Más allá de la expectativa de los sobrevivientes y los
pensamientos cabezudos, Man Ray empieza a insinuarse como el
camino a seguir. A continuación todo lo necesario para
comprender la música transparentosa.
escribe Rodrigo Fresán
LO QUE PIENSA UNO: Lo que piensa uno es que si Man Ray no
existiera habría que inventarlo. Afortunadamente, Man Ray existe
más allá de las sospechas iniciales que despierta una banda
buscando amparo nombrándose a partir del nombre de un célebre.
Pero después de escuchar un par de veces el disco del ojo, no
queda más que admitirse mal pensado y pedirles disculpa in
absentis a este grupo que, finalmente era lo que este país
necesitaba. La chanteusse Lizarazu, el guitar-man Losavio, la
sinuosa bajista Gómez Palma (parece arrancada de un grupo tipo
Velvet) y el baterista Burrati (al fin uno que golpea los
parches y, además, sonríe) son uno de esos combos dueños no sólo
de una química que suena bien sino que, por el mismo precio, son
interesantes de ver. Todo esto sin refugiarse en posturas
heroicas de comic-book, ni incursionar en las pretendidas
revulsiones de nuestros autoreferenciales Bukowskis locales. Man
Ray no grita "te alcanzaré" ni desafía a "que me vengan a
buscar". Lo bueno de este cuarteto es que ellos van sin que los
busquen y alcanzan sin proclamarlo a los cuatro vientos. Son,
simplemente, hábiles y muitiestilísticos facturadores de
canciones. Un poco como esos grupos tipo Squeeze y Crowded
House. Que responden a la teoría de Grupo Locos Adams: "puede
que parezcamos como si no tuviéramos nada que ver entre
nosotros. Pero después de todo somos una familia muy normal".
LO QUE DICEN ELLOS: Losavio y Lizarazu son los dos factótums
detrás de Man Ray. Ambos tienen cierta historia dentro del rock
local así como coincidencias dentro del fenecido, legendario y
-Losavio dixit- "tan cualquier cosa" Biorsi. Más sabrosas
definiciones a continuación:
Losavio: Man Ray apuesta a hacer música transparentosa sin
ningún tipo de proceso cabezudo. No sé, tratamos de ser claros y
sinceros con nosotros mismos. Tal vez al pretender esto seamos
algo parecido a sobrevivientes musicales en cuanto a que hacemos
lo que nos gusta. Esa es la premisa inicial. De ahí partimos.
Todo pensamiento posterior, calculado, viene después de que la
música está hecha. Los cuatro juntos, en la sala de ensayo.
Lizarazu: Claro, y en el estudio. Man Ray fue un grupo que
creció mucho mientras grabábamos el disco! Andrés (Calamaro)
terminó de definir un sonido más fuerte para la batería y un
bajo con más pecho. Lo demás es tocar. Y si uno siente que la
cosa cada vez le gusta más, como en mi caso, supongo que
significa que e¡ asunto está bien encaminado. Man Ray salió casi
por accidente a partir de la conexión musical con Tito.
Empezamos a grabar, empezaron a salir los temas... y entraron
Laura y Pablo. Hubo propuestas para que fuéramos un dúo, o que
yo fuera solista... Pero a mí me interesaba una banda, el sonido
de una banda. Cosa que, seguro, se va a notar en el segundo
disco de Man Ray.
LO QUE PIENSA UNO DESPUES
DE LO QUE DICEN ELLOS: Y después de haberlos visto en vivo
trajinando las tablas de Prix D'Ami y de Eat & Pop es que está
todo dado para que haya Man Ray para rato. El grupo tiene
escena, buen sonido, un clásico propio ("¡Uh! Tranquilízalo") y
un formidable cover ("Señal Que Te He Perdido" by Calamaro, otro
"transparentoso" de ley). Música, posturas y situaciones que,
por momentos, suenan descaradamente argentinas en medio de tanto
Jamaica y tanto smog importado de New York.
LO QUE DICEN ELLOS MAS TARDE:
Losavio: Puede ser. De cualquier modo no me parece mal, ¿no?
Prefiero sonar argentino a sonar español... Ja Ja.
Lizarazu: Sí, ahora parece que es una cuestión de status no
escuchar rock argentino. ¿Nunca escuchaste eso? Pero, de
cualquier modo, tenemos la "ventaja" de que es un momento
difícil para salir con cualquier cosa a nivel arte. Así que
nosotros salimos...
Losavio: Es difícil si esperas que tu disco sea un... ah...
estallido de popularidad. Nosotros aspiramos a salir a tocar...
echar a rodar la música. Y que cada uno escuche lo que le
parezca conveniente... no sé... la natural expectativa de los
sobrevivientes.
LO QUE PIENSA UNO PARA TERMINAR LA NOTA: Dentro del oficio de
periodista (si se lo puede llamar oficio) existe un momento
difícil: el de cómo terminar una nota. Afortunadamente con Man
Ray (otra cosa más para agradecerles) eso no ocurre. Alcanza con
poner a girar el disco del ojo, escuchar mientras se teclean las
últimas líneas y a la altura de "Señal Que Te He Perdido" apelar
a un dudoso juego de palabras sólo disculpable por lo avanzado
de la hora: la aparición de grupos como este es señal que
encontramos. Y ganamos. Todos.