|
El
estremecedor «Sister Morphie», «White Horses», «Brown Sugar» y «You Gotta Move»
llevaron el disco al número uno a ambos lados del Atlántico, mientras Decca iniciaba una
política de lanzamientos de refritos haciéndolos coincidir con cada nuevo álbum de The
Rolling Stones.
Exile On Main Sfreet (1972), su siguiente álbum, en comparación resultó
decepcionante y, aunque con los años ha sido revalorizado, fue una señal del declive
creativo del grupo durante los años setenta. Mick Jagger, casado con Bianca, descubrió
la vida diletante y las reuniones sociales; Richards se mantenía fiel a sus intermitentes
encuentros con agentes de la ley y Mick Taylor optó por dejar la formación en 1974 en
favor de Ron Wood.
Lógicamente, sus discos se resintieron en general, a pesar de encontrar en ellos
esporádicamente temas con la fuerza de «Angie». La aparición del punk pareció
sentenciar definitivamente a The Rolling Stones. quienes sorprendieron a propios y
extraños con el consistente Some Girls (1977) que les reportó un nuevo número uno,
«Miss You», además de reafirmarlos en su inquebrantable voluntad polémica con «Some
Girls», «Beast Of Burden», «Far Away Eyes» y «When The Whip Comes Down». Con Tatoo
You (1981) y Undercover (1983) continuaron en el mismo nivel de excelencia y compensaron,
con su experiencia y carisma, los posibles baches cualitativos y la ausencia de
innovación.
La aparición de She's The Boss (1985) y Primitive Cool (1987), de Mick Jagger en
solitario, y su enfrentamiento a Keith Richards se interpretaron como el fin de The
Rolling Stones. Una vez más, contra todo pronóstico, el grupo resurgió con Steel Wheeis
(1989) y unas multitudinarias giras mundiales en los años siguientes. Su penúltimo
trabajo -en el caso de The Rolling Stones nunca podrá hablarse del último- ha sido un
producto multimedia acorde con la época, Voodoo Lounge(1994), explotado en disco, vídeo,
espectáculo en directo y CD-ROM para ordenadores personales. Una muestra más de que
estos viejos roqueros no se resignan a ceder a otros lo que tanto les ha costado
conseguir: ser el grupo de rock & roll más importante del mundo.
LA CHICA DE LA MOTOCICLETA
Andrew OIdham pretendía llegar a
ser un nuevo Brian Epstein, por lo que trató por todos los medios de incrementar su
cartera de representados al margen de The Rolling Stones. Uno de sus descubrimientos fue
Marianne Faithfull (1946), una londinense que había dejado el convento y que empezó a
cantar por consejo de OIdham. A través de éste conoció a The Rolling Stones y no sólo
debutó con una composición de ellos en 1964, «As Tears Go By», sino que se convirtió
en compañera inseparable de Mick Jagger. La voz delicada y acariciadora de Faithfull
logró repetir su éxito con «Come And Stay With Me», «This Little Bird» y «Summer
Nights». Entre el folk y el rock & roll, Faithfull continuó cantando durante unos
años, pero su verdadero interés era llegar a convertirse en actriz. Su película más
famosa sigue siendo La chica de la motocicleta (Girl on a Motorcycle, 1968), ya que los
problemas psíquicos que le supuso la ruptura con Jagger -intento de suicidio y
dependencia de las drogas incluidos-, la apartaron casi por completo del mundo artístico.
Tras un largo período de retiro, Faithfull regresó a la música con Broken English
(1979), que descubrió una voz transformada, ronca, áspera, pero igualmente seductora.
Con supervisión del productor Hal Willner, Strange Weather (1987) la convirtió en figura
de culto que ha seguido alimentando con los álbumes Blazing Away (1990), grabado en
directo en la catedral de Santa Ana de Brookiyn, y A Secret Life (1995), colección de
canciones compuestas por Angelo Badalamenti, autor de la onírica música de Twin Peaks.
TEMA DE PORTADA
Las portadas de los álbumes de
The Rolling Stones tienen historia propia desde las primeras, ideadas por Andrew OIdham,
en las que no figuraba ni el nombre de los adustos intérpretes, ni el título del disco,
hasta la de Some Girls, en la que figuraban fotos de Raquel Welch, Lucille Ball y Farrah
Fawcett. Esta última tuvo que ser rediseñada al no contar con permiso de las actrices
para que su imagen figurase entre los anuncios por palabras.
A la portada de Beggars Banquet primero se le eliminaron algunos graffiti
especialmente ofensivos, pero en el último momento fue prohibida. El disco se
comercializó con una portada blanca y después con The Rolling Stones como anfitriones
del banquete en cuestión. La imagen del retrete fue rescatada para la reedición en CD,
después de que hubiese sido reproducida en innumerables libros y discos pirata.
Sticky Fingers no sólo provocó más de un vahído por el primer plano de una
bragueta masculina; la contraportada era un rotundo trasero enfundado en un ajustado
pantalón vaquero. Además, en el disco original -preciada pieza de coleccionista- los
pantalones llevaban una cremallera que se podía abrir y, al extraer el disco, la funda de
papel representaba al mismo modelo de la portada - supuestamente Mick Jagger- en
calzoncillos. Una vez más se tuvo que recurrir a una portada alternativa: un bote de
conserva del que sale una mano pringosa. También en una época más liberal, Dirty Work
(1985) sufrió la manipulación de la discográfica que disimuló al máximo la palabra
Dirty. The Rolling Stones fueron requeridos para que eliminasen ciertas palabras de las
canciones del disco y hacerlo así menos «sucio».
FRUSTRADOS POR EL CINE
The Rolling Stones, en opinión
de Andrew OIdham, no podían escapar al cine, pero tampoco podían convertirse en un
remedo de The Beatles. En 1965 firmó un acuerdo por el cual el grupo se comprometía a
protagonizar cinco películas. En busca de argumentos serios, OIdham vio como vehículo
ideal para sus protegidos la novela de Anthony Burgess La naranja mecánica (A Clockwork
Orange) -más tarde rodada por Stanley Kubrick-, donde Jagger podía haber sido un
perfecto protagonista. Tampoco llegó a materializarse Oniy Lovers Left Alive, adaptación
de un libro de Dave Wallis ambientado en una Inglaterra anárquica y que finaliza en
suicidio colectivo. A medida que pasaron los meses el entusiasmo se fue enfriando y sólo
Mick Jagger llegó a interpretar en solitario al misterioso protagonista de la ambigua
Performance (1970), donde cantaba «Memo From Turner», y Ned Kelly (1970), biografía del
famoso bandido australiano que permitió a Jagger interpretar «The Wild Colonial Boy».
El momento clave de su vida cinematográfica pudo haber sido la intervención en
Fitzcarraldo (1982), pero los problemas con el director Werner Herzog y las dificultades
del rodaje lo llevaron a abandonar el film. Su regreso al cine en Freejack (1992) fue un
error perdonable y olvidado.
En el terreno que The Rolling Stones han disparado más la imaginación de sus
directores ha sido en el documental. La fuerza de sus actuaciones en directo quedó muy
pronto inmortalizada en Gimme Shelter (1970), filmado durante el trágico concierto
californiano del Altamont Speedway. Sympathy For The Devil/One On One (1970), rodado por
Jean-Luc Godard e intercalando actuaciones con declaraciones de The Rolling Stones, ayudó
a alimentar su fama satánica. Ladies And Gentlemen The Rolling Stones (1975) es notable
por la espectacularidad del sonido cuadrafónico. Finalmente, At The Max (1992) es una
impresionante filmación destinada a las salas Imax, dirigida por Julien Temple y que
transporta al espectador al mismísimo escenario en el que actúan los inmortales Stones. |
«Durante años hemos creado buenos discos, Eso es lo
importante, es lo que otros grupos no han hecho. Si nos hemos mantenido, ha sido por las
canciones» (MICK JAGGER)
«Cuando se tiene mí edad, uno debe sentirse joven para
trabajar. Tienes que estar en forma porque el rock & rolI requiere mucha energía. He
abandonado la vida disipada llena de drogas y excesos»
(MICK JAGGER)
|