En estos casos, ni la discreción puede mantener el secreto.
Charly García renovó completamente su banda y el debut de la
nueva formación bajo el seudónimo de Las Ligas en Le Paradis, de
Temperley, fue un acontecimiento lo suficientemente importante
como para que la actuación fantasma tomara todas las
características de una presentación oficial.
García no sólo cambió de músicos. El corto, conciso y
contundente show en Temperley alcanzó como para notar que el
aire renovador no lo traen solamente los cinco jóvenes músicos
que ha escogido para la nueva etapa, sino que el cambio también
parte de él mismo. Todos los temas que García y su banda tocaron
en Le Paradis —incluidos en los últimos tres discos del
tecladista, salvo la excepción de "Rezo por vos", compuesto en
coautoría con Spinetta y aún inédito-, lucieron nuevos arreglos,
lo cual en cada caso resultó beneficioso.
Y el sonido es otro, de eso no cabe ninguna duda. Las
comparaciones son odiosas y en este caso, establecer una
relación entre lo que producen Coleman, Calamaro, Basso,
Melingos y Samalea y el aporte que hacían los GIT y Páez, es
meramente absurdo. Richard Coleman es un guitarrista nutrido en
el concepto más actualizado de la ejecución de su instrumento,
trabaja como pocos en este lugar. García lo sabe y trata de
abrirle un espacio para que se luzca. Fernando Samalea tuvo que
soportar el peso quizás mayor, al suceder a un grande de la
batería. Pero optó por ofrecer su propio "touch" para
contrarrestarlo y no dejar ninguna duda de que el puesto está
muy bien cubierto. A su lado, el bajo de Christian Basso
completó una base sin fisuras, mientras que Andrés Calamaro
trabajó esencialmente en un apoyo armónico que no lo hace
sobresalir pero que lo convierte en imprescindible. En buena
parte del show se sumó al grupo el saxo alto de Daniel Melingos,
realizando un interesante aporte a los arreglos, aunque esta vez
el sonido no lo acompañó.
García está eufórico y tiene razones que lo justifican. Se armó
una de las bandas más frescas, contemporáneas y ajustadas
posibles en este lugar, que no pudo haber debutado mejor. Sólo
falta escuchar un material compuesto más recientemente como para
tener el panorama completo de esta nueva etapa, como para
conocer al nuevo Charly García.
Federico Oldenburg