Después de amenazar durante bastante tiempo con su lanzamiento,
G.I.T. se dio el gusto y debutó a lo grande con un soberbio
disco grabado en Ibiza. Con ese álbum y unas pocas actuaciones
en locales pequeños, el trío tuvo suficiente como para arrasar
con el gusto del público. Y el motivo es sencillo: es poco
habitual encontrar una banda de virtuosos que además haga tan
buena música.
La mayor parte de las opiniones coinciden: G.I.T. fue la
revelación del año. Porque integran el grupo tres de los más
talentosos instrumentistas del panorama musical actual, porque
cuando se unieron generaron enormes expectativas, porque su
álbum debut trajo aires renovadores y porque en vivo suenan aún
mejor. Pero sobre todo porque el público comprendió su propuesta
y aprecia su música. En esta nota Pablo Guyot, Willi Iturri y
Alfredo Toth analizan el formidable año que tuvieron, hablan de
sus expectativas, las pasadas y las actuales, y tratan de
explicar las razones del éxito que los acompaña.
EN VIVO PEGA MAS
Sin dudas éste que pasé fue un año poco común para
ustedes.
Willy Iturri: Sí, fue un año súper positivo a todo nivel.
Primero rodeado de expectativas, por todo lo que significa
debutar discográficamente, y luego marcado por una sorpresa
grandísima que es el hecho de haber sido el grupo revelación.
Todo esto es muy importante porque es lo que te da la polenta
para seguir tirando para adelante y, además, te sirve para
confirmar que no estas equivocado en el camino que tomaste.
Alfredo Toth: Para G.I.T. fue un año importantísimo porque si
bien cada uno de nosotros venía trabajando en esto desde hace
tiempo, ir al frente y mostrar la cara con tu propia propuesta
es otra cosa. Por suerte la realidad superó nuestras
expectativas.
En los resultados tuvo mucho que ver el disco con el que
debutaron. Es muy poco habitual que un grupo pueda grabar su
primer disco en Ibiza.
W.I.: Por supuesto. Pero eso también es coherente con la manera
en la que queremos hacer todas las cosas. Cuando nos juntamos,
aparte de componer y preparar el material, esperamos una
propuesta interesante para grabar.
Cuando se hizo pública la noticia de que ustedes se
habían unido para hacer un grupo, la expectativa fue enorme. Esa
es una consecuencia sí se quiere lógica, teniendo en cuenta el
curriculum de cada uno. ¿Fue difícil de sobrellevar el peso de
tanta expectativa?
Pablo Guyot: A mí, tanta expectativa no me gustó, porque nos
sentimos como exigidos desde antes de empezar con todo. Sentimos
ese peso hasta nuestra primera actuación. A la gente, G.I.T. en
vivo le pega mucho más y eso nos da más seguridad.
W.I.: Las expectativas también las teníamos nosotros. Pero si
hicimos esto fue porque realmente nos teníamos confianza. Todos
pensaron que en la parte interpretativa no había ninguna duda
pero temieron lo que podíamos hacer en cuanto a las voces, las
letras y la composición, que era lo que jamás habíamos hecho. En
esos aspectos fue donde debimos esforzarnos y dar un paso al
frente.
A.T.: Otra cosa que podía generar problemas era la formación que
tenemos, porque aquí la gente no está acostumbrada a los tríos.
Nos costaron, y nos siguen costando, las presentaciones, porque
ahí tenemos que trabajar como locos: cantar, tocar, hacer coros
y llenar los vacíos que pueden existir en la música de un trío.
W.I.: Cuando te exigís los resultados los palpás también vos.
Nosotros siempre pusimos nuestra personalidad al servicio de
otro artista. El hecho de haber formado este grupo es para
nosotros poder mostrarle a la gente cuál es nuestro estilo
definido. Haber dado este paso al frente nos da la posibilidad
de saborear los éxitos.
TEMOR AL CAMBIO
¿Creen que las posibilidades de un trío pueden agotarse
al tiempo?
A.T.: No, para nada. Incluso yo diría que es divertido buscar
nuevas posibilidades y experimentar. Hoy, con los adelantos que
existen, se pueden hacer muchísimas cosas entre tres.
Sin embargo, el disco está grabado casi sin agregados
técnicos. Cada instrumento suena en su manera original.
W.I.: Sí. El disco lo grabamos casi como en vivo. Estamos en una
etapa muy simple, en la cual queremos exprimir bien las
posibilidades de cada instrumento. Queremos agotar esta etapa
sonora antes de comenzar con una nueva en la que usemos otros
efectos e instrumentos.
En cuanto a las expectativas de la gente, ¿cómo
sintieron que reaccionó una vez que tuvo el disco en las manos?
P.G.: Creo que a la mayoría de la gente le comenzó a
gustar de a poco. Eso tiene que ver con que por ahí no era lo
que esperaban. Cada uno quería que G.I.T. llegara a satisfacer
sus gustos personales. La gente esperó algo grandilocuente y el
producto resultó ser simple.
W.I.: No se si simple es la definición correcta. Yo más bien
diría concreto o crudo. Porque si uno escucha bien los detalles
no es algo tan simple. El disco le gusta a mucha gente y a otra
no. Hay quienes temen al cambio, entonces lo rechazan.
¿Notaron que estaban creando algo nuevo mientras
grababan el disco?
W.I.: Cuando escuchamos las primeras tomas realmente nos
sorprendimos. No sabíamos si era algo muy bueno o una porquería.
Nos sonaba todo muy diferente. Y pasamos muchas noches pensando
en lo que podría pasar
¿Creen realmente que lo de ustedes es algo tan
diferente?
W.I.: No podemos afirmarlo, porque no somos objetivos. Existen
grupos de mucho nivel, como Los Abuelos, La Torre y Zas, pero
cada uno tiene un estilo bien definido y muy diferente al
nuestro. Nosotros tratamos de no meditar demasiado sobre lo que
hacemos y, sobre todo, sentir plenamente lo que tocamos.
Federico Oldenburg