Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

Dibujo de la Revista Mutantia
Revista Primera Plana

CARTA AL LECTOR
NEUQUEN: ¿Tiene algún fundamento la prevención de ciertos sectores políticos contra un eventual y progresivo "retorno" del peronismo? En las provincias gobernadas por hombres surgidos de ese movimiento, ¿hay terror o anarquía, como se podría suponer desde Buenos Aires?
Un enviado especial de PRIMERA PLANA viajó la semana pasada a Neuquén. Se eligió esta provincia en razón de que su jefe político, el senador Elias Sapag, en su condición de presidente del bloque senatorial llamado Movimientos Populares Provinciales, aparece, en el orden nacional, como la expresión más autorizada de neo-peronismo.
La política neuquina, vista en el terreno mismo, más allá de sus aspectos risueños y pintorescos, muestra un inesperado fenómeno: una sola familia gobierna la provincia, a satisfacción de los propios opositores. Al menos, por ahora (ver página 20).
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PLAN AMARILLO: Comenzó la semana pasada la lucha diplomática entre los Estados Unidos y Francia por la supremacía en el sudeste asiático. De Gaulle no sólo reconoció a China comunista sino que ha emprendido un vasto esfuerzo por neutralizar a los tres estados indochinos: Vietnam, Camboya y Laos. Todo parece indicar que su "plan amarillo" tiene éxito en los dos últimos, pero el ejército vietnamita —que hace un trimestre arrojó del poder al dictador Ngo Dinh Diem— acaba de manifestar, con un golpe incruento, su decisión de permanecer dentro de la órbita norteamericana (ver pág. 12).
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BERGMAN: Unánimemente, los críticos de cine de Buenos Aires coincidieron en estimar que la última película de Ingmar Bergman, El Silencio, es no sólo la obra más escalofriante del creador sueco sino también, con mucha probabilidad, la de mayor trascendencia filosófica del cine contemporáneo. Desde el día del estreno, las localidades fueron arrebatadas por el público y, el sábado, el precio de reventa había llegado hasta cerca del 300 por ciento del valor nominal. Simultáneamente, estallaron las polémicas en todos los círculos intelectuales. Se oyeron opiniones tan dispares como éstas;
1) "Toda la obra de Bergman —sin cuyo contexto esta última película sería incomprensible— es un angustioso intento de dialogar con Dios. La última secuencia, cuando el niño, entre las estridencias salvajes de los trenes, logra descifrar una única palabra del ignorado lenguaje de aquel país, la palabra «espíritu», muestra cómo, aun a través de todas las corrupciones de la carne, a través de la muerte y la impudicia, el alma —que permanece pura y esperanzada en la mirada del niño— busca todavía el rostro del Hacedor. Bergman ha llegado a la fe."
2) "En todas sus películas, Bergman interroga a Dios. Ahora, en El Silencio, elige los caminos más tortuosos y ulcerantes. En la última secuencia, el niño —la pureza— interroga a Dios. Pero sólo recibe como respuesta la estridencia de los trenes. Bergman ha perdido definitivamente la fe."
3) O, por fin, esta última interpretación; "Bergman exige una respuesta de Dios, apostrofa al Cielo con sus imágenes infernales, con la más refinada brutalidad. Su propia necesidad de Dios está reflejada en la agonía de Ester, en su lenta asfixia; pero no llega ante Dios como un penitente ni como un humillado, sino como un rebelde. Por eso cree y duda, espera y blasfema. En eso, precisamente, consiste la fe de los hombres".
La opinión de los críticos de PRIMERA PLANA se consigna en página 41.
Hasta el próximo martes.
EL DIRECTOR
4 DE FEBRERO DE 1964
DIRECTOR
JACOBO TIMERMAN

Dibujo de la Revista Mutantia

 

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