Un endurecimiento político y una mayor elasticidad en lo
social
El día viernes de la última semana fue un día lleno de
curiosidades. Algunas salieren a la luz, y otras se
produjeron en reuniones secretas a las cuales no siempre
es posible tener acceso. Las curiosidades públicas fueron
las siguientes:
1) En las ediciones del vespertino "La Razón" del viernes,
apareció una solicitada que reproduce parte de la proclama
revolucionaria del 4 de junio de 1943 firmada por el
general Arturo Rawson. La proclama es prácticamente
idéntica al documento ya famoso del general Rauch. Los
firmantes de la solicitada (Movimiento Argentino de
Recuperación Institucional) sostienen en el mismo recuadro
que "a este noble propósito siguieron largos años de
dictadura y corrupción. La historia puede repetirse". El
hecho curioso es que dicha institución no existe, y la
sigla MARI fue utilizada por un grupo de oficiales de las
FF. AA. en actividad que recuerdan que a Rawson siguieron
los generales Ramírez. Farrell y el coronel Perón.
Intentaron de este modo advertir a aquellos camaradas que
anuncian un hecho revolucionario para esta semana
inspirados en la lucha moralizadora del general Rauch, que
después vendrán otros hombres encaramados en ese golpe,
hombres que ya están conversando con los sindicatos.
2) El mismo día viernes los diarios publicaban un
radiograma del secretario de Aeronáutica en el cual se
incluía un párrafo de la encíclica "Pacem in Terris" en el
cual se subrayaba la necesidad de evitar los hechos
revolucionarios. El brigadier Mac Loughlin también estaba
informado de lo que había en preparación.
3) El mismo día viernes es enviado un radiograma
incluyendo el boletín 18 del comando en jefe del Ejército,
recomendando la lectura y comentario de la encíclica
"Pacem in Terris". El general Onganía también estaba
informado de lo que había en preparación.
Pero posiblemente la acción más drástica de las
autoridades de las Fuerzas Armadas para superar la
intranquilidad de les mandos, fue la promulgación del
decreto que limita enérgicamente la participación de la
Unión Popular en los próximos comicios. Una observación
privada formulada por un dirigente justicialista, es muy
significativa: "Podían haber obtenido lo mismo conversando
con nosotros. En vez de una negociación prefieren una
imposición". Hasta donde se pudo comprobar, esta
negociación era posible pero no es menos evidente que la
situación interna de las FF. AA. exigían que estas
limitaciones fueran el fruto de una imposición y no de una
negociación. Hecho que promoverá profundas reflexiones de
los sociólogo: sobre la deteriorada estructura política
del país en estos momentos.
Las interpretaciones que se formularon respecto del
decreto de limitaciones en el curso de las primeras 24
horas de su promulgación, trazan también un panorama
curioso de la actualidad política:
•Para dirigentes del social-cristianismo, se trata de un
intento de oficiales nasseristas de llevar al
justicialismo a la a autoproscripción y de este modo
fortalecer a sus amigos de la línea dura del peronismo.
Quedaría así abierto el camino para la Revolución
Nacional.
•Para dirigentes de UDELPA, se trata de una maniobra para
lograr la destrucción del Frente Nacional y la concreción
del acuerdo de los dos radicalismos en el Colegio
Electoral. Sería elegido presidente de la República el
candidato radical (UCRP o UCRI) que hubiera obtenido más
votos. Prácticamente, consagra primer mandatario a) doctor
Illía.
•Para algunos dirigentes de la línea vitolista de la UCRI,
el beneficiario final seria el general Aramburu.
Consideran que los dos radicalismos unidos no obtendrían
la mayoría absoluta en el Colegio Electoral, lo que
obligaría a negociar con una tercera fuerza. Esa tercera
fuerza sería el aramburismo, que cedería muchas posiciones
para obtener la presidencia.
•Algunos observadores no desechan la posibilidad de que el
Colegio Electoral presente tal atomización de fuerzas, que
el candidato presidencial de la salvación nacional sea en
definitiva el general Onganía.
Sin embargo, ya el día sábado, aparecían indicios de otras
actividades políticas. Los dirigentes frentistas sostenían
que siempre existirá un modo de imponer al Frente Nacional
mientras haya elecciones, cualesquiera sean los decretos
limitativos del Poder Ejecutivo. La mecánica posible que
comenzó a circular en esas reuniones de los días sábado 18
y domingo 19, era la de integrar listas comunes de
electores a presidente, vicepresidente, gobernadores y
candidatos a senadores, discutidas en mesa redonda con¡ la
Unión Popular, designando a la mayor cantidad posible de
extrapartidarios que no pudieran ser impugnados de acuerdo
con el decreto de limitaciones.
Para lograr esto, claro está, faltaban las necesarias
consultas a los mandos naturales de la UCRI y del
justicialismo. Para ganar el tiempo necesario, la Unión
Popular había decidido en la madrugada del sábado
presentar listas propias y discutir los aspectos jurídicos
del decreto de limitaciones.
Pero si bien es cierto que e! justicialismo se sentía
estrangulado, la CGT se mostraba en privado muy satisfecha
por la designación del doctor Bernardo Bas como ministro
de Trabajo y Seguridad Social. El día de su designación,
el diario "Buenos Aires Herald" le concedía un título a 7
columnas en su primera página, con el mismo despliegue
tipográfico que debía conceder al vuelo del astronauta
norteamericano, Cooper: "Un abogado de la CGT obtiene el
Ministerio de Trabajo". Esta decisión del Poder Ejecutivo,
combinada con la oferta al rector de la Universidad,
doctor Olivera, de la cartera de Economía, revelaba una
actitud nueva en las Fuerzas Armadas: producir en forma
inmediata hechos que alivien la situación social; por un
lado, un hombre capaz de dialogar con los sindicatos en un
terreno francamente amistoso; por el otro lado, un hombre
que piense más en la expansión económica que en la
estabilización monetaria.
En una visita realizada a PRIMERA PLANA, un ex miembro del
equipo económico (había actuado en las épocas de Frondizi
y de Guido) explicaba que temía el día que se descubriera
que en realidad la conducción económica estaba siempre en
las mismas manos, cualquiera sea el gobierno. En verdad,
una revista a los hombres que estuvieron en la conducción
económica desde el lv de mayo de 1958 hasta ahora revelaba
con claridad esta tendencia. Resultaba así claro que las
Fuerzas Armadas están decididas a introducir variantes
fundamentales en este esquema, y que esas variantes estén,
probablemente, en contradicción con las tesis sostenidas
hasta ahora.
El balance indicaría así que al endurecimiento en el campo
político corresponde un ablandamiento en el campo
económico-social. ¿Qué implicancias puede tener este
proceso? Un observador señalaba que las Fuerzas Armadas se
habían decidido no sólo a pilotear la salida electoral y
desentenderse de todo lo demás como parecía, -sino también
a gobernar en todo el sentido de la palabra. Para dichos
observadores, esto presupone que gobernarán más tiempo del
que indica el calendario electoral, y que esa influencia
se ejercerá sobre el próximo gobierno mediante la
disposición de medidas desde ahora, o sin el próximo
gobierno si algo impide que se consumen las elecciones.
Es así que, por encima de la anécdota política del decreto
de limitaciones, se ha producido, de todos modos, un hecho
revolucionario cuyas derivaciones deberán ser calibradas
una vez que se produzcan las primeras medidas en el campo
económico-social.
Justicialismo
La solidaridad tiene un límite
Ante el decreto que limite la posibilidad de presentar
candidatos por parte del justicialismo se temía, a partir
del viernes, una proscripción del movimiento peronista,
que podía ser decretada por el gobierno o por el propio
justicialismo ante medidas que podía considerar como
coactivas más allá de lo aceptable. Lógicamente, muchos
jefes del propio Ejército Azul entendían que tanto la
proscripción como la autoproscripción abrían perspectivas
sumamente peligrosas para el proceso de normalización
institucional en nombre del cual se realizó el
pronunciamiento de setiembre de 1&62.
El justicialismo, en tanto, recordó a los
partidos —en urgentes consultas— los compromisos asumidos
por la Asamblea de la Civilidad para el caso de una
proscripción del peronismo y reclamó que las reglas del
juego concebidas entonces (solidaridad recíproca) fueran
ahora acatadas. Radicales del Pueblo, socialistas
argentinos, democristianos sueldistas y ucristas alendistas habían
sido entonces los máximos expositores de una tesis que
implicaba no aprovechar una eventual proscripción del
peronismo y declarar la solidaridad en los hechos si se
llegaba a esa situación.
Sin embargo, Arturo Illía —candidato a presidente por el
radicalismo
del Pueblo— dijo el viernes en Mar del Plata que, fuera o
no proscripto el peronismo, su partido concurriría a los
comicios. La presencia electoral del radicalismo del
pueblo —expresó Illía— es el único camino para, obtenido
el poder legalmente, levantar luego las proscripciones y
reconstruir la posibilidad de una democracia integral. El
mismo temperamento habría expuesto simultáneamente Alende,
en un reportaje radial al que fue sometido el viernes. En
todos los casos, se trataba aparentemente de repetir el
esquema que utilizó Frondizi en 1958: asegurar el
levantamiento de la proscripción desde el gobierno y
obtener el poder con el apoyo de las fuerzas proscriptas.
Rápidos emisarios de la democracia cristiana, del
alendismo, del aramburismo y del socialismo argentino
trataron a la vez de discutir con los dirigentes
justicialistas la posibilidad de obtener los votos
peronistas, en caso de proscripción, a cambio de ciertas
garantías programáticas y seguridades de un "new deal"
para el movimiento.
Raúl Matera, presidente del Consejo Coordinador que había
planteado recientemente en televisión la necesidad de que
el movimiento fuera a comicios con "candidatos nuestros"
(no candidatos propios, como decía el texto original)
reflexionaba entre tanto. Y planteaba a algunos amigos
suyos la necesidad de realizar sondeos para estudiar la
posible viabilidad de una variante insólita más: la
proclamación de una fórmula presidencial Juan Carlos
Onganía - Raúl Matera.
UCRP
Se estudian síntomas y posibilidades
Cuando el 16 de marzo de 1962 un amigo de Francisco Solá
le dijo que, según una encuesta, tenía muchas
posibilidades de alcanzar la gobernación de Buenos Aires,
recibió una escéptica respuesta del candidato. Después de
unos segundos de silencio, el muy provinciano y eventual
heredero de Larralde en aquella oportunidad, le respondió:
"No dudo de esas encuestas, pero yo tengo mi sistema.
Cuando un candidato tiene posibilidades de ganar, no se
puede andar en su casa de tanta gente que ya viene a hacer
sus pedidos... Hasta ahora no he recibido ningún pedido.
Sé que no voy a ganar."
Y el radicalismo del Puebla llegó 3º...
Esta anécdota fue recordada últimamente en los pasillos
del hotel Savoy —provisional cuartel general de Arturo U.
Illía— cuando Héctor Llorens, eficaz jefe de audiencias
del candidato de UCRP, se encontraba en figurillas para
coordinar los diversos pedidos de entrevistas de
interesados en presentar sus saludos a don Arturo. "Creo
que en ésta nos va a ir mejor. Ya hay unos cuantos pedidos
en carpeta", se comentaba.
El hecho es que serios estadígrafos
políticos del
radicalismo del Pueblo ya dan como seguro el triunfo
partidario en Córdoba y Santiago del Estero. Además,
descuentan hacer buena elección en Mendoza ("a los
conservadores les hemos roto el esquema"), en Buenos
Aires, Misiones, Entre Ríos ("es triste decirlo, pero
Contín tiene más arrastre que Perette") y La Pampa.
Tampoco perdieron las esperanzas de ganar en la Capital
Federal, aunque jóvenes radicales no estén muy satisfechos
con sus candidatos.
En realidad, los más lúcidos dirigentes del partido saben
que no van a alcanzar la mayoría necesaria para imponer su
fórmula presidencial. Quizás ni siquiera puedan ver
consagrado a uno de los términos de la misma. Pero también
saben que el 7 de julio les dará una cantidad suficiente
de electores como para influir en el Colegio Electoral.
Así es que, ante tal posibilidad, los técnicos en el
difícil arte de la negociación política están haciendo
cálculos con el fin de estructurar la estrategia a seguir
en el Colegio Electoral. Están firmemente decididos a
moverse allí de manera tal que cualquiera sea la fórmula
consagrada necesite de los votos de la UCRP. Así, el
próximo gobierno tendrá, por lo menas, un tinte radical
del Pueblo o un compromiso con la UCRP.
PRIMERA PLANA
21 de mayo de 1963
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Presidente Guido según Flax (Lino Palacio) |
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