Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Revista Primera Plana

CARTA AL LECTOR
*RADIACIONES CÓSMICAS: Pocos argentinos saben que su país es uno de los que más atentamente vigila, en el mundo occidental, cierta misteriosa alquimia de los espacios llamada "el cinturón de radiación de Van Allen". Este es un verdadero círculo radiactivo que rodea la Tierra, formando protones y electrones que se agitan a unos dos mil kilómetros por encima del nivel del mar. Pero sobre el Atlántico, y a no mucha distancia de Buenos Aires, el cinturón presenta la que se llama Anomalía Sudamericana, donde el choque de las partículas de energía con la atmósfera origina la formación de rayos X. Estos últimos son investigados desde un laboratorio especial instalado en Núñez, que forma parte de una red desplegada desde Jujuy hasta Ushuaia. Las investigaciones sobre radiación cósmica se centralizarán, de ahora en adelante, en el Centro Nacional de Radiaciones Cósmicas —dirigido por el doctor Roederer—, entidad constituida por varias organizaciones científicas que, no obstante su buena voluntad, no pueden efectuar contribuciones económicas en el nivel que el Centro requiere. Esta apasionante historia de una verdadera persecución policial en el espacio y sus consecuencias para la Argentina, se desarrolla en el informe de páginas 44-45.

*NIÑOS: Por iniciativa de un redactor de PRIMERA PLANA, varias maestras de escuelas primarias de esta Capital encomendaron a sus alumnos un mismo tema de composición: "Mi papá". La intención del periodista era detectar entre los centenares de textos infantiles indicios de lo que, con el tiempo, pudiera llegar a ser una vocación literaria. Pero el periodismo es esclavo de la realidad, y en este caso, como en tantos otros, la realidad se impuso con la fuerza de un puñetazo: el material recibido estaba tan cargado de connotaciones vivenciales, su potencial de explosiva sinceridad era tan alto, a "través de las líneas garabateadas se filtraban historias tan empapadas de vida, amor y dolor, que la nota se transformó en —apenas— recordatorio de una verdad que muchos prefieren esquivar: los niños nos miran, los niños nos juzgan (ver página 22).

*LIBROS: Cuando Roberto Arlt, en 1926 y a los 26 años, publicó su primera novela (El juguete rabioso), los grupos intelectuales de Florida y de Boedo, en Buenos Aires, mantenían aún el intercambio de pullas que algunos críticos insisten en considerar como profundo enfrentamiento artístico. Pero en ninguno de estos dos sectores se prestó atención a 'El juguete rabioso'; tampoco se advirtió lo que era: la apertura hacia una auténtica literatura nacional, no viciada por influencias políticas o juegos estéticos. Curiosamente, la novela fue rechazada por una editorial de Boedo y ensalzada por Ricardo Güiraldes —amigo de los corifeos de Florida—, que adelantó un par de capítulos en su revista Proa. La apertura que proponía 'El juguete rabioso' no tuvo eco más que en la futura obra de Arlt, una parte de la cual, las novelas y los cuentos, acaba de ser lanzada en una reedición de tres tomos (ver páginas 37 y 38) que constituye un tácito homenaje a un autor que murió en 1942 y cuya valoración sólo comenzó tres lustros después.
Hasta el próximo martes.
El DIRECTOR
DIRECTOR JACOBO TIMERMAN
28 DE ABRIL DE 1964
revista Primera Plana

 

 

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