Radicales
traspaso generacional
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En adelante volveremos a ser simplemente UCR: radicales a secas. Pero yo me atrevo a vaticinar que una fracción interna conservará la denominación «del Pueblo»", vaticinaba el robusto radical encuentrista Roberto Cabiche a un redactor de primera plana. Mientras tanto, sus correligionarios se retiraban esa madrugada del "Comité seccional de la circunscripción 18 - Las Heras", en Gorriti 4548. Allí, horas antes, se había pactado la integración de la Junta Reorganizadora de la UCR capitalina.
En las últimas semanas el partido de Alem-Yrigoyen-Alvear parecía escindirse en medio de la lucha por la hegemonía entre Rabanal, Sancerni y Trilla. Pero los manes de la vieja Unión Cívica se impusieron a través de la conducción patriarcal de don Ricardo Balbín. Ofició como enlace para el entendimiento el dirigente unionista Raúl Zarriello.
La intransigencia Popular, liderada por Francisco Rabanal, controlaba el comité metropolitano mediante su titular, Manuel Jaroslavsky. Pero Los Independientes de Juan Trilla, el caudillo de Almagro, a través del vicepresidente, Osvaldo Benedetti, esbozaron una rebelión que el viernes 23 se ahogaba en las aguas del "acuerdo partidario".
De una lista de más de 130 candidatos, salieron ungidos esa noche 35 como integrantes de la mesa ejecutiva de la Junta Promotora. "Allí están representados todos los sectores, desde el unionismo de Julián Sancerni Jiménez, el caudillo de Palermo, hasta Ernesto Sammartino", explicó Horacio Hueyo, flamante apoderado del partido.
Una agrupación de vieja trayectoria histórica y basada en la mística liberal-romántica de la clase media argentina, volvía a reorganizar su vida pública a través de los caudillos parroquiales y los punteros del comité. Ellos, "los viejos sacerdotes de la política que repartían favores cuando la política aún no se hacía por televisión, deben ser reconocidos aunque ya no quieran ser en el futuro las primeras figuras", sentenciaba, hacia fines de semana, un Subsecretario ministerial de Umberto Illia.
Simultáneamente, tras bambalinas, los integrantes de la junta asesora del Comité capital Alfredo Concepción y Félix Elizalde, el bonaerense Raúl Alfonsín (alias Carrido Lura en la revista Inédito ), los economistas Antonio Troccoli y Roque Carranza, junto a otras jóvenes figuras que conforman la "fuerza nueva" del radicalismo, se hallan a la espera del transvasamiento generacional.
"El reclutamiento de afiliados nos insumirá los próximos meses. Luego, todos a cero kilómetro, se largarán las elecciones internas. Vamos a echar las bases de los futuros 25 años de política nacional. Intentaremos acortar lo posible el proceso electoral —afirma un dirigente de capital—. Y le adelanto una primicia: Ricardo Balbín está dispuesto a promover en la conducción del partido a la nueva generación radical. Ya sea unidos en La Hora del Pueblo a causa de la escasez de hombres de primera línea o separados, pero coincidiendo en un programa económico común, radicales y peronistas lucharemos por la nacionalización y la madurez cívica del país."
En los próximos meses se plantearán con agudeza las diferencias internas en el conglomerado radical. Ya no será la tradicional lucha entre personalistas o antipersonalistas, yrigoyenistas o alvearistas, boinas blancas o rojas. Ahora las definiciones girarán sobre la "socialización" que lleva a Cabiche a "andar con la gente de izquierda en el Encuentro de los Argentinos", o una "democracia moderna con economía planificada que derrote al capitalismo sin llevar necesariamente al socialismo" como predicó Raúl Alfonsín en la Casa Radical de la capital bonaerense. That is the question.
Revista Primera Plana
03.08.1971

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