David Gilmour de Pink Floyd Detrás
de la pared
Del mismo modo que el
protagonista de "La Pared" construyó un grueso
muro que lo separara de un universo hostil, los
integrantes de Pink Floyd levantaron una pared en
torno suyo empleando el silencio como cemento y
las negativas como ladrillos. Sin embargo, los
músicos tienen la sana costumbre de romper
periódicamente este muro con sus propias manos y
mostrar al público la vigencia de su estilo.
Los Pink Floyd se cuentan entre los más reclusivos
músicos de rock. No conceden entrevistas, no salen
de gira a menudo y su reticencia a posar para los
fotógrafos llega a extremos tales que los
ejecutivos de su sello prefieren colocar dibujos
en la cubierta de sus discos para evitarse
discutir con ellos. Si todo esto suena exagerado,
basta con recordar que desde 1977 a la fecha la
banda dio apenas un par de decenas de conciertos y
que David Gilmour concedió sólo dos reportajes en
diez años. "Nosotros hemos construido una mística
especial" dice Gilmour, "y ya no podemos
combatirla. Es inútil que hablemos de ella". En
realidad, Gilmour ni siquiera desea hablar al
respecto. Se siente cómodo parapetado detrás de su
propia pared. David Gilmour: "El éxito es como
un pastel y a mí me gusta tener mi parte. Cuanto
más grande y sabrosa, mejor. No hay nada que pueda
compararse con el éxito pero también quiero mi
vida privada. Mi existencia personal no fue
afectada jamás por el éxito de Pink Floyd y espero
que las cosas sigan siendo así. Quiero poder ir al
supermercado como siempre lo hice y que nadie me
moleste." En realidad, resulta muy difícil
reconocerlo cuando no está en época de conciertos.
Se afeita pulcramente, viste ropas de excelente
calidad, maneja un BMW sedán y se expresa en un
inglés pulido y culto. Su hablar es pausado, casi
reflexivo. No le interesa publicitarse ni
promocionar su grupo. Cree que ni Pink Floyd ni
sus miembros necesitan nada más en ese terreno.
DG: "Me hacen muchas preguntas en torno a la
partida de Rick (Wright) pero no hay mucho que
decir al respecto. Quiere irse y se va. Eso es
todo. Ha ganado diez veces más dinero del que
podrá gastar en toda su vida. Sabe cuidar de sí
mismo. ¿Qué más se puede decir? "
UNA
HISTORIA CONFUSA Quince años han transcurrido
desde que los integrantes de Pink Floyd llamaron a
David Gilmour y le pidieron que fuera su
guitarrista rítmico. Eran momentos muy difíciles
para el grupo; la inestabilidad de Syd Barrett
—alguien que tuvo "demasiado en muy poco tiempo",
según palabras de Waters— los había colocado en
una situación delicada. DG: "Éramos una buena
banda. Syd tuvo que dejar todo definitivamente en
marzo de aquel año y yo pasé a ser el primer
guitarrista y segunda voz del grupo. Tenía
veintidós años y muchas expectativas." Alguien
que recuerda muy bien al Pink Floyd de aquellos
días es el baterista Roger Earl del grupo Savoy
Brown. Earl tocó en algunos conciertos que su
banda compartió con Soft Machine y Pink Floyd.
"Era la época de la psicodelia", recuerda Earl,
"con aquellas bandas tan extrañas . . . Esos días
que uno no quiere recordar ... o no puede hacerlo
. . ." DG: "En realidad, eran épocas muy
confusas. La historia de Pink Floyd ha sido
siempre confusa, aún para mí. Por ejemplo, nunca
entendí por qué un álbum como 'El lado oscuro de
la luna' tuvo tanto éxito. Musicalmente, Pink
Floyd llegó mucho más alto que eso y líricamente,
también. Es incomprensible que el público se haya
aferrado a ese disco del mismo modo que a 'La
Pared'."
LA PARED FINAL En realidad, los
Pink Floyd se aferraron tanto a "La Pared" como su
público. La pesadilla de Pink ronda su música
constantemente y "El corte final" no es sino un
desarrollo de ciertos aspectos de la temática
expuesta ya en "La Pared". DG: "Cuando uno hace
un disco como ése, es muy difícil 'salir' de él.
Uno se encuentra en una posición difícil y cuanto
más trata de salir más denso se vuelve todo. Hay
que ponerse muy en claro que uno no puede
satisfacer todas las expectativas que el público
deposita en un grupo exitoso." Varios de los
temas que componen "El corte final" fueron
originalmente compuestos para "La Pared". Las
demás, fueron inspiradas por los acontecimientos
del momento y que pusieron de relieve la
fragilidad de ciertos sueños a los que se aferra
el hombre. Sin embargo, David Gilmour. no comparte
las ideas de Roger Waters. DG: "No creo que el
mundo sea tan negro como Roger lo pinta en 'La
Pared' o en 'El corte final'. Más bien creo que él
siente una constante necesidad de vomitar su
propio veneno. Por supuesto que hay cosas muy
malas que no pueden ser ignoradas. Yo mismo he
sufrido muchas cosas muy graves. Roger perdió a su
padre en la batalla de Anzio. El mío está vivo
pero hace muchos años que me abandonó. Es un
genetista muy famoso y por su trabajo se fue a
vivir a Nueva York cuando yo era un adolescente.
Lo volví a ver siendo ya grande, rico y famoso.
Ahora lo veo periódicamente cuando viajo a los
Estados Unidos. Sin embargo, su abandono no me
llevó a construir ninguna pared."
Revista
Pelo 12/1983
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Lenta pero progresivamente Pink Floyd
fue transformándose en "la banda de
Roger Waters", telón de fondo,
acompañamiento y coro de sus sombrías
meditaciones. Por primera vez en diez
años -y tras la partida del tecladista
Rick Wright- David Gilmour rompe su
silencio para hablar sobre Pink Floyd,
sus integrantes, su música y sus
miedos.
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