Beatles
EL MUNDO CAMBIO DE RITMO CUANDO APARECIERON LOS BEATLES.
AL MARGEN DE CUALQUIER OPINION, SU PRESENCIA MUSICAL DIO PATENTE DE EXCELENCIA A LA MUSICA QUE AMABAN LOS JOVENES. ANTICONFORMISTAS, SABIOS, GRITONES, SUTILES, ESTRUENDOSOS, GENIALES, LOS BEATLES SON YA PARTE IMPORTANTE EN LA HISTORIA DEL SIGLO XX.

The Beatles
John Winston Lennon, James Paul Mc Cartney, George Harrison y Richard Starkley (textual en la nota) decidieron, algún oscuro día de principios de la década del sesenta, llegar al tope, ser los mejores. Lo que, sin duda, no sospechaban fue que su importancia como grupo musical de éxito iba a resultar eclipsada por su decisiva trascendencia en un terreno mucho más vasto y profundo. Los Beatles, tal la denominación bajo la que se agrupó el cuarteto, produjeron una verdadera revolución. El desenfado ético y musical que los llevó a frecuentar alucinógenos y religiones orientales produjo algo más que un furor mimético. Sin llegar jamás a formularse como una ideología, la múltiple y difusa prédica del conjunto socavó, trastornó, renovó vertiginosamente vida y costumbres de buena parte de la juventud del planeta. Aún más, logró el admirativo consenso de músicos y poetas, de intelectuales y artistas. Consiguió, por fin, que se prestara atención, que se diera una importancia sin precedentes a lo que los jóvenes pensaban, decían y hacían. Se los tomó como arquetipos de una juventud disconforme, mordaz, imaginativa, que era también capaz de ternura, de compasión, de real amor al prójimo. Y de plasmar en obras de insólita belleza una torrencial, creativa, vitalidad.

LOS COMIENZOS
Liverpool, una típica ciudad inglesa de alrededor de 712.000 habitantes, está situada casi en el límite con el país de Gales Albergó con indiferencia los primeros berridos de los cuatro muchachos, asistió impasible a su opaca niñez, no se conmovió un ápice cuando John, George, Paul y el baterista Pete Best comenzaron a atronar desde el club Cavern, un oscuro y atestado sótano que sobrevivía a duras penas de los temibles embates de los adolescentes admiradores del conjunto. Corría 1961 y antes y después hubo giras y fructíferas estadas en otra ciudad, esta vez alemana y también decisiva: Hamburgo. Entre Liverpool y Hamburgo transcurrieron las híbridas jornadas en que Los Beatles aún desconocían todo menos su férrea decisión de "llegar al tope". Hubo un quinto integrante, Stuart Sutcliffe, que decidió abrirse cuando la primera estada en Alemania. Hubo también un nombre antecesor: los Quarrymen, desechado en favor del definitivo "para referirnos al estilo beat, como una broma", según aclaró John años más tarde.
La minúscula fama del conjunto llegó a oídos de un vendedor de discos. Los fue a oír al Cavern, y el 3 de diciembre de 1961 Los Beatles tomaron contacto con el vendedor en la oficina de este último. Así fue como conocieron a Brian Epstein, quien sería agente del grupo hasta su misteriosa muerte, acaecida en 1968. Brian viaja a Londres e intenta —infructuosamente— "vender" a sus protegidos. "Los conjuntos de guitarra están pasados de moda", oyó que le decían. Hubo que esperar seis meses. El seis de junio de 1962 se produce la audición de prueba, para la Parlophone, una subsidiaria de E.M.I. Les dieron un rutinario O.K. y les dijeron que había que esperar. El 11 de septiembre emprendieron la grabación de Love me Do. Luego de diecisiete temas, todos quedaron satisfechos. Los Beatles tenían un nuevo baterista, Ringo Starr, y una personalidad definida. Se hizo la otra faz, P.S. I Love You, un tema standard, y se lanzó el simple a la venta el 4 de octubre. Trepó hasta el puesto 17 del Hit Parade y eso justificó la edición de Please Please Me. En menos de un mes el tema estaba en el primer puesto. Los Beatles habían llegado. Su cuarto disco, She Loves You, recibió, antes de salir a la venta, 500.000 pedidos anticipados.

EN LA CUMBRE
En abril de 1963 sale a la venta el primer L.P., Please Please Me (Por favor yo, en la Argentina). Se encarama velozmente en el primer puesto de los charts y allí permanece seis meses. Se desata, primero en Inglaterra y luego en el resto del mundo, un peculiar fenómeno: la beatlemanía. Posters, remeras con sus efigies, actuaciones en vivo que desatan casi catástrofes. Los Beatles son famosos. Sus abundantes declaraciones para diarios y revistas son religiosamente digeridas por sus millones de seguidores. Los Beatles aprovechan para liberar corrosivas y surrealistas andanadas contra el Establishment. Se suceden los discos y se convierten en estrellas de cine. Su primer filme —A hard's day night, Yeah, Yeah, Yeah— demuestra que además de músicos son espléndidos humoristas, parientes cercanos de los legendarios Hermanos Marx. Sus giras los llevan a Suecia, EE.UU., Francia, Dinamarca, Hong Kong, Australia, Nueva Zelandia, Canadá. En vísperas de su cuarta visita a América del Norte, John Lennon declara: "En este momento, Los Beatles somos más populares que Jesús." Para qué. Una inacabable retahíla de denuestos amenaza con sepultarlos. Se prohíbe la difusión de sus discos en varios estados de la Unión. Hostiles cartelones —"Fuera ingleses", "Cristo salva, John peca"— se levantan al paso de los blasfemos. En Chicago Lennon aclara: "No quise decir que valgamos más que Cristo, sino que somos más populares. Y lo lamento mucho." Hasta el Osservatore Romano reconoce que "lamentablemente hay algo de razón en las palabras de Lennon. Sus observaciones sobre el ateísmo y el alejamiento de mucha gente de la religión tienen fundamento". De cualquier manera, los Beatles no abominan de la religión. Todo lo contrario. Sus búsquedas a través de la droga — marihuana, hachish, L.S.D.— resultan infructuosas. En 1967 toman contacto con el Maharíshi Mahesh, un guru de origen oriental que los introduce en los vericuetos de la Meditación Trascendental, una seudo doctrina de resonancia búdica. Un viaje a Rishikesh, con el Himalaya a la vista, completa la formación religiosa del cuarteto. Allí reciben la noticia de la muerte de Epstein. Muchos creen haber hallado allí la semilla que provocó, bastante después, la disolución del conjunto.
Cada movimiento de Los Beatles despierta, por lo menos, curiosidad. No es difícil que el tránsito de los cuatro por el orientalismo haya tenido estrecha relación con el apogeo del movimiento hippie, uno de los extremos de influencia de la prédica beatle. El otro extremo —el mismo Establishment— acata y se divierte con las andanzas del conjunto. No son extrañas a esta aceptación la condecoración —miembros de la Orden del Imperio Británico— que recibieron en octubre de 1965 de manos de la reina Isabel.
En 1968 Los Beatles fundan un sello grabador, Apple, que en lo sucesivo edita todos los esfuerzos que, conjunta e individualmente, realicen John, Paul, George y Ringo. La fortuna personal de los miembros del cuarteto se vuelve incalculable. Al mismo tiempo su evolución musical es asombrosa. Desde aquel primer simple hasta su L.P. doble "The Beatles" —de tapas blancas— han transitado el arduo camino que va de un buen conjunto de éxito a uno de los fenómenos musicales más fértiles del siglo XX. Entretanto, filmes como Help —una delirante comedia— o Get Back —un documental candid—, libros como ln his own weite —de Lennon— o esfuerzos individuales como los L.P. que cada uno de los cuatro lanzó bajo su propio nombre contribuyen a cimentar una fama con características de leyenda. Hace tiempo que no efectúan presentaciones en vivo y los sucesivos divorcios y nuevos casamientos alteran la sutil unidad interna del conjunto.

HACIA EL FIN
El último día del año 1970 Paul Mc Cartney arroja la bomba. Inicia juicio tendiente a lograr la disolución de la sociedad Beatle. Diferencias surgidas entre Paul, por una parte, y John y George, por otra, se agravan hasta forzar la ruptura. "Inmediatamente después de la muerte de Brian (Epstein) Paul quiso convertirse en nuestro líder. Nuestro proceso de desintegración comenzó el día que murió Brian". Paul, a su vez, estaba en desacuerdo con la designación de Alien Klein como administrador del conjunto. George se quejó: "Siempre tuve que hacerle el gusto, aunque ello significara que no grabaran las canciones que yo había compuesto".
Las discusiones, disensiones y fisuras no obstaron para que la Apple continuara editando los esfuerzos individuales de los integrantes del cuarteto. Mientras tanto, la prensa mundial se sigue ocupando sin retaceos de las proclamas pacifistas de John, de los largos períodos de vacaciones en algún lugar con mar de Paul, de las prácticas orientales de George, de las posibles películas de Ringo. Ahora son, más que nunca, individuos. Sin embargo, ninguno de los cuatro podrá olvidar jamás que alguna vez formó parte del conjunto musical más popular de la historia de la música. Ninguno de los cuatro olvidará que alguna vez fue un beatle.

John
Nació, durante un ataque aéreo de la Luftwaffe, el nueve de octubre de 1940 en Liverpool. Fue bautizado con los nombres John Winston. Su padre, Fred Lennon, era hombre de mar y desertó de su matrimonio con Julia Stanley al año y medio de nacido John. Nunca más se supo de él. Mimí, tía de John, se hizo cargo de él cuando Julia decidió casarse por segunda vez. A los siete años John empezó a incursionar en la literatura. Escribía e ilustraba libros que sobrellevaban títulos tales como "Deporte, Velocidad e Ilustraciones". Era, también, lector apasionado de "Alicia en el país de las maravillas", de Lewis Carroll. De tanto en tanto veía a su madre. En 1952 entró en la escuela secundaria de Quarry Bank, en los suburbios de Liverpool. Fue un excelente alumno en primer año. Después empeoró metódica y concienzudamente hasta integrar el pelotón de extrema retaguardia. "Salvo uno o dos, los maestros eran unos tontos. Yo estaba seguro de que triunfaría. Tenía que ser millonario. Después llegó Elvis Presley." "Nada me afectó realmente hasta que oí a Presley", confesó Lennon. Se procuró una guitarra de segunda mano al precio de diez libras y formó un conjunto con compañeros de escuela. Eran los Quarrymen, el antecedente más remoto de Los Beatles. El 15 de junio de 1957 conoció a Paul Mc Cartney. Nace una de las relaciones más fructíferas de la historia de la música popular. El 23 de agosto de 1962 se casa con Cynthia Powell, su novia de años, en el Registro Civil de Mount Pleasant, en Liverpool. El 8 de abril de 1963 nace Julián. El matrimonio dura poco más de seis años: el 8 de noviembre de 1968 obtienen el divorcio. John convive, por entonces, con la escritora y plástica japonesa Yoko Ono. Se casan el 20 de marzo de 1969 en Gibraltar. Poco después, John cambia su segundo nombre: en adelante se llamará John Ono Lennon.
John fue el principal letrista del conjunto. En sus temas campean el absurdo, la ironía, una cuidada ingenuidad que en más de una ocasión roza la ternura. Alguna vez ha frecuentado el patetismo (Mother, del L.P. bajo su propio nombre) con convicción y sorprendente belleza. Es un buen instrumentista y excelente cantante. Interpreta, en general, los temas típicamente rock del conjunto.

Paul
Nació el 18 de junio de 1942 en un cuarto privado de un hospital de Liverpool. Su madre, Mary Patricia, había sido jefa de enfermeras de la maternidad del hospital. Su padre, Jim Me Cartney, trabajaba en los talleres mecánicos Napiers. "Paul era horrible", recuerda Jim. "Lo alzaron y me pareció un espantoso pedazo de carne roja. Al volver a casa me eché a llorar". Hizo la primaria en el Instituto Liverpool, la mejor escuela de la ciudad, y era un excelente alumno. Cuando entró en la secundaria pareció perder el interés: "Nadie intentó jamás hacerme entender para qué estudiaba. . . No podía soportar eso de quedarme encerrado las noches de verano mientras los demás chicos estaban afuera divirtiéndose". Eso sí, le gustaba escuchar música. De pronto, a los 14 años, quiso tener una guitarra. Costó 15 libras y no lograba tocar dos acordes seguidos. Entendió que la falla residía en que él era zurdo. Devolvió la guitarra para que la modificaran y las cosas anduvieron algo mejor. Su padre (el único progenitor de un Beatle que tuvo alguna relación con la música) había tenido en la Primera Guerra un pequeño conjunto de ragtime y encontraba horrorosa la música que Paul ejecutaba. Entonces conoció a John y pasó a formar parte de los Quarrymen.
El 25 de diciembre de 1967 se compromete con Jane Asher. La relación dura sólo unos meses. En agosto de 1968 Paul y Jane deciden romper el vínculo. Al año siguiente, el 12 de marzo, contrae matrimonio con Linda Eastman, una hermosa y millonaria norteamericana. El 28 de agosto nace Mary, pesando 2,800 kilos.
Paul es el autor de la música de casi todos los temas de Los Beatles. Genial algunas veces, pueril otras, su música abarca (a veces en un mismo tema) desde la música electrónica hasta la música del oeste norteamericano, pasando por baladas dieciochescas, canciones infantiles y rock and roll. Lírico, conmovedor, cálido humorista, Paul es la voz más importante del conjunto. De limitado registro pero inobjetable afinación, se atrinchera detrás de sus carencias y logra transmitir las variadas implicancias de los excelentes textos de Lennon. Es muy buen guitarrista y su especialidad son las baladas


George
Es el más joven. El menor de los cuatro hijos de Harold y Louise Harrison nació en su casa de Liverpool el 25 de febrero de 1943. Harold fue mandadero, camarero y barbero en la marina mercante, cobrador y conductor de ómnibus. George concurrió a la misma escuela primaria que John Lennon, quien le llevaba tres años de delantera. No llegaron a conocerse allí. Después ingresó al Instituto Liverpool, donde estudiaba, un año delante de él, Paul Mc Cartney. Nunca tuvo mayor interés en sus estudios: "Me daba rabia que me dictasen. Algún tonto esquizofrénico recién egresado de la escuela normal se pone a leer apuntes a uno. A mi no me engañaron nunca. Son todos unos inútiles". Aún no había demostrado el menor interés por la música. A los 14 años George comenzó a dibujar guitarras en cuanto papel tenía a su alcance. Consiguió una guitarra por tres libras e intentó aprender a tocarla. Era un desastre. No se desanimó: practicaba hasta que le sangraban los dedos. Logró progresar y compró un instrumento de 30 libras. Su juventud resultó un obstáculo para su ingreso en los Quarrymen. Sin embargo "él sabia más acordes que nosotros...", dijo John, y eso le abrió las puertas.
El 21 de enero de 1966 George se casa con Patricia Anne Boyd en el Registro Civil de Epsom, Surrey. Un año después escucha a Ravi Shankar en California. La experiencia resulta decisiva. De allí en adelante el interés de George por la música oriental va en aumento. Estudia citara y música oriental en la India. El menos publicitado del conjunto — hasta entonces— se revela como un digno par de Lennon y Me Cartney.
Un buen cantante y excelente compositor, sus temas nunca tuvieron la difusión que merecían. Es, tal vez, el de talento más parejo de los cuatro. Además, un eximio guitarrista. Actualmente oficia de mecenas para los Hare Krishna, una secta religiosa de origen hindú.

Ringo
Es el mayor de Los Beatles. Nació con el nombre de Richard Starkley el 7 de julio de 1940. Su madre, Elsie, conoció a Richard Starkley padre en la panadería en que ambos trabajaban en el año 1936 Ringo pesaba cuatro kilos y medio y llegó al mundo con los ojos abiertos bajo un bombardeo alemán, como John. Cuando Ringo cumplía tres años sus padres se separaron. "A veces — rememora la madre— miraba por la ventana y decía: "Ojalá tuviera hermanos y hermanas. No hay nadie con quien hablar cuando está lloviendo". A los 5 años ingresó en la escuela primaria St. Silas. Al año siguiente padeció peritonitis. Le hicieron dos operaciones, cayó en coma y se recuperó luego de más de un año de hospital. Era un pésimo alumno y logró a duras penas ingresar a la escuela secundaria Dingle Vale. Ringo niño no evidenció ningún sentido musical. A pesar de ello insistió en obtener una batería de segunda mano. Costó diez libras. Pocos meses después cambió su instrumento por uno que costaba 100 libras. A fines de los años cincuenta ingresó en el conjunto de Rory Sterm, que gozaba de gran popularidad en Liverpool. En 1962 recibió una llamada de John Lennon ofreciéndole 25 libras semanales por integrar el grupo. Aceptó.
Conoció a su mujer, Maureen Cox, en el club Cavern: ella era admiradora fanática de Los Beatles. Se casaron el 11 de febrero de 1965, en Londres. El 13 de septiembre nacía Zak. El 19 de agosto de 1967 Maureen da a luz su segundo varón, Jason.
Ringo es el menos talentoso, musicalmente hablando, del conjunto. Es un baterista de mediano valor y escasos recursos, aunque ha progresado muchísimo desde sus oscuros comienzos. Ahora es, por lo menos, un adecuado acompañante. En cambio, se ha revelado como un notable actor de cine. Su voz se escucha en apenas media docena de discos, siempre en una vena paródica.

SU MUSICA
Los Beatles comenzaron transitando estereotipos y terminaron en plena vanguardia, influyendo a centenares de conjuntos, cantantes, compositores, letristas e instrumentistas. Con ellos llega a su apogeo la utilización de la electrónica como elemento determinante de la música popular contemporánea.
La campaña discográfica del cuarteto arranca el 4 de octubre de 1962 con la edición del simple que contenía, como tema principal, Love Me Do, una canción de Lennon y McCartney que aparece a los oídos actuales algo envejecida. En abril de 1963 aparece el primer L.P. Please Please Me (Por favor, yo). Hasta Revólver, Los Beatles evolucionan lenta pero implacablemente. Son particularmente señalables los temas compuestos para sus películas "A hard day's nigth" y "Help". Sin embargo, y salvo contadas excepciones, "no parecía sensato augurarles perdurabilidad. Con Revólver, en cambio, aparecen los signos del asombro. Un tema, sobre todo, Eleanor Rigby —que luce un cuarteto de cuerdas—, despierta unánime admiración. El próximo paso, Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band, muestra a unos Beatles que acceden al genio. Claras alusiones a un pasado nostálgico (When l'm sixty four), a la droga (Whit a little help from my friends y Lucy in the sky with diamond), a la India (Within you without you), a la música de circo (el tema que lleva el nombre del L.P.) cristalizan en un grupo de obras heterogéneo pero sólido, recorridas por relámpagos de genio y de humor. Cornos, trombones, cuerdas, intrincada percusión, enriquecen el sonido de los cuatro de Liverpool. Ya no hay cabida a la monotonía. La sorpresa y una cada vez menos instintiva sabiduría musical logran cimentar este pequeño pero lujoso monumento de la música de la década.
Ahora sí, cada nuevo disco de Los Beatles se espera con impaciencia. Jóvenes y adultos, intelectuales y estudiantes secundarios quieren saber qué nueva maravilla tienen los cuatro para ofrecer.
En noviembre de 1968, y luego de una tentativa frustrada (Magical Mistery Tour), un álbum doble recoge unánime admiración. En The Beatles (el álbum blanco) el grupo sigue desarrollando lo anticipado en Sgt. Pepper's. Sobresalen, de la veintena de temas, el admirable Happiness is a warn gun y el bellísimo Julia, lírico retrato de una muchacha intemporal.
Poco antes, y en disco simple, se conoció Jey Jude, un inolvidable himno de la década del sesenta, con el último de sus subtemas repetido hasta crear un clima majestuoso.
En 1969 elaboran Abbey Read, cuya faz B bien merece ubicarse entre las cumbres de la música contemporánea. En esta cara del disco Los Beatles logran una compacta unidad temática, cada canción se eslabona con la siguiente en un crescendo de mágica hermosura. Es quizá la obra cumbre del cuarteto, aunque haya sido despreciada por más de un crítico.
Let it be, el póstumo esfuerzo del cuarteto, fue, según algunas versiones, grabado antes que Abbey Read. Es un excelente L.P., aunque no alcanza la óptima altura musical de su predecesor. Un tema deslumbra: el que lleva el título del álbum, y que propone para los momentos de desasosiego e incertidumbre un peculiar enunciado de obvio origen oriental, Déjalo ser.
En cuanto a los intentos individuales, salvo el de Ringo, poco imaginativo, demasiado standard, el resto (John, Paul y George) no ha defraudado. El último L.P. de Lennon y el álbum triple de Harrison (Todo debe suceder) permiten suponer que la disolución del cuarteto no ha disminuido en absoluto la enorme aptitud musical de los distintos miembros de la cofradía beatle. Cada uno de ellos ha emprendido un camino no necesariamente divergente del resto, sí igualmente imaginativo. Resta esperar los próximos L.P. Se sabrá entonces en qué medida la separación estimulará o anulará las chispas individuales de los genios de Liverpool.

Revista Gente y la Actualidad
09/9/1971

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