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crónicas del siglo pasado

Pastoral
1978


Revistero de rock

 




 

 

PASTORAL:
CUANDO LAS VOCES SE TRANSFORMAN EN BELLEZAS AUDITIVAS
Después de un largo tiempo de silencio, Pastoral se presentó "a lo grande" en el Gran Rex, el 16 de junio a las 20.30 horas.
Los acompañaban como músicos invitados: Moro (batería), Hugo Villarreal (bajo) y Manolo Yáñez (teclados).
Largas colas dieron muestra cabal de la ubicación que el dúo conserva y mantiene, en la preferencia del público.
La gente fue penetrando al recinto en forma pausada y ordenada; la sala comenzó a llenarse y los palcos también.
Habrían pasado treinta minutos, cuando el nerviosismo de todos estalló en aplausos y zapateos. La calma fue lograda, sólo cuando, a las 21.25 se abrió el telón para dar paso a una obertura, interpretada con algunas de las características técnicas de ELP.
La pureza y claridad del sonido dio libertad a los sonidos de cada instrumento.
La guitarra acústica de Alejandro de Michele abrió el camino para las interpretaciones de Pastoral en "Hombre moneda", a la que le seguirían quince temas más aproximadamente.
Cada una de las canciones mostraron particularidades diferentes, tanto a nivel interpretativo, como escenográfico.
Las que más se destacaron fueron: "Lustrabotas", que comenzó con la emotiva voz de Alejandro, a la que luego se le unió la segunda voz de Miguel Ángel Eurasquin, realizando, ambos, una composición cálida y dulce. "El dueño de los muñecos", incluida en el segundo LP, comenzó con una entrada bien polenta gracias al redoble de la batería de Moro. La voz de Miguel Ángel sonó suave y cálida.
"Elida", una guajira, en la que participó Toto en percusión y cantada por Miguel Ángel, logró una calidez rítmica que no es la particular del grupo.
"En el hospicio", del segundo LP, fue el tema más solicitado de toda la noche, en el que el dúo, junto a las guitarras acústicas, desplegó una armonía de gran belleza vivificante.
"Prórroga de la tierra", en el que participó Alberto Bengolea, guitarrista de Raíces, aportó su cuota jazzística.
"Atrapados en el cielo", mató mil, y más por la especial iluminación que hizo palpar con nuestro ojos, imaginablemente, lo que es el cielo nocturno.
Casi al finalizar la presentación se le insistió al tecladista que cantara un rock, ya que según Alejandro lo hacía muy bien. Se le insistió varias veces, haciéndole las entradas musicales, hasta que al final no tuvo más remedio que aceptar e interpretarlo. Lástima que el sonido era muy alto y no le entendimos nada.
Al quedar concluidos los temas que interpretó Pastoral, no hubo bis, y aunque la gente lo pidió, no insistió demasiado.
Elogiamos de este recital: las expresiones tímbricas de Alejandro, cuyas características son las de una fuerza interna de triste rebeldía; el no "calentarum" de Miguel Ángel; la participación de Moro, Manuel, Hugo (aunque le falló, en el solo, el bajo), Toto y Alberto y la contestación que le dio Alejandro a una persona que se hacia la graciosa.
Criticamos: la falta de comunicación que aún no ha logrado el dúo hacia el público, lo que hizo que tardara en calentarse la presentación.
SUSANA CONTRERAS

revista rocksuperstar
julio 1978