Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

Dibujo de la Revista Mutantia
Revista Semana Gráfica

SEMANA GRAFICA
AÑO 1 Nº 51 
4 de septiembre de 1970
100 pesos moneda nacional
1 peso
Director
C. A. Burone
Jefe de Redacción
Homero Alsina Thevenet
Editor Gráfico
Jorge Capello
Prosecretario de Redacción
Eddie Consalvo
Redacción
Jorge Capsiski, Juan Carlos Fernández Perna,
Juan Carlos Gómez Narvaiz, Alberto González,
Alicia Lo Bianco y Carlos Llosa
Colaboradores
Diego Baracchini, Ulises Barrera, Graciela Bertone, Nannina Bullrich, Horacio De Dios,
Héctor Ferreiros, Dionisia Fontán, Oscar Giardinelli, Edgardo Morales, Regina Orrego,
Eduardo Rafael, Ángel Santini, Jorge Sturla y Mora Videla Doma


PERSPECTIVAS
Desde 1930, el sector civil de la ciudadanía dedica gran parte de su tiempo a comentar en tonos diversos la actuación del sector militar. Hay razones para creer que el sector militar demora un tiempo semejante examinando la conducta del sector civil, con la ventaja obvia de que, si se trata de oponerlos, cuenta no sólo con argumentos, sino también con elementos adecuados para hacerlos más convincentes. Es lo que un poeta de las nuevas generaciones describió como "la sartén por el mango y el mango también". Salvo esa diferencia en el "apoyo logístico", un análisis objetivo de la realidad argentina en las últimas cuatro décadas podría demostrar que, en materia de culpas y errores, militares y civiles son igualmente responsables de aquellos episodios que entran en la categoría de lo desdichado. No está de más recordar, por otra parte, que una extendida porción de ese sector civil sigue añorando la ausencia de alguien que, ante todo, fue militar y alcanzó la más alta jerarquía del escalafón castrense, aunque diferencias de opinión sobre su conducta lo han colocado en la misma condición de los remotos faraones heréticos: en el Colegio Militar, la placa con su nombre ha sido borrada. Ese hombre no existió.
En las circunstancias actuales, como en tantas otras del pasado, la suma del poder está en manos de las Fuerzas Armadas y sólo la conjetura puede arriesgar pronósticos sobre el futuro. Pero hay datos que eluden ese límite de lo conjetural y permiten vislumbrar la posibilidad de que el Ejército alcance una cohesión como muy pocas veces logró en su historia. En esa perspectiva asoma en bloque la promoción 68, egresada del Colegio Militar en 1941, exhibiendo el record de haber proporcionado a la Nación el insólito número de 20 generales. Doce de ellos revisten en actividad y es posible que algunos se conviertan en generales de división; están también el futuro comandante en jefe del arma y el Nº 13, retirado, a quien sus pares han ungido presidente de la República.
Lo que parece cada vez más difícil es que esa misma cohesión se extienda a todos los demás sectores del país. Cabe temer, inclusive, por la posibilidad de un retorno efectivo a las formas civilizadas de vida, simplemente civilizadas, sin que haya necesidad de etiquetarlas, porque ni la tradición ni occidente ni el cristianismo resultan ya garantías suficientes para impedir que el asesinato se convierta en un episodio de todos los días. Hay que soportar, curiosamente, que entre los argumentos de sus presumibles gestores y ejecutores se invoquen aquellos principios como justificativos de la acción criminal.
Seguimos pagando deudas contraídas en el pasado y confusiones mantenidas hasta el presente. Se recurre al gangsterismo porque se elude el diálogo y se elude el diálogo porque se teme a la verdad. Si ésta aparece hay que afrontar sus consecuencias. ¡Qué miedo! ¡Mejor que no! Siempre queda el recurso de decirla (un poquito, al menos) cuando se habla de fútbol, o de descubrirla cuando un locutor se casa con una modelo, o de protestar enérgicamente por el tráfico y las calles rotas, ¡qué barbaridad! De todas maneras, y en todos los casos, conviene siempre ser atentos y preguntar: ¿Lobo está?...
cab.

Dibujo de la Revista Mutantia

 

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