Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Revista Primera Plana

CARTA AL LECTOR
*MAQUINAS: La mitad de la capacidad productiva de la América latina en el renglón de máquinas herramientas corresponde a la Argentina, con un total que supera los 3 mil millones de pesos to-dos los años. La importancia de esa producción y el alto grado de calidad y perfección técnica alcanzado por las máquinas herramientas —"las máquinas de fabricar máquinas"— en este país, son reconocidos por los expertos de los países industriales más avanzados. "Nosotros ya sabíamos todo esto", fue el comentario de los especialistas extranjeros enviados durante las últimas dos semanas a Buenos Aires para examinar una muestra aquí realizada por los fabricantes argentinos de máquinas herramientas. "Ya sabíamos —según palabras de un técnico canadiense— que a los diseñadores argentinos les queda muy poco por aprender." Paradójicamente, quienes no estaban tan bien informados eran los industriales de este país grande, ancho y poco intercomunicado: muchos de ellos pasaron de sorpresa en sorpresa cuando recorrieron las instalaciones de la Sociedad Rural, en Palermo (ver páginas 44 a 46)
*IDIOMAS: En su relato 'El perjurio de la nieve', Adolfo Bioy Casares dice de su personaje principal, el periodista Oribe: "Poseía esos modestos sustitutos del griego y el latín que son el inglés y el francés". En el mundo moderno es tal vez más importante dominar estas lenguas vivas que las clásicas; desde la década del 20, y ahora más que nunca, los argentinos se vuelcan por millares en los institutos de enseñanza de idiomas. El resultado es una efectiva elevación de niveles culturales, unida a un angustioso problema de alojamiento de alumnos —cada año más— en esos establecimientos. Los hechos y las personas que condicionan ese aprendizaje, y las avanzadas
técnicas pedagógicas que en él se aplican, se analizan en páginas 33 a 35 (incluyendo al único profesor de chino que hay en la Argentina).
*TUBERCULOSIS: Al mismo tiempo que varias organizaciones mundiales reconocían a la Argentina como una de las naciones más decididas a combatir la enfermedad romántica, el ministro de Salud Pública confesaba, sin embargo, que cada tres horas muere un argentino atacado de tuberculosis. Pero la Argentina no está inerme, y como respuesta a su preocupación por luchar contra el flagelo, médicos y laboratorjstas locales producen y aplican ya la moderna versión de la vacuna B. C. G.: es el tercer país del globo donde esto sucede (ver páginas 26 y 27).
*ESPECTÁCULOS: La semana pasada, Buenos Aires albergó el estreno de un enjambre de películas. La gama de esas novedades osciló desde las aguas de la comedia (Los monstruos) hasta el drama de tesis (La entrega). Los críticos de PRIMERA PLANA, en el balance que trazan en las páginas 39, 40 y 41, encuentran que los films más atendibles provienen de dos cinematografías de esporádica presencia en el país: Cielo despejado, del realizador soviético Grigori Chujrai, por su crítica abierta al stalinismo; y Harakiri, del japonés Masalo Kobayashi, que puede inscribirse ya en la lista de los clásicos cinematográficos. Curiosamente, la semana pasada brindó, también, su tributo a dos personalidades tan dispares cuanto controvertidas: la de Carlos Gardel, en el primer intento de la Argentina por explicar al ídolo y a su época a través del celuloide, y la de Oscar Wilde (El hombre del clavel verde).
Hasta el próximo martes.
El DIRECTOR
21 DE ABRIL DE 1964
DIRECTOR JACOBO TIMERMAN
REVISTA PRIMERA PLANA

 

 

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