LA proliferación de revistas es una vieja costumbre del
periodismo argentino, deseoso siempre de abarrotar los
kioscos con publicaciones para todos los gustos; pero hay
momentos políticos muy especiales en los que, de pronto,
aparecen varios títulos a la vez. Fue lo que ocurrió después
del triunfo justicialista del 11 de marzo, cuando nacieron
Crisis (dirigida por Federico Vogelius); Cuestionario
(Rodolfo Terragno); Cabildo (Ricardo Curutchet) y El
Descamisado (Mario Hernández). Todas ellas con un sabor
militante muy especial, aunque diferente. El caso de
Crisis, cuyo director editorial es el periodista uruguayo
Eduardo Galeano —ex jefe de redacción de Marcha—, es tal vez
el más particular, pues se trata de una publicación "de
ideas, letras y artes". Galeano explicó a Redacción que "van
a contribuir a la conquista y la difusión de una identidad
cultural latinoamericana" y la definió como una revista
común de literatura. Pero parece que no es sólo eso. "Esas
revistas literarias —agregó después— generalmente circulan
entre una élite de enterados; en cambio nosotros pretendemos
proyectarla a un público numeroso, heterogéneo, para
llevarle la cultura latinoamericana y tratar de conseguir
una identidad cultural con pautas propias". Para lograr ese
objetivo se lanzó una edición inicial de 65 páginas, con un
gran dibujo de Picasso, con poema inédito de Lenin, un
artículo de Henry Miller, valiosas opiniones sobre la última
novela de Julio Cortázar (El Libro de Manuel), fragmentos
del reportaje filmado por Solanas y Getino a Perón, pasajes
del próximo libro de Ernesto Sábato y una nota sobre medios
de comunicación de masas firmada por Heriberto Murano.
Crisis cuenta además con un par de ilustradores de primera
magnitud, como Sábat y Kalondi. Todo para captar el más
importante mercado de lectores de habla hispana: América
Latina. "Ese gran país cortado en pedacitos", como lo define
Galeano. El segundo ensayo ambicioso fue Cuestionario,
cuyas 27 páginas en formato casi tabloid intentaron imponer
algo distinto. "A cada etapa política le corresponde un
nuevo estilo de periodismo", afirma Terragno. Para eso se
ensayó, por ejemplo, una nueva modalidad: la nota sobre la
actuación del juez Salvador María Losada en el caso
Swift-Deltec fue mostrada al protagonista antes de su
publicación para que éste redactara su respuesta. La excusa
del magistrado no fue óbice para que respondieran sus
allegados. La responsabilidad financiera de Cuestionario
está a cargo de Arturo Peña Lillo, un veterano editor de
libros que confió en el talento periodístico de Terragno.
"Esta revista —dijo Peña Lillo a Redacción— estará orientada
hacia una cultura popular, al servicio de los intereses del
país. Tratamos de hacer un periodismo a nuestra manera, poco
ortodoxo". Tanto Crisis como Cuestionario no se definen
políticamente, pero es evidente que apuntan a una línea
editorial de clara defensa de los intereses nacionales.
Cabildo, en cambio, es la revitalización de una marca que
dejó huellas en la historia del nacionalismo derechista y
ultramontano. Su mismo editorial lo recuerda ruando habla de
la necesidad de volver a "nuestra cultura clásica y
católica". Tal vez por eso advierte que Cabildo "ha
renacido".
¡Heil Curutchet! En una nota titulada
"Socialismo nacional y nacional socialismo", la publicación
establece claramente las diferencias entre uno y otro
concepto de acuerdo con la autorizada definición de Adolfo
Hitler, al que cita para reforzar su tesis. Según ella, el
socialismo verdadero es el que contenían las doctrinas
nazista y fascista. El otro socialismo "es el coletazo
—dice— del viejo socialismo del siglo XIX, que entendía la
cuestión social como una cuestión de reparto, a realizar
bajo el supuesto del igualitarismo". Finalmente, la revista
tiembla ante el supuesto marxismo de Perón a través del
llamado socialismo nacional. La última página de Cabildo
es un homenaje a "los vencidos de la Segunda Guerra
Mundial", a quienes evoca nostálgicamente como
"representantes de la más pura aristocracia guerrera
prusiana". La nota termina con esta emotiva frase de Yold:
"¡Os saludo, mi Alemania!". (El lema de Cabildo es "Por la
Nación, contra el caos".). La otra publicación con
definición política es El Descamisado, cuyo fundador debió
resignar la dirección al segundo número, cuando asumieron el
comando de la flamante publicación los redactores Ricardo
Grassi y Dardo Cabo. El primero de ellos explicó a Redacción
que "la revista está hecha por peronistas activos,
militantes, e intentando ser el canal de expresión de
sectores populares". Su socio, en cambio, aseguró que "El
Descamisado no es una revista de barricada, ni sectaria"
(tiene 16 páginas). REDACCION junio 1973
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