Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


En vivo
Una relación Madura
Spinetta Jade
Luna Park

Revista Pelo
Mayo de 1985

En la relación entre Luis Alberto Spinetta y su público siempre hubo picos. De la profunda identificación con su música y poesía, la admiración y el endiosamiento, muchos llegan a sentirse ofendidos cada vez que el compositor toma un nuevo rumbo musical. Por eso esta relación ha sido, hasta ahora, totalmente cíclica.
En su nuevo trabajo, "Madre en años luz", Spinetta ha experimentado un nuevo cambio. Los cambios —una de las cualidades de Spinetta— siempre motivan a los críticos.
Al recital que Spinetta Jade ofreció en el Luna Park como presentación del disco no fueron aquellos críticos. En cambio estuvieron los que, casi como hipnotizados por la magia de este músico, están dispuestos a disfrutar lo que Luis Alberto Spinetta les brinda ahora. Sin protestar porque saben que él no les va a dar otra cosa. Y son muchos, porque el Luna casi se llena.
Lo que Spinetta Jade ofrece hoy es una música elaborada, a veces muy compleja y, si no, sintética en sus sutilezas. Pero, por supuesto, de una indiscutible calidad. Escuchando el disco y analizando el recital se puede palpar que la búsqueda que en este momento aboca a Spinetta está, sobre todo, basada en una amplia gama de efectos sonoros distintos. El equilibrio que hoy se da tiene que ver claridad cada vez mayor de Spinetta y con la madurez que va adquiriendo el público, que lo comprende mucho mejor.
El recital en el Luna Park fue impactante por eso. La relación se dio tan bien que facilitó los buenos resultados. Además, Spinetta tuvo a su alcance muchos elementos en los cuales apoyarse. La banda Jade, formada por el guitarrista Lito Epumer, el tecladista Mono Fontana, el bajista Paul Dourge (debutante, compartiendo su labor con la de César Franov, bajista anterior del grupo) y el baterista Pomo, es una constante demostración de solidez y virtuosismo. Se sumaron también el percusionista —también virtuoso— Osvaldo Fattoruso y, en el tema final (un estreno no presentado), "un creador genial, un músico total": Charly García, ovacionado y silbado simultáneamente. El resto, vistosos vestuarios, maquillajes y una sobria pero lograda escenografía, fue responsabilidad de Renata Schussheim. En síntesis, un excelente marco para que Spinetta pudiera desarrollar sin ningún inconveniente su nueva propuesta, y para que el público gozara plenamente de ella.
La mayoría de los temas incluidos en el repertorio forman parte de "Madre de años luz". "Amarilla flor" y "Camafeo" sobresalieron entre ese material. Hubo también temas nuevos, algunos muy bien logrados, como "Viento del lugar" (donde Spinetta hizo su propio show encarnando a una especie de androide, habitante del futuro). Otra buena parte del repertorio correspondió a las composiciones del Mono Fontana. Los momentos en los que Jade interpretó esos temas fueron los menos intensos, los lentos desarrollos de las ideas no son adecuados para este tipo de conciertos y los interminables solos de Fontana y Epumer no producen mucho más que una lógica admiración por la técnica.
El de Spinetta Jade en el Luna Park fue un buen recital. Además sirve como una clara demostración de que la música no tiene porque ser fácil para convocar una cantidad muy razonable de público. O por lo menos de que Spinetta no necesita hacer concesiones para llenar un estadio.

 

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Spinetta Jade en el Luna Park 1985


 

 

 

 

 
 

 

 

 

 

 

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