Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Revista Primera Plana

CARTA AL LECTOR
DIRECTOR-EDITOR VICTORIO L. S. DALLE NOGARE
*Hasta los turistas más despreocupados han terminado por descubrir que no hay nación latinoamericana —salvo el Brasil de los últimos años-— donde la ciencia, las artes y la cultura alcancen un volumen tan trascendental como en la República Argentina. No es obra del azar, sino una tradición que debe de remontarse a 1700, cuando los jesuitas introdujeron en el país la primera imprenta, Y es, también, una especie de orgullo que los argentinos suelen sentir, sobre todo después de haberse puesto en contacto con otros pueblos y otras civilizaciones.
Esta realidad jamás escapó a quienes hacen PRIMERA PLANA: desde el número inicial quisimos reflejar con profundidad en nuestras columnas no solamente —como era habitual, aquí, en revistas similares— los vaivenes de la política y la economía; también, el vasto acervo de las humanidades. El último paso dado en este sentido son los premios literarios que instituimos a partir de 1964, los mayores que se conceden en la Argentina.
Alguna vez dijimos que, curiosamente, el avance de nuestra cultura y nuestra ciencia simboliza el país privado, huérfano de todo apoyo oficial. Quizá no pueda ser de otra manera, quizá allí resida la más lírica pujanza que los ciudadanos aportan al progreso de su tierra. No obstante, se trata de una regla con excepciones: dos de ellas están, todavía, al alcance del público: la exposición 'De El Greco a Tiépolo', un admirable esfuerzo del Museo Nacional de Bellas Artes, y la muestra de arte griego y romano que se despliega en el Museo de Arte Decorativo.
Pero la semana anterior volvió a certificar la permanencia de aquella regla y la madurez que la cultura asume en la nación:
• En Córdoba, una bienal de la pintura sudamericana se convertía en el acontecimiento del año. Antes de la inauguración, el redactor Ernesto Schoo presenció los preparativos y hurgó en las intimidades del certamen que se inaugura el próximo viernes 25 (ver páginas 32, 33 y 34).
• En Buenos Aires, mientras la censura secuestraba las copias del documental francés 'Morir en Madrid' (página 39), la televisión rendía su tributo al cuarto centenario del nacimiento de Shakespeare con un espléndido Hamlet (página 37) protagonizado por Alfredo Alcón, uno de los argentinos que fueron portada de PRIMERA PLANA.
• En un teatro de la avenida Corrientes se estrenaba la más reciente obra musical de Juan Carlos Paz. "Después del concierto —confesó el compositor-—me costó dormir. ¡Tantos aplausosl ¡Tanta ovación!" Este asombro parece lógico: durante casi tres décadas, Paz viene negándose a los halagos de la facilidad, empeñado en construir una obra de avanzada. Lo ha logrado, aunque la Argentina apenas haya tomado nota de su valor, aunque su nombre sólo sea célebre en el exterior (páginas 42 y 43).
• Del exterior, precisamente, proviene la fama de Planeta, una publicación bimensual francesa que contó desde el principio, 1962, con un centenar de suscriptores argentinos. La semana pasada se lanzó en Buenos Aires la edición en español de esa revista, regalo que Italia, Gran Bretaña y los Estados Unidos esperan hace tiempo (página 36). El hecho de que los 12.000 ejemplares tirados fueran absorbidos en un día por las librerías y quioscos de la ciudad y el interior habla de algo más que de una moda pasajera.
• La moda de primavera tal vez constituye el tema que hoy preocupa al sector femenino. Si el arte, la ciencia y la cultura tienen que ver con este renglón milenario, es una disyuntiva difícil de contestar. Menos difícil, en cambio, es ofrecer un panorama de cómo serán los vestidos a usar en los tres meses venideros, según el designio de las expertas (páginas 30 y 31).
Hasta el martes próximo.
EL DIRECTOR
Revista Primera Plana

 

 

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