Uno camina por la avenida Corrientes y no puede evitar que
Buenos Aires le descargue su humedad sobre el pelo. Uno enciende
un cigarrillo y no puede evitar caminar en zig-zag para eludir
los charcos que la lluvia va formando. Uno acaba de ver a Fito
Páez y no puede evitar tener una sonrisa dibujada en el rostro a
pesar del frío y a pesar del mal tiempo. Y la razón es simple:
el esperado debut solista del tecladista cubrió todas las
expectativas y confirmó que la promesa rosarina ya comienza a
ser una avasallante realidad.
Fito Páez sabía que presentar su disco en la Capital era un paso
difícil y por eso apostó a un recinto no muy grande para poder
cuidar todos los detalles. Una brillante puesta en escena, buen
sonido, buenas luces y una energía desbordante fueron los
condimentos de un show que atrapó a la audiencia desde el primer
acorde de "Actuar para vivir", Fito estaba emocionado y se le
notaba; Fito estaba nervioso y se le disculpaba. Tocó todos los
temas de "Del '63", tres canciones de las grabadas por Baglietto
y un par de adelantos, obteniendo en todos los casos una
respuesta sumamente positiva, Y aquí hay que hacer hincapié en
algo: al público argentino le gusta cantar. Y aunque a veces
caiga seducido por tonterías pegadizas, su verdadero gusto se
inclina por las letras profundas, imaginativas, contundentes. Y
eso es justamente lo que caracteriza a Fito Páez. De ahí que la
nutrida audiencia no haya tenido ningún reparo en asumir la voz
líder durante varias partes del concierto.
La banda que acompañó al tecladista cumplió su parte
correctamente, pero sin brillar. Lo mejor estuvo en la base
rítmica, con buenos pasajes de Daniel Wirtz y Paul Dourge. Por
momentos dio la sensación de que tal vez Fito necesita una banda
más aguerrida, aunque es probable que una vez que superen los
nervios de los primeros shows, estos mismos músicos se suelten y
encuentren su equilibrio con la energía de Páez.
Con respecto a las dudas sobre cuál sería el desempeño del
tecladista en la parte vocal, necio sería negar que cumplió
decorosamente la tarea. En algunos temas Páez contó con el
fundamental apoyo de Fabián Gallardo (se nota que es más
cantante que guitarrista) y del invitado Rubén Goldín logrando
buenas armonías.
Una de las letras del "Del '63" asegura que "hay otra música en
el aire". Y es verdad. En el aire está sonando ahora la música
de Fito Páez, una música perfectamente simbolizada en el
escenario del Astros con una rosa y una hoja de afeitar. Es que
la música de este talentoso compositor tiene el encanto de la
rosa y el filo de la hoja de afeitar. Por eso el público
respondió con un fervor inusual y el concierto terminó con todo
el mundo bailando. ¿Pero quién dijo que Fito Páez era depresivo?
Seguramente alguien que no tuvo la suerte de estar en la fiesta
del Astros. ..
Osvaldo Marzullo
CRONICA DEL SHOW
Los temas interpretados fueron "Actuar para vivir", "Sable
chino", "Canción sobre canción", "Del '63", "Cuervos en casa",
"Rojo como un corazón", "Viejo mundo", "Panorama", "Giros",
"Tratando de crecer", "Tres agujas", "El loco de la calesita",
"Un rosarino en Budapest", "Rumba del piano". Como bises fueron
repetidos "Tres agujas" y "Un rosarino en Budapest".
Fito Páez (teclados, guitarra y voz) fue acompañado por Daniel
Wirtz (batería), Fabián Gallardo (guitarra, teclados y voz),
Paul Dourge (bajo y teclados) y Tweety González (teclados). Como
invitados estuvieron Rubén Goldín, Fabiana Cantilo y Miguel
Zavaleta.
revista Pelo
septiembre de 1984