Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Revista Primera Plana

28 DE MAYO DE 1963
CARTA AL LECTOR
LA CIUDAD: Señalar que Buenos Aires es, urbanística y arquitectónicamente, el caos mejor desorganizado del mundo, es ya una especie de lugar común. Por eso resulta alentador que los jóvenes arquitectos argentinos hagan ahora visibles esfuerzos por aportar soluciones concretas, elevar el rango de su arte y, en definitiva, echar las bases de una arquitectura auténticamente nacional. Los últimos éxitos obtenidos par arquitectos argentinos e, inclusive, el contenido de las nuevas revistas de arquitectura que están apareciendo muestran cómo esa "arquitectura nacional" no se contentará con un folklorismo inerte y cómo, en cambio, intentará ser moderna, útil y funcional en el mejor sentido. (Ver páginas 32-33.)

*MEDICINA: Mientras la ciencia materializa milagros tales como el trasplante e injerto de riñones y, ahora también, hígados (ver página 28), la insensata aplicación masiva de medicamentos tales como los antibióticos deja al hombre sin armas contra males que ya parecían definitivamente superados (ver la columna "Medicina", también en página 28). Este es ahora un grave problema médico que no todos se atreven a exponer con claridad.

*MUJERES: No es raro encontrar en la prensa diaria notas de "relleno" que cultivan un supuesto feminismo. Se dice, en esos casos, que las mujeres están escalando posiciones en la sociedad que antes parecían reservadas sólo a los varones, etc., etc. Cuando se trata de dar ejemplos concretos, se recurre a los conocidos casos de dos o tres señoras que en Buenos Aires manejan taxis, a alguna que otra profesora universitaria, a dinámicas secretarias de hombres de negocios, a algunas damas interesadas en la política o —en el otro extremo de la escala—a las muchachas que ahora venden café en la vía pública, todo ello sin omitir, naturalmente, a las camareras de aviones y de trenes. Pero está claro que lo único que podría dar un índice de auténtico avance social sería el que se pudiera exhibir un buen porcentaje de cargos directivos, ejecutivos, desempeñados por mujeres, y que esto sucediera especialmente en el mundo de los negocios, donde parece estar radicada buena parte del poder real en la sociedad contemporánea. Ese es el índice que se ha pretendido rastrear a través de la investigación cuyos resultados se publican en las páginas 23 y 24.

*PREBISCH: Raúl Prebisch, nuestra cover-story de hoy, es en muchos sentidos uno de los argentinos más discutidos o, tal vez, uno de los argentinos peor entendidos. El hecho de contar en todo el continente con el entusiasta respeto de los círculos más progresistas y gozar de la confianza de la máxima organización mundial, Naciones Unidas, le ha valido de poco en la Argentina; sus planes y programas se convirtieron siempre, con exagerada rapidez, en banderas de batallas políticas y él mismo ha llegado a deslizarse, en sus fugaces visitas a este país, un poco sigilosamente, un poco extranjeramente. Todos los periodistas saben, por ejemplo, que nada hay más difícil que encontrar a Prebisch en Buenos Aires, aun cuando algún dirigente —como en la pasada semana Arturo Illía, según palabras reproducidas por La Razón-— asegure haberlo visto un momento antes. Las motivaciones de esa situación, así como la verdadera posición de Raúl Prebisch, son explicadas en páginas 57-58.
Hasta el próximo martes.
EL DIRECTOR
Revista Primera Plana

 

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