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CARTA AL LECTOR
19 DE FEBRERO DE 1963
*No es la primera vez en la historia argentina que un partido político aparece luego que el candidato presidencial al que va a apoyar ya está, virtualmente, en la calle. La Argentina parece ser, por lo demás, un país donde las personalidades fuertes suelen tener mucho más influencia que racionalistas programas de gobierno, Sin embargo, esos candidatos —que representan estados de ánimo, canalizaciones empíricas de tendencias— necesitan un aparato, un partido. Y ese aparato, ese partido, necesita un programa concreto (así sea para cumplir con rígidas prescripciones del Estatuto). .UDELPA, el partido que reúne a los simpatizantes de Pedro Eugenio Aramburu, ya ha elaborado su plataforma: sostiene la necesidad de una economía indicativa, al estilo de la propugnada por los técnicos franceses; se pronuncia por Occidente y la defensa del prestigio exterior de este país; preconiza la escuela activa y una modernización total de la enseñanza; aspira a modificar los sistemas de previsión social. El programa, sin embargo, elude pronunciarse sobre muchos problemas concretos.
En la página 6 se puede encontrar un anticipo de la plataforma aramburista.
*El partido Laborista inglés tiene un nuevo jefe, el cual, si triunfara en las próximas elecciones —a más tardar dentro de un año y medio—, se convertiría automáticamente en primer ministro. Es Harold Wilson, un intelectual socialista (aunque no marxista) que militó en el ala izquierda como segundo del inolvidable Aneurin Bevan. Escritor y polemista brillante, afecto a los temas económicos, llega a esa posición antes de los 45 años, hecho sin precedentes en la política inglesa. Después de haber perdido tres elecciones generales consecutivas, el laborismo ha puesto su fe en un hombre de la generación de Kennedy. Tras el anciano Attlee y el opaco Gaitskell, la imagen del laborismo inglés rejuvenece bruscamente. (Ver página 17).
*¿Cuántas veces una mujer puede triunfar en la Argentina? ¿La madurez aleja el éxito? He aquí dos preguntas de difícil respuesta, especialmente cuando están referidas a un inundo frágil y olvidadizo; el del espectáculo. A fines de la década del 30, una mujer no excesivamente bella cautivó con su voz la audiencia radial y teatral: ahora tiene 46 años, está sola, no canta y, sin embargo, sigue atrayendo el éxito. Lo hace desde los trajinados "sets" de la televisión, donde ha vuelto a poner en práctica una teoría tan antigua como la humanidad: ir a fondo para poder flotar, apasionarse por una actividad para descollar en ella. No es una teoría nueva en la vida de Paloma Efrom, Blackie, sino la repetición de una consigna —examinadas en las páginas 44-45-— que la ha convertido en uno de los pocos verdaderos productores de la TV.
*El hombre continúa empequeñeciéndose. Su dimensión no es igual hoy a la que tenía en 1957, antes de la era de los satélites interespaciales. Tampoco será igual a la que tendrá en poco tiempo más, cuando los cosmonautas logren fijar estaciones de observación en el espacio. Los últimos adelantos en astronomía dieron lugar a algunas hipótesis audaces. Entre ellas, la de Gold, un astrónomo que asegura que la vida se expande por el espacio conducida por navíos interestelares construidos por seres vivos. Esto puede ser mucho menos que un disparate, porque ya nadie niega entre los entendidos que en nuestra galaxia —la Vía Láctea— existen mil millones de planetas susceptibles de estar habitados. Otros científicos aseguran que existen viejos mundos, 26.000 millones de años más antiguos que la Tierra, un punto minúsculo, insignificante y, al parecer, atrasado en el Universo. Las revoluciones en astronomía continuarán produciéndose, pero desde ya la apertura es fascinante y. . . reconfortante: los problemas en la tierra son bien modestos (Página 48.)
Hasta el próximo martes.
EL DIRECTOR
Revista Primera Plana
DIRECTOR
JACOBO TIMERMAN
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