Todos especulan sobre cambios en el gobierno
Durante toda la semana pasada, dos versiones
—contradictorias, según algunos observadores— predominaron
en los medios políticos y económicos: una se refiere a un
profundo cambio en la conformación del actual gobierno,
con desplazamiento de los hombres del coloradismo que
cumplen funciones civiles o para-militares, y, quizá, a un
llamado del presidente Illia para la estructuración de un
gobierno de coalición; la otra alude a una inminente
profundización de la "apertura a Europa" y, básicamente, a
Francia, con espectaculares inversiones y créditos de ese
país destinados a la Argentina.
Con respecto a la primera versión, funcionarios
responsables de la Presidencia de la Nación señalaban que
no se llegará a proponer concretamente la formación de un
gabinete de coalición, pero que no debía ser descartada
una ampliación de las bases sustentatorias del gobierno,
realizada mediante designaciones de ciudadanos
independientes. Esos funcionarios coincidían, por lo
demás, en que existían dos variantes posibles alrededor de
las cuales se estructurarían los cambios antes del 1º de
mayo de 1964, fecha considerada como tope en ese sentido:
• Vasta reorganización ministerial, integrando nuevo
gabinete con representantes de partidos actualmente
opositores. Esa variante es considerada como de muy
difícil —casi imposible— operatividad: aun en el caso de
llegarse a un compromiso con fuerzas como UDELPA, éstas
difícilmente llegarían a aceptar algo más que un estado de
no-beligerancia. En el caso del frondizismo, las
dificultades son todavía mayores: por un lado, debido a
que las resistencias de los mismos radicales del Pueblo
serían prácticamente insalvables; por el otro, ya que los
frondizistas (y en el mismo caso estarían los
social-cristianos) no podrían adoptar un temperamento que
los distanciara definitivamente del peronismo. En cuanto
al peronismo, por supuesto, lo máximo que podría conseguir
el gobierno sería una "tolerancia provisional".
• Un gabinete que conservara, en la mayoría de los cargos,
a los miembros hoy en actividad, pero excluyendo a algunos
considerados como muy proclives al "coloradismo". Uno de
los sacrificados, en ese caso, sería el doctor Miguel
Ángel Zavala Ortiz, a quien el mismo Illia habría
expresado recientemente que "la UN es más importante que
la Cancillería". Esas modificaciones eventuales se
complementarían con la integración de un nuevo equipo
económico-social tendiente a conseguir "más confianza en
los medios empresarios y sindicales", que podría estar
formado por varios técnicos no-radicales.
Esa política sería reforzada con la actuación, en
funciones de casi primer ministro, de uno de los
integrantes del actual gabinete nacional cuya gestión
viene contando con mayor dosis de respaldo por parte de
sectores responsables del país, incluyendo los actuales
mandos de las Fuerzas Armadas: el doctor Leopoldo Suárez,
actual titular de la cartera de Defensa Nacional.
Sin embargo, algunos observadores señalaban
simultáneamente que la política económica que se apresta a
iniciar el gobierno no parece coincidir con los eventuales
correlatos políticos que significarían modificaciones de
ese tipo en el gabinete. En tal sentido, expresaban que:
• El gobierno argentino se apresta a efectuar un viraje en
su política comercial exterior,
• Ese viraje consistirá, fundamentalmente, en una apertura
hacia los mercados europeos y, en especial, a Francia.
• Hay promesas de inversiones en gran escala en América
latina, donde se introducirán capitales oficiales y
privados franceses. Para consolidar esa política de Gaulle
visitará durante este año la parte sur del continente y
seguramente vendrá a la Argentina.
• La dificultad de una política como la expuesta está
centrada en que la lucha de de Gaulle por introducir
elementos de influencia francesa en Latinoamérica es, de
alguna manera, una lucha solitaria y hace depender
demasiado una política correlativa por parte de la
Argentina de la persona física de Charles de Gaulle. Tanto
los dirigentes políticos y parlamentarios como la prensa
de Francia sostienen la necesidad de concretar todos los
esfuerzos económico-financieros en fortalecer la
influencia francesa en las ex colonias.
• De todos modos, la prueba de que la Cancillería argentina
tendió, desde el principio del actual gobierno, a una
apertura hacia Europa está en el famoso discurso frustrado
que el doctor Zavala Ortiz iba a pronunciar el 22 de
noviembre de 1963, día del asesinato de Kennedy, atacando
a los Estados Unidos; y en que la misma anulación de los
contratos petroleros se anunció luego de haber recibido la
Argentina algunas ofertas de firmas europeas interesadas
en reemplazar aquellos contratos.
Hacia fines de semana, los dos temas eran objeto de
análisis en las Fuerzas Armadas que, por lo demás,
comenzaban a manifestar un motivo específico de inquietud:
la demora oficial en resolver el problema de los sueldos
de los oficiales (PRIMERA PLANA, número 63), postergando
la solución hasta una consideración global del tema con
otros servicios de seguridad (policía, gendarmería,
prefectura, etcétera).
Colorados
Un programa para la "Revolución Nacional"
La semana pasada, en la madrugada del jueves al viernes,
militares retirados de tendencia colorada realizaron una
importante reunión en una casa del Barrio Norte de la
Capital Federal. Ahí recibieron el borrador de un folleto
confidencial que esos militares piensan hacer circular
entre retirados de su misma tendencia, a fin de
unificarlos doctrinariamente. En la redacción del borrador
habrían colaborado, por lo menos, un general retirado en
setiembre de 1962; un oficial de Aeronáutica, de tendencia
ultranacionalista, que ejerció funciones de mando hasta la
crisis que determinó el alejamiento del brigadier Cayo
Alsina; y algunos civiles de extrema derecha, influidos
directamente por un ex funcionario de la Cancillería.
31 puntos
El folleto se distribuirá con el titulo de "Transformar al
coloradismo en base a ideas" y estará integrado por 31
puntos, a modo de "catecismo" de la ideología colorada. En
esos 31 pantos se hacen curiosas interpretaciones sobre la
realidad nacional e internacional y se formulan
consideraciones sobre la acción del actual gobierno y la
"futura gestión" de la "Revolución Nacional".
En los primeros tres puntos se vaticina indirectamente la
caída de Illía. El primero afirma que la oposición de
cuatro factores "poderosísimos" impedirá al Presidente
cualquier acción positiva. Esos cuatro factores, a juicio
de los redactores del folleto, son "la Cámara de
Diputados, los actuales mandos militares, la CGT y la
Iglesia". Luego explica que "el peronismo y la izquierda,
unidos a los sectores financieros, se aprestan a provocar
el caos social, político y económico".
Nada de moderación
Sin embargo, ese caos no parece molestar a los redactores.
En el punto 6º se explica que no debe favorecerse una
"moderación del peronismo", pues entonces los sectores
dirigentes "demorarían más en tomar conciencia de clase".
"Cuanto más izquierdista sea el peronismo, mejor para
nosotros", se confiesa francamente. En cuanto a los
partidos liberales moderados, deben ser apoyados, pero
porque "dentro de poco tiempo, su propia subsistencia
depende de que abandonen su ideología y tomen al toro por
las astas". Un conveniente número de desocupados también
es juzgado como promisorio, ya que éstos "presionarán
positivamente sobre los sindicalistas organizados".
En el punto 10º se formula una expresa confesión
ideológica, que luego aparece reiterada: "Todos los
sectores, por la situación en que se encontrarán, se
conformarán con un programa mínimo e inmediato. Un
programa fascista: disciplina, trabajo, producción, orden,
potencia". En cuanto a la clase media, va a apoyar la
experiencia porque "su proceso de desideologización es
evidente" (punto 12º). No obstante (punto 18º), no hay que
irritarla atacando sus mitos como, por ejemplo, "los
próceres liberales". Los reaccionarios también respaldarán
a la "Revolución Nacional, pero porque no les quedará otro
remedio" (punto 15º).
Esta "Revolución Nacional no es una ideología; es un
hecho, una síntesis de intereses, apta para poner al país
en marcha" (punto 19º). El crédito y el comercio exterior
deben ser nacionalizados (punto 22º); debe llegarse a una
planificación por medio de las corporaciones (punto 21°);
la política exterior debe ser independiente, apoyado a
Estados Unidos "en la medida e que su gobierno lleve una
lucha responsable y enérgica contra las fuerzas
bolcheviques".
En caso contrario, hay que comerciar con el Este, pues la
Argentina no puede ser el único país en no hacerlo (punto
24"). También hay citas elogiosas para el código fascista
de 1942, el político republicano de USA, Barry Goldwater,
y el gobernador brasileño Carlos Lacerda. y censuras más o
me nos disimuladas a la política social d la Iglesia, que
debe limitarse a cumplir una consigna: «Mi Reino no es de
este mundo»".
MIR
Como portarse bien cuando hay visitas
No resultó fácil al frondizismo la organización de su
primera asamblea pública importante desde el 7 de julio de
1963. La reunión realizada en Mar del Plata, provincia de
Buenos Aires, y en la cual habló por primera vez Frondizi
directamente ante sus correligionarios (antes lo había
hecho por televisión) desde su derrocamiento, había sido
anunciada para octubre del año pasado.
El lugar elegido fue uno de los motivos de arduas
discusiones. La playa atlántica había sido considerada por
muchos frondizistas como un lugar poco apto para un acto
de esa naturaleza, sobre todo en época de vacaciones. El
argumento formal era que allí "la gente está demasiado
interesada en divertirse como para prestar atención a
Frondizi". En el fondo, algunos dirigentes del MIR, nueva
denominación política del frondizismo, temían que el
puntapié inicial fuera dado por el ex presidente en una
ciudad de la provincia de Buenos Aires donde el alendismo
tiene aparentemente su baluarte. Los disconformes con el
sitio elegido temían —además— que los problemas internos
dieran base a un enfrentamiento en plena reunión, delante
del jefe del partido.
En realidad, en el MIR de la provincia de Buenos Aires
conviven varias tendencias políticas. El secretariado del
movimiento está compuesto por Raúl Pérez (que representa
al sector que apoyó a Olegario Becerra en las elecciones
internas para elegir candidato a gobernador); Antonio
Pereira (amigo de Julio Oyhanarte); Bernardo Larroudé
(vitolista); Ever Fossatti (adicto a Héctor Noblía); el
senador Oscar Prego (en representación del bloque
provincial) y el diputado Naón Kañevsky (por los diputados
provinciales).
Pocos días antes de la llegada de Frondizi a Mar del Plata
se habían
realizado infinitas conversaciones entre todos esos
sectores para encontrar una fórmula de reorganización que
contentara a todos los grupos. Cuando se había llegado a
un acuerdo sobre la base de que el Comité de la provincia
de Buenos Aires designara una Junta que, presidida por
Olegario Becerra, integrarían los miembros de la Mesa
Directiva, el secretariado del MIR, un representante de la
juventud y una de las mujeres del partido, los amigos de
Julio Oyhanarte, dinamizados por Emilio Perina, y el
senador provincial Ernesto Berner manifestaron su
disconformidad con ese plan que, según ellos, pondría en
manos de Olegario Becerra la estructura partidaria.
Algunos amigos de Oyhanarte llegaron a insinuar en ese
momento que "Becerra estaba ya manejado por los
frigeristas".
Cuando Frondizi llegó a Mar del Plata se encontró con que
las divergencias internas parecían agudizarse justamente
en la provincia elegida como base de lanzamiento, de
acuerdo a algunos temores previos. Berner y Perina
expusieron su punto de vista ante el ex presidente, quien
se limitó a contestar que "es hora de dejar a un lado las
cosas chicas".
Sin embargo, los disconformes no se calmaron. Todavía
pocas horas antes del discurso de Frondizi, se realizaron
varias reuniones de las que participaron Raúl Pérez,
Melchor Posse, Adalberto Mársico, Fernández Mendy, los
amigos de Vítolo y de Noblía (especialmente Abel Costa,
Angel Petraglia, Valdovinos y Escalada) y los legisladores
provinciales Pagella y Berner. Al filo de la iniciación
del acto, Frondizi —que se disponía a hablar— hizo
preguntar entonces por intermedio de Eduardo González
(hijo), en cuya casa de Mar del Plata estaba alojado, cómo
evolucionaban las conversaciones. En ese momento, una
propuesta del dinámico Mario Seoane había conseguido
establecer una base mínima de acuerdo:
•Reorganización total en la provincia.
•Reafiliación en nuevos padrones durante los meses de
marzo y abril.
•Elecciones internas en julio, para designar autoridades
definitivas.
•Formación de una junta provincial de acción política para
dirigir el proceso de reorganización. Esa junta estaría
encabezada por Olegario Becerra, pero para proceder "en
consulta" con el secretariado del MIR, los bloques
legislativos y los representantes juveniles y femeninos.
Poco después era designado jefe de la asamblea plenaria
Antonio Pereira (dirigente marplatense, oyhanartista). El
statu quo obtenido había evitado, casi sobre la hora, que
una agudización de la crisis interna frondizista
postergara la reaparición política del ex presidente y
demorara la estructuración del partido. Hacia fines de la
semana pasada, los observadores políticos se preguntaban
hasta qué punto el acuerdo logrado era definitivo o
significaba, simplemente, una cortés postergación de la
lucha ante la presencia de Frondizi. "Por lo menos
—comentó un periodista marplatense—, cuando hay visitas
los chicos se portan bien."
Conservadores
Tienen razones para apoyar al gobierno
Jorge Mariano Almada, presidente del Partido Demócrata
Conservador de la Capital Federal y diputado nacional,
explicó durante la semana pasada a PRIMERA PLANA los
motivos que llevaron a su bloque a apoyar al radicalismo
del Pueblo en los últimos debates parlamentarios.
El respaldo del conservadorismo ha sido uno de los más
amplios obtenidos hasta ahora por la UCRP. Sin duda,
gravita en ello la circunstancia de que aquel sector
político fue el que con menos restricciones aceptó
participar de la política de cogobierno propuesta por la
UCRP. Pero Almada reveló dos razones fundamentales para
explicar la posición de su partido:
•"Deseo que el gobierno realice una gestión exitosa.
Consideramos que a través de él puede restablecerse el
régimen de la influencia de las agrupaciones políticas en
la vida nacional."
•Apoyo a las iniciativas que promuevan el bienestar
general. Según Almada, la reforma del estatuto del Banco
Central se encontraba entre dichas medidas y por eso contó
con el voto conservador. En cambio, con el proyecto
original de ley de abastecimiento no sucedió lo mismo, ya
que los representantes de la Federación de Centro le
formularon serias objeciones.
"Hubiéramos deseado una política de coincidencia sobre
bases más amplias y permanentes, no sólo del gobierno
hacia nuestro partido sino con todos los partidos
democráticos —afirmó Almada—. Pero por ahora parece
imposible alcanzarlo, porque en muchas cosas la mentalidad
del partido gobernante parece haberse detenido hace 33
años."
Justicialismo
Se define la lucha interna
A comienzos de la semana pasada, la noticia de la
operación a que fue sometido Juan Domingo Perón renovó una
vieja inquietud entre los dirigentes justicialistas sobre
el destino inmediato y mediato de ese movimiento político
en caso de la desaparición de su jefe. Si bien esos mismos
dirigentes coincidían —excepto quizá el insurreccional
Héctor Villalón— en que nada debía temerse por ahora, el
tema de la operación sirvió como precipitante de algunos
temores advertibles en la plana mayor peronista.
Pocos días antes, Perón había enviado desde Madrid una
carta especialmente significativa al ingeniero Alberto J.
Iturbe, delegado del Comando Superior (es decir, del
propio Perón) en la Argentina. Del texto se desprendían
ciertas consecuencias políticas vinculadas con la tarea de
reorganización del justicialismo:
• "Por informaciones de diversas fuentes —dice la carta—
me he enterado de la actitud de algunos dirigentes
políticos que, usando la camiseta peronista, pretenden
dividir en su provecho la organización del Partido
Justicialista. Esto no es nuevo ni original, porque
siempre han existido caudillos que en complicidad con el
enemigo pretendieron lo mismo dentro del Movimiento
Peronista, sin resultados. Nosotros no nos oponemos a que
cualquier dirigente que se sienta con suficiente
predicamento procure formar su propio partido, pero no
podemos admitir que lo hagan a nuestras expensas y
engañando a las bases con la simulación de un peronismo
que no sienten ni practican." La frase es, obviamente,
interpretada como una ratificación de la excomunión al
doctor Raúl Matera y al "materismo". "Esto me obliga a
denunciar ante nuestro movimiento a los que, por su
cuenta, están intentando reorganizar el Partido
Justicialista con la evidente intervención del gobierno y
de nuestros enemigos, en una maniobra desleal, con el
intento de dividirnos. El Comando Superior peronista los
desautoriza y les niega autoridad para hacerlo y exhorta a
todos los peronistas a que se nucleen en la reorganización
dispuesta por el Comando Superior que dirigen en el país
el delegado, ingeniero don Alberto J. Iturbe, y la
Comisión Nacional Interventora." Este párrafo desautoriza
por un lado las gestiones reorganizadoras, realizadas
contra la Comisión Interventora, por Marcos Anglada, en la
provincia de Buenos Aires y, por otro lado, los intentos
de reorganización paralela de los neoperonistas de Oscar
Albrieu. Además, reitera el respaldo a Iturbe y al
heptunvirato. Esos apoyos quedan reforzados en otra parte
de la carta: "Desde ya, el Comando Superior desconoce las
organizaciones que actúan fuera de las directivas
impartidas y que no sean las dispuestas por el delegado
del Comando Superior y de la Comisión Interventora antes
mencionados. En este concepto, le ruego que tome las
medidas que juzgue prudentes para hacer llegar a las bases
la información que antecede".
Antes de decidirse a dar a publicidad la misiva de Perón
—fue entregada solamente al matutino Clarín, que la
difundió el pasado martes 21—, Iturbe había conseguido
dominar lo suficiente a los sectores rebeldes del
peronismo como para dar perspectivas de éxito a la
reorganización por él dirigida. Los observadores
señalaban, además, que la carta de Perón tenia otros
antecedentes y efectos sobre la situación:
• A esa altura de las cosas, Perón no había hecho sino
confirmar lo realizado por Iturbe; los grupos peronistas
—algunos con representación legislativa— que querían la
reorganización paralela habían fracasado. Albrieu
postergaba su proyecto de una asamblea rebelde para los
primeros días de enero y, por otro lado, entraban en
crisis sus relaciones con Raúl Matera.
• Augusto Vandor, hombre fuerte del ala gremial
justicialista, había ya insistido en su inflexible
(posición a una amnistía para Matera. Este había
solicitado al sindicalista que intercediera ante Madrid en
ese sentido, con resultados totalmente negativos. Si
Vandor hubiera alentado a Matera de alguna manera,
indirectamente habría quebrado el frente de la
reorganización de Iturbe, al acordarle jerarquía a Matera
para negociar. • Los acuerdos logrados por el sector de
Iturbe con grupos peronistas del interior debilitaron la
posición de los "rebeldes". Muchos legisladores de los
movimientos provinciales, ubicados entre el apoyo
condicionado y la rebeldía, optaron entonces, aunque de
mala gana, por respaldar a Iturbe o, por lo menos, por no
obstaculizar demasiado su gestión.
Después de los comicios del 7 de julio, Perón resolvió la
reorganización del justicialismo con bases concretas: la
mayor unidad posible del movimiento, con levantamiento de
las sanciones (exceptuado el caso de Matera) y sin hacer
distinciones entre concurrencistas y abstencionistas. Ese
proceso tenía como presupuesto comenzar a foja cero,
declarando inexistentes todas las afiliaciones anteriores.
Con esa finalidad, se designó una comisión encargada de la
reorganización (un triunvirato, luego ampliado a siete
miembros) cuyos integrantes debían renunciar a todas las
aspiraciones electivas.
Por lo demás, Perón fue fijando los límites de la
reorganización. El Partido Justicialista debía
estructurarse sobre la base de dos cuerpos
representativos, que cumplirían el papel de Senado y
Cámara de Diputados del Movimiento:
• El Congreso Nacional Justicialista (Cámara de
Diputados), con representación de todas las provincias
proporcionalmente a su densidad demográfica.
• La Comisión Nacional Ejecutiva (Senado o cuerpo
federativo), con representación paritaria de todos los
distritos, a razón de tres delegados por provincia, de los
cuales uno podía representar a la minoría, siempre que
ésta obtuviera una representatividad mínima del 20 por
ciento de los votos. Dicha Comisión Nacional elegiría, a
la vez, a la Mesa Directiva.
A partir de esos presupuestos, el ingeniero Iturbe comenzó
a trabajar en la reorganización, que debe finalizar el 29
de marzo próximo con la constitución de nuevas
autoridades. Pero Iturbe se vio enfrentado a dos tipos de
enemigos internos:
• Los grupos de Matera y de Anglada que, según los
partidarios de las actuales autoridades reorganizadoras,
son "peronistas sin Perón". Tanto uno como otro
desacataron recientemente, en forma directa o indirecta,
directivas del Comando Superior.
• Dirigentes no disidentes, pero que, ante una
reorganización sobre la base del voto directo, temen
perder sus posiciones.
A fines de la semana pasada, el ingeniero Iturbe se
aprestaba a viajar a Madrid en febrero, luego de haber
postergado una visita a Perón alrededor del 20 de enero
para no dar la impresión de que lo hacía debido a la
enfermedad del ex presidente y con el criterio de que esa
impresión favorecería las versiones alarmistas; además,
aseguraba que la reorganización se haría con el nombre de
Partido Justicialista, pese a que el mismo figuraría como
registrado por neoperonistas: el último estatuto —dijo—
anuló los reconocimientos previos. Sus amigos, en tanto,
finalizaban la preparación de un extenso informe —que
Iturbe llevará a Madrid— sobre los resultados de la
reorganización hasta el momento. Las líneas fundamentales
de ese informe, distrito por distrito, son las siguientes:
-Jujuy. Todos los partidos que concurrieron a las últimas
elecciones (Unión Popular, Partido Blanco de los
Trabajadores, Partido Laborista y Concentración Obrera),
sumando para el justicialismo 47.000 sufragios (contra
40.000 de los otros partidos reunidos), acatan la
reorganización. Solamente la resiste el grupo de José
Nassiff, que se adelantó a reclamar la personería como
Partido Justicialista. El informe calcula en un 10 por
ciento la influencia de Nassiff sobre el movimiento en la
provincia.
-Salta. Unificación de todos los grupos, inclusive
aquellos con representación parlamentaria. Queda fuera de
la reorganización el Movimiento Federal Democrático, de
Duran, que se entiende con Bandera Blanca, de Tucumán, y
con los conservadores en el orden local.
-Tucumán. Integran la reorganización todos los grupos, con
excepción del Partido de la Justicia Social, de Oscar
Albrieu. Dentro de este movimiento, la corriente que
encabeza el diputado nacional Sarrulle se separó de
Albrieu y resolvió acatar la autoridad de Iturbe.
-Catamarca. Los distintos grupos acatan la reorganización.
-La Rioja. Se dividió también allí el Partido de la
Justicia Social. El sector de Albrieu decidió resistir la
reorganización; curiosamente, la mayoría de los parientes
de Albrieu responden a la Comisión Interventora.
-Córdoba. Los distintos grupos acatan la reorganización.
-San Juan. Los distintos grupos acatan la reorganización.
-San Luis. Los distintos grupos acatan la reorganización.
-Mendoza. El Movimiento Popular Mendocino, integrado por
los fuertes
partidos Tres Banderas y Blanco, desconoce la autoridad
del ingeniero Iturbe. Sin embargo, parte de los hombres
provenientes del Partido Blanco (como el diputado nacional
Catalán y la senadora provincial Adelaida Montenegro)
aceptan la reorganización.
-Santa Fe. Los distintos grupos, incluido allí el Partido
de la Justicia Social, acatan la reorganización.
-Chaco. Los distintos grupos acatan la reorganización y
apoyan al gobernador peronista de la provincia.
-Capital Federal. Los distintos grupos acatan la
reorganización.
-Buenos Aires. Se mantiene el grave problema con Marcos
Anglada.
Una comisión integrada por amigos de Iturbe viajará esta
semana con destinó a La Pampa. Otra completará las tareas
de acercamiento en Formosa, Misiones, Corrientes y Entre
Ríos. Con esto —estiman los directivos peronistas— la
reorganización, salvo en la Patagonia, estará en marcha
en todo el país. Para los amigos del ingeniero Iturbe, se
mantienen solamente dos incógnitas: Neuquén y La Pampa,
distritos colocados en una posición de expectativa.
28 de enero de 1964
PRIMERA PLANA
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Leopoldo Suárez ¿Casi primer ministro de Illia para mayo
de 1964?
Ernesto Berner, con Perina, fue a quejarse ante Arturo
Frondizi
Ing. Alberto Iturbe, optimista por la marcha de la
reorganización
Augusto Vandor, desalentó otra vez las disidencias del
Dr. Matera
Anglada, fue desautorizado desde Madrid, indirectamente
por Perón |
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