EL "CAPITAN PILUSO" SE ENAMORO DE UNA PECOSA Volver al índice
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El actor cómico Alberto Olmedo se separó de su esposa, con quien tuvo tres hijos, pues una joven de andar felino prendió llamas a su corazón. La chica trabajaba a las órdenes de la señora del actor, que tuvo que luchar para conseguirle el puesto. Al parecer la "pecosa" no es agradecida

LLAMÓ la atención —al menos en el ambiente artístico— la separación de Alberto Olmedo de su esposa, la señora Judith. Según trascendió, el popular "Capitán Piluso" y ahora figura importante del programa televisivo "Operación Já Já" (canal 11), se distanció de su señora hace un mes.
Como se sabe, Olmedo se inició trabajando como operario técnico de Canal 7, telemisora donde también trabajaba Judith. Allí se conocieron y después de un breve romance la pareja contrajo enlace. Actualmente tienen tres hijos, el menor de ellos nacido hace pocos meses.
Cuando se adjudicó a una empresa privada el Canal 9 de televisión —hace de esto más de cuatro años— la señora de Olmedo pasó a trabajar a esa planta, donde la nombraron jefa del "Departamento Comercial". Sus funciones le permitieron conseguir un trato directo con las agencias de publicidad, que son, en realidad, las que financian con su aporte a los canales. Ello le valió tener cierta gravitación en la marcha del Canal de Palermo y, como consecuencia, no tardó en conseguir trabajo para su esposo. En efecto, hacía pocos meses que Canal 9 estaba en el aire cuando Alberto Olmedo comenzó a protagonizar un ciclo titulado "Las aventuras del capitán Piluso". programa que obtuvo rápida repercusión entre la teleplatea infantil.
Tiempo después —ya el personaje de Olmedo había alcanzado una popularidad inusual— la señora Judith llevó a trabajar a su oficina a una joven que conocía desde que ésta era niña. La muchacha, que según expresaron algunos empleados era de capacidad menos que elemental, consiguió acaparar, no obstante, la atención del grueso del personal administrativo de la telemisora por su mirada lánguida y su andar cadencioso y en cierto modo voluptuoso. La chica en cuestión es alta, delgada, de cabello negro, ojos verde-azulados, y en su rostro se advierte algunas pecas.
La joven había pedido encarecidamente a la señora Judith que le diera una oportunidad para trabajar junto a ella. La esposa de Olmedo —que conocía la elementalidad de la muchacha— vaciló durante un tiempo pero, tal vez apenada por la situación económica de los familiares de la joven, optó por tomarla a su servicio. La ondulante adolescente —en ese tiempo lo era— se inició como cadeta y el personal masculino de Canal 9 se regodeaba al verla pasar mientras llevaba de uno a otro escritorio los burocráticos papeles y expedientes que hacen al desenvolvimiento de la empresa.
Según trascendió, la esposa de Olmedo recibió varios llamados de atención de parte del jefe de personal del canal pues la "pecosa" como le llamaban, causaba cierta inquietud entre el personal masculino de la empresa. Algunos recuerdan que no sólo los empleados se sentían atraídos por el andar felino de la muchacha, sino también algunos artistas y locutores. Era común verla —se admitió— dialogando en horas de trabajo con algunos galanes del elenco artístico del canal.
Sin embargo —según afirman en una fuente confidencial— las preferencias de la muchacha se inclinaban por el esposo de la mujer que la había ayudado y dado un puesto en la telemisora. Ahora las cosas se confirmaron, pues se sabe que el espigadísimo "Capitán Piluso" decidió separarse de su esposa Judith, para dedicar su oculta pasión a la "pecosa" del Canal 9, Libertad. La señora de Olmedo admitió que todo esto es cierto, pero se encargó de aclarar que los tres hijos están a su cuidado. Manifestó, por otra parte, que experimentaba cierta desazón ante el hecho de que las debilidades de su esposo sean explotadas "por una chica tan superficial". Agregó que de ahora en adelante su única preocupación serán sus hijos. Tanto es así que está tramitando un puesto en Canal 7, telemisora que la contó en su iniciación como una de sus mejores ejecutivas.
Mientras tanto, el afable y dicharachero "Capitán Piluso" dejó de lado su gomera para dedicarse a otros menesteres jajacientos. Pero algunos temen que su "operación já já" sólo resulte a la postre la triste sonrisa de un payaso. Habrá que esperar.
Revista OCURRIO!
12.12.1964

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Alberto Olmedo