Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


MANAL
Todo lo que pasó antes de los conciertos
Revista Nueva SuperStar
mayo 1980
Informe del primer día
Parque da Serra (Teresópolis). A las 17:30 del 1º de abril de 1980 volvieron a estar juntos Claudio Gabis, Alejandro Medina y Javier Martínez. Ocho años ya desde que Manal se separó y los tres tomaron rumbos individuales, formaron sus propios grupos y asumieron diferentes derivas por el mundo.
A las 18 horas, pese a haberse quemado un equipo de Claudio y que a Alejandro no le habían traído las cuerdas entorchadas que pidió, los tres ya están en la sala del regio chalet que sus productores les alquilan para que ensayen. Javier comanda su nave-batería, Claudio y Alejo prueban las cuerdas que tienen. Calientan alrededor de escalas propias. Zapan, se reencuentran. Pedro Pujó, su productor de entonces y ahora, se hamaca en una red de la galería y sonríe: "Es como si hubieran dejado de tocar anoche, ¿no?"
Rondan teorías diversas sobre la moda retro, el reviva!, la payasada del art-deca (dente) y lo que éstas puedan implicar desde bastantes perspectivas ajustables al presente. "No nos interesa ninguna de esas especulaciones extra-musicales. "

Super sí
antes de ayer


Alejandro llegó anoche. Aterrizó en El Galeao de un Jumbo de Aerolíneas. Pantalón azul, camisa blanca, si no fuera por el tamaño parecería un ejecutivo . Alejandro y sus cajas pasan por la Aduana sin problemas. Entonces el hombre de negocios vuelve a ser el "pesuti" de los bajistas del barrio rioplatense. Cuando Claudio dice "Vamos al hotel", Alejandro no entiende bien: "¿Cómo, al hotel? ¿No nos vamos a tocar ahora?
Ruido de motores, silencios, puentes, playas de estacionamiento. En diciembre del año pasado Claudio lo vaticinaba: "Esto provoca entusiasmo y celos". De alguna manera es él quien tiene el ojo por los tres puesto en la jugada de la producción en lo referente a las saludes del concierto. "Tantos hilos para ser atados. Lo importante es que nunca los desatamos y que los tres estamos desesperados por hacer las cosas lo mejor posible. bien de veras, ¿entendés?"
Decía un ejemplar del Rolling Stone mexicano en 1971: "Manal es espontáneo para obtener elasticidad en la música. No es un grupo repetidor de sí mismo ni le interesa la representación de algo ya programado. A diferencia de otros que siempre tocan igual y no introducen ningún dinamismo en su música, ellos siempre tocan distintas versiones de sus mismos temas."
Claudio: "En ese sentido nosotros éramos y somos jazzísticos. Nos anotamos en la improvisación. Los que aman a Manal esperan eso. Nosotros también: que sea Manal eso. El elemento jazz aparece como necesidad y un amor, más que como una influencia."
En el reciente concierto de Almendra, Claudio y Alejandro son deslumbrados a propuestas. En febrero del 80 Claudio hace Río-Barcelona-París con Sonia, su mujer, e informa a Javier las condiciones ofrecidas por Pedro Pujó. Dice Javier: "Para Manal siempre estamos listos. Para las condiciones de trabajo que antes nos ofrecían, no. "Pausa. Repite: "Para volver a tocar, super sí antes de ayer"

Si no hablo de mí de quién voy a hablar

Cuenta Pedro que cada vez que Javier llegaba a Alex Music, 48 West Street, Manhattan, el empleado (un ex-baterista japonés) se agarraba la cabeza. No podía imaginar que una "bacteria argentina, un sur-desarrolleta latinoamericano" entendiese tanto y tuviera tantas exigencias para hacerse adaptar una Ludwig Octaplus. Javier le hizo colocar parches resonantes para cerrar los tambores y reforzar los soportes de los quince pies Pearl.
Javier: "Manal debe tocar en Europa. No sólo Manal, sino toda nuestra generación, la de nuestro país. Debemos tocar en España, México, Venezuela, Estados Unidos, Francia, Alemania, Inglaterra. .. Sea entrando en los planes e intereses de las compañías discográficas multinacionales... o a pulmón. Pero hay que ir a tocar. Yo estoy en ésa."
Javier le trajo a Alejandro un Gizmotron. No es otro gadget electrónico, sino un complicado arco con rueditas al que apretando en determinadas teclas hace durar cada sonido lo que se quiera. Aún está desarmado sobre la cama. Un luthier se busca en Teresópolis. Javier muestra cómo se manejaría. La muñeca izquierda de Alejandro imagina cómo saldrá de ese aprieto. ¿Le dará efectos de cellista a su bajo inconfundible? "A new range of colours, iones and dynamiks, kids!" dice el prospecto. Paul Mc Cartney lo usa.

Javier: Acordate de ir poniendo notas largas. Pensá en la cantidad de lugares donde se meten ahora mis corcheas.

Alejandro: Del primer LP mata "Informe de un día", "Una casa con diez pinos". El que más mata todavía es "Para ser un hombre más" y "Qué pena me das".

Javier: Sí. Macum, biii, macum bum biii Pacatacat a cun dum... Tiene una instrumentación de terror.

Alejandro: Claro que no vamos a poder tocarlos como antes ni queremos hacer revivals. Yo no toco más así.

Javier: Con el mismo espíritu, pero mejor hechos.

Alejandro: Tengo también un tema instrumental que me gustaría pasarles. Te acordás de "Te encontréeee en una esquina..." Yo le hice un arreglo.

Javier: ¿Un arreglo de heavy rock?

Alejandro: En serio, me provoca una gran expectación pensar cómo voy a tocar los temas. De los firuletes que hacía antes, para enganchar los tonos me acuerdo poco.

Javier: Haremos versiones nuevas de aquel material. No va a ser como otros que se pasaron mil años tocando los mismos materiales. El material nuestro de aquella época todavía vive, no está gastado.

Claudio (cantando como un viejito): Cuatro empleosh bien pagadosh, ser un ashtro de televisión... (a Javier) Después te voy a decomisar esa remerita (una que dice "New York") ¿Eh?.

Revista Nueva Superstar
mayo de 1980

 

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