Volver al Indice

crónicas del siglo pasado

Revistero
de rock

 

 

Un zar on the rocks

Tiene 28 años y es el manager de Charly García, Nito Mestre, Celeste Carballo y David Lebon. También representa a Mercedes Sosa. Se llama Daniel Grinbank, produce discos y shows de éxito masivo. Su imperio crece.

Fuente: Revista Somos 04/02/1983

un aporte de
Riqui de Ituzaingó


Daniel Grinbank

 

 

Daniel Grinbank, tan conocido como ignorado, es el hombre que está detrás de los más grandes recitales y festivales de rock. Entre otros espectáculos, produjo el último recital en vivo de Charly García en el estadio de Ferro. Es el manager de Celeste Carballo, Nito Mestre, David Lebon, Charly García y Mercedes Sosa, entre otros. Su agencia, Daniel Grinbank Producciones SRL, realiza espectáculos, vende artistas y edita discos; maneja el 10 por ciento del mercado discográfico local y ya empieza a exportar. Su firma apareció al pie del último espectáculo de Antonio Gasalla y en la reposición de la obra Caviar. Hay quienes lo llaman el zar del rock, el poder detrás del trono. Hay quienes hablan mucho de él y jamás le vieron la cara ni saben qué piensa del rock y del show bussines local. SOMOS charló con él para saber quién es y qué piensa.
—Empecé hace diez años a raíz de un viaje que hice a los Estados Unidos. Había ido a Los Ángeles con intenciones de estudiar sociología y ahí conocí a un tío mío que se dedicaba a producir espectáculos. Vi todo lo referente al show bussines y quedé fascinado por ese mundo.
—¿Cuál fue el primer espectáculo que hiciste?
—Fue en Miramar con el grupo Arco Iris y resultó un fracaso económico. Pocos días después llevé al mismo lugar, la boite Aku Aku, a Alma y Vida, y la cosa caminó mejor.
—¿Y el primer grupo de rock que manejaste?
—Vivencia, en sus comienzos. Pero en realidad la primera cosa de magnitud que hice fue con Sui Generis, con quienes estuve hasta tres meses antes de su separación. Después vino Polifemo, Alas, Espíritu, Avalancha, Rodolfo Mederos.
—¿Qué diferencia hay entre lo que vos haces y un representante tradicional?
—Una diferencia muy grande. El representante tradicional que se conoce en la Argentina es un hombre que vende artistas. Lo que yo hago es producir espectáculos y discos. Es una actividad que empezamos con Charly García en el '81 cuando presentamos el álbum Bicicleta, producido por nuestro propio sello.
—¿Qué es lo que Daniel Grinbank, como productor, le aporta al rock nacional?
—Fundamentalmente profesionalismo, en el buen sentido de la palabra. Antes el rock tenía un espíritu demasiado amateur. Mi llegada al rock coincide, además, con un momento económico especial: era la época de Martínez de Hoz, una etapa en la que se podían importar mejores equipos de sonido y de iluminación. Hay que dejar en claro que en el aspecto creativo el espíritu del movimiento no se ha desvirtuado: el músico sigue creando igual o mejor que antes porque hoy ya no tiene que preocuparse nada más que por componer. Además nuestras producciones se hacen en coparticipación con el artista, lo que lo resguarda de tener que vender su obra al sello grabador de turno.
—¿Qué le falta al rock nacional?
—Exportarlo. Fundamentalmente exportarlo. Argentina tiene una situación geográfica desfavorable y se enfrenta con que los grandes centros consumidores de música rock están a una hora de avión entre sí, lo que nos pone en franca desventaja.
—¿El rock nacional tiene nivel competitivo?
—No sólo tiene nivel competitivo sino que, lo más importante, tiene una personalidad definida que lo hace diferente al resto del rock y a la vez lo torna más interesante.
—¿Se exporta nuestro rock a otros países de Sudamérica?
—Se está empezando a hacer. Lástima que uno de los mercados más interesantes, Brasil, que consume un 85 por ciento de música nacional, muestra un gran menosprecio por todo lo que sea idioma español. Recién ahora un cantante de habla española llegó a figurar primero en el ranking de ventas brasileño: Julio Iglesias. Pienso que entonces la cosa va a cambiar, por eso intentamos llevar actualmente a Celeste Carballo y Charly García con mejores posibilidades.
—¿Cuál es el objetivo más serio que tiene el rock nacional?
—El objetivo más serio creo que ya fue alcanzado: convertirse en un fenómeno popular y poder absorber elementos de las corrientes musicales más importante del país como el tango y el folklore. Ahora su objetivo es lanzarse al exterior.
—¿Es un buen negocio el rock?
—Sí. Al menos en la escala en que yo lo hago, me refiero a tener agencia, compañía grabadora y producción. Así sí es buen negocio. 
—¿Sos el zar de esta música? 
—Soy el productor que, en estos momentos, estadísticamente vende más discos y más gente lleva a los recitales. Pero no creo ser el zar del rock. Además, el régimen zarista cayó, y estrepitosamente. Prefiero las monarquías, que al menos siguen en pie.
—¿Crees que la guerra de las Malvinas permitió un redescubrimiento del rock?
—Permitió una mayor difusión por los medios de comunicación. Pero cuidado, antes del dos de abril el rock ya llenaba estadios. Claro que en el tema de la difusión se cometieron excesos. En un momento se prohibió la difusión de música inglesa, lo cual me pareció una aberración, porque con ese criterio habría que prohibir a Shakespeare, Chaplin, The Beatles, y eso es una barbaridad. Lo que hay que evitar es aquello que no tiene calidad, porque lo bueno es universal.
—¿El rock tiene alguna postura definida frente a la realidad nacional?
—El rock, fundamentalmente, pelea por las libertades individuales, acá y en cualquier parte del mundo.
—¿Por qué el rock nacional no tiene un gran programa de televisión?
—Creo que es muy difícil trasladarse a la tevé el clima que el rock necesita y que consigue en un estadio. Además, por ejemplo, para hacer un gran programa de rock habría que mejorar muchísimos problemas de sonido y otros obstáculos técnicos. No es fácil.
—¿Te animarías a producir para televisión?
—Previo un aprendizaje del medio, puede ser. Lo que sucede es que haría una reestructuración total, sobre todo en las capas medias, y en estos momentos desocupación es lo que sobra. 
—¿A qué artista te gustaría traer al país?
—A los Rolling Stones, sin dudas. 
—¿Qué le pedirías al próximo gobierno constitucional?
—Fundamentalmente eso: que sea constitucional, que haya una vigencia plena de la Constitución, con libertades, derechos y obligaciones y que mejore la inadmisible situación económica de los trabajadores.
—¿Por ahora el rock seguirá convocando más gente que los políticos?
—Que algunos políticos no representativos, sí. Además, hay que tener cuidado con las comparaciones, porque yo no sé hasta qué punto la misión de un político es llenar estadios. 
—¿Qué edad tenés? 
—28 años.
—Cuando no producís espectáculos de rock, cuando no editas discos de rock ni vendes artistas de rock, ¿qué haces? 
—Escucho rock.
Daniel Ares 
Foto: Jorge Salto
revista somos
4 de febrero de 1983

volver al índice del revistero

Google
Web www.magicasruinas.com.ar

siguiente en la sección