Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Revista Periscopio

Periscopio
AÑO 1 • Nº 39 • BUENOS AIRES, JUNIO 16, 1970

Desde el 8 de junio los militares han pasado a la cabeza entre los Presidentes derrocados: son cinco en 40 años (Rawson, Ramírez, Perón, Lonardi y Onganía); y los civiles, cuatro (Yrigoyen, Castillo, Frondizi, Illia). Los 6 Presidentes que consiguieron trasmitir el mando se reparten así: cuatro militares (Uriburu, Justo, Farrell, Aramburu) y dos civiles (Ortiz y Guido). Un plan político estriba en el arte de desprenderse del poder: Juan Carlos Onganía falló en ese punto (página 12).

La Revolución Argentina no vaciló en proclamar, desde sus pretenciosos documentos originales, la voluntad de "cambiar las estructuras" que asfixiaban al país; las económicas —prometió— también saldrían remozadas. Liberales y socialcristianos emprendieron entonces una despareja carrera por el aval presidencial para desplegar sus ambiciones. Aquéllos triunfaron y ahora parecen renacer; sus rivales —atrincherados en el CONADE— pudieron balbucear su tesis, antes del mutis (página 66).

Si no fuese por la Bandera y un par de éxitos militares (Tucumán, Salta), Manuel Belgrano quizás hubiera pasado a los suburbios de la Historia argentina. Sin embargo, pocos como él encarnaron, en su agitado tiempo, la abnegación del servicio, sin ambiciones personales: cuando murió, hace ahora un siglo y medio, el Estado le debía sueldos y honores. En las páginas 42/44 se examinan ciertos costados públicos e íntimos, a menudo heridos por la retórica, de este hombre sencillo y fiel.

 

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