- No hay tono... el
teléfono está descompuesto
- Natalia creyó morir en ese momento y corrió hacia la salida.
- ¡Natalia! ¿adónde vas?
- ¡No te importa cobarde!
Tito no alcanzó a detenerla. Oyó las voces de Natalia pidiendo auxilio en plena calle y
acercándose a la caja de luces, bajó la palanca. La oscuridad se hizo total en la
"boite"... |