Radical.
—¿Y la Juventud Radical no tiene posición tomada en el pleito entre Balbín y Alfonsín?
—La Juventud está adherida al Movimiento de Renovación y Cambio que sostiene la fórmula Alfonsín-Storani.

Pronósticos
— ¿Ustedes piensan que la identificación clara con el radicalismo les traerá réditos políticos en la Universidad?
—La verdad final la darán los escrutinios de todo el país. Nosotros creemos que en el próximo congreso de FUA habrá un avance del bloque Franja Morada-Movimiento Nacional Reformista. En cambio, la ultraizquierda (FAUDI,TERS) perderá fuerza y la izquierda nacional (AUN) mantendrá sus posiciones.
— ¿Y qué ocurrirá con los comunistas del MOR (Movimiento de Orientación Reformista) y la FUA-La Plata que ellos dirigen?
—La fuerza de ellos está circunscripta a Buenos Aires. La seudo-FUA que el MOR dice conducir apenas si cuenta con 13 centros contra 57 adheridos a la Federación en la que nosotros participamos. La suerte del MOR estará entonces condicionada por la elección que haga en Buenos Aires. Una derrota en el Centro de Derecho, por ejemplo, podría llevarlos a disolver su seudo Junta Ejecutiva.
— Entonces, ¿ustedes tienen esperanza de que el MOR se incorpore a la FUA-Córdoba? ¿Para eso le exigirían alguna autocrítica?
—No le exigiríamos ninguna autocrítica: simplemente debería disolver su seudo Junta Ejecutiva.

Definiciones
-Como juventud radical ustedes han participado de actos conjuntos con otros movimientos políticos, incluido el peronismo. ¿Piensan que es posible una coincidencia electoral radical-justicialista para el 25 de marzo?
—Lamentablemente, no. El radicalismo irá solo al comicio. Pero no por resistencia al justicialismo, sino a sus socios que representan el imperialismo del Mercado Común Europeo. Tal es el caso de Frondizi-Frigerio, de hombres como Giancarlo Elia Valori o de un empleado de la Fundación Konrad Adenauer como José Antonio Allende.
—Pero, en caso de que Alfonsín gane las elecciones internas, ¿no creen posible una alianza con sectores del centro-izquierda?
—Si Alfonsín fuera candidato del radicalismo, capitalizaría los votos del 80 por ciento de la izquierda, aparte de los propios.
—¿Qué es lo nuevo que propone Alfonsín para obtener ese milagro?
—Nuevo, nada. Propone la nacionalización de los sectores básicos de la economía; la expropiación de la oligarquía y la expulsión del imperialismo; la reforma agraria. Propone el fortalecimiento del Estado con el papel protagónico de las masas.
—¿Ustedes proponen el paso a una sociedad socialista?
—Como Juventud Radical pensamos, efectivamente, que la meta hacia la que debe dirigirse la Argentina es el socialismo. Pero entendemos que en esta etapa son las consignas de la liberación nacional las que deben aglutinar a las mayorías en la lucha contra la oligarquía y el imperialismo.
—Una última pregunta. Con el programa que ustedes enarbolan, ¿qué harían si Balbín triunfa en las elecciones internas?
—Si Balbín gana las internas, hacemos otro reportaje y le contestamos.

 

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