Después de una larga espera —seguramente no tan dulce como
la que insinúa la tapa— el dúo Miguel y Eugenio consiguió
hacer llegar su primer álbum al público. Detrás del esfuerzo
hay dos años de insistencia y muchos más de estudio. En
alguna medida cofundadores del enérgico afloramiento de la
música realizada acústicamente, Miguel y Eugenio son unos de
los pocos artistas del movimiento de música popular moderna
que tienen claramente definido un derrotero y un objetivo
dentro de ese marco. Sin alardes ni exteriorizaciones
demagógicas, carentes de cualquier tipo de promoción y
encarando la organización de sus propios trabajos, los dos
hermanos tienen ideas muy claras en cuanto a lo que sucede y
sucederá en el campo de la música y las artes populares. La
concepción artística de todo eso está en el álbum, lo
teórico en las declaraciones que siguen, realizadas durante
una charla con un redactor de Pelo:
• SER DUO Y SER
ACUSTICOS Miguel: la formación de dúo se nos dio
naturalmente, en principio porque somos hermanos y, además,
porque la integración con otros músicos no tuvo resultados
demasiado felices. La tendencia hacia lo acústico, aparte
del lógico condicionamiento de ser dúo, se dio naturalmente
por una inclinación de ambos por la poesía y el valor de
cada letra. De todos modos esta formación no nos limita como
investigadores individuales. Eugenio: A partir de esta
primera etapa, ya materializado el álbum pensamos en la
posibilidad de músicos acompañantes: batería, percusionista.
bajo y guitarra eléctrica. Yo pienso tocar el piano y Miguel
se extenderá en variedad de flautas. • POSIBILIDADES DE
LA MUSICA ACUSTICA Eugenio: Las posibilidades son las de
la propia música: basta que la composición sea buena. Una de
las mayores virtudes que tiene lo acústico es la intimidad,
un tipo de comunicación que no existe en formaciones más
complejas. Miguel: este tipo se música requiere mayor
concentración y atención por parte del espectador. Y esa
necesidad es parte de nuestra propuesta: no queremos que el
público sea sólo espectador, se trata de que participe y
reflexione en conjunción con quien canta: eso es la
comunicación. • EXPERIENCIAS MUSICALES Eugenio: lo más
importante es que últimamente, y cada vez más. nos abrimos a
otros tipos de ritmo: brasileros, tango, latinoamericanos,
folklore, música clásica, hindú y griega. Miguel: eso lo
hacemos para tener una apoyadura y conocimientos más
amplios, no beber solamente del rock. Queremos amalgamar
todo y brindar esas experiencias. Eugenio: nuestro primer
álbum, a pesar de haberlo iniciado el año anterior, ya tiene
algunas pautas de esto que contamos. Miguel: Nosotros no
negamos la importancia de las grandes cosas que hacen con el
rock y afines como por ejemplo Jethro Tull o Emerson. Lake
and Palmer. Pero así como nos influenciamos de ellos también
queremos hacerlo con otras músicas y, sobre todo, con la de
nuestro país. Me parece que no podemos seguir hablando de
dominación si el mismo lenguaje musical está revelando esa
misma dominación. Eugenio: yendo un poco más al terreno
de connotación política, nosotros aspiramos a una unidad
amplia de América Latina y pensamos que sus primeros frutos
se van a dar en la interrelación del arte de cada uno de
nuestros países. • LA MUSICA Y SU PARTICIPACION EN EL
PROCESO REVOLUCIONARIO Miguel: el arte en general y la
música en particular tienen una función limitada
políticamente pero son útiles para acompañar un proceso
general. De todos modos, pensamos que la canción tiene un
determinado poder de concientización que hay que estudiar,
respetar y saber utilizar bien. Eugenio: Pero a pesar de
esa determinación es importante ejemplificar. para una mayor
lucidez general, la diferencia entre arte alienante como
factor de dominación y irte revolucionario. Esa distinción
es vital para el público muchas veces conducido con
sutileza. Miguel: Pero entre los artistas, antes de
hablar de revolucionario o reaccionario es necesario hablar
de arte. Porque nosotros hemos tenido experiencias de gente
que quiso hacer arte revolucionario y terminó haciendo
panfletos y olvidó la poesía y la música. Pienso que siempre
es importante conocer los límites políticos del arte. •
EL ROCK Miguel: En cuanto a la búsqueda de nuestros
compañeros del rock pensamos que, como suele ocurrir en
cualquier tipo de movimiento grande, coexisten varias
tendencias cada cada una con diferentes inclinaciones.
Nosotros estamos a favor de los que están por senderos de
expresiones más auténticas, que los hay, y miramos con
recelo a los copiadores de lo extranjero, que también los
hay. Es cierto que todos sabemos que unos y otros estamos en
una lucha contracultural, pero no podemos negar que
recibimos sutemente las influencias de toda una maquinaria
que utiliza al rock como un medio de penetración cultural.
Pienso que en esa maraña es difícil el camino del rock
revolucionario. Eugenio: sin embargo yo creo que el rock
con sentido de liberación ha tenido y tiene un aspecto
positivo: a través de su música, de su poesía, de sus
propuestas, de sus creadores y de su público se llegó a
formas e ideas mucho más claras rompedoras de ilustres,
momificantes tabúes culturales. Y en contrapartida consiguió
una aproximación a la naturaleza esencial del hombre.
Miguel: Nosotros mismos, y muchos en nuestra situación
quizás, empezamos a despertarnos con el rock Su música, su
idea es muy buena simiente; pero no hay que darse sólo allí:
después debe comenzar una búsqueda más profunda que, de no
hacerla, te coloca en el peligro de quedarte solamente con
el circo del rock. • LA DIFUSION EN EL SISTEMA
Eugenio: A pesar de que todos los seguidores del rock sabían
que se trataba de un movimiento independiente del sistema
cultural alienante, ignoran que en estos momentos ya hay
algunos hechos concretos que demuestran que los empresarios
del sistema ahora consideran al rock argentino como un buen
negocio. Eso no tiene nada de malo sí esos empresarios,
muchas veces con máscaras de amadores del rock, no emplearan
los mismos métodos gansteriles y decadentes como la coima a
los disc jockeys o la monopolización velada de la difusión.
Métodos que son utilizados para promover la otra música.
Miguel: Esa maquinaria está eligiendo dentro del rock lo más
fácil de consumir; lo que presenta menos distancia con el
material complaciente que venían editando o promoviendo.
Todo esto lo debemos superar con un arte revolucionario
hecho por artistas verdaderamente revolucionarios. Pero
hasta que el arte no sea decididamente popular no podrá ser
revolucionario. La barrera entre artistas y público debe ser
borrada. Los músicos que seamos conscientes de eso tenemos
el deber de empezar. Muchas veces el cachet, la posición, el
cartel, etc. hace que, en muchos casos, algunos artistas que
se dicen populares se separen del alcance económico posible
del pueblo. Nosotros ya empezamos a romper esa barrera: es
la cuota de responsabilidad. Revista Pelo mayo 1973
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