Revista Primera Plana
02.04.1963
Año II Nº 21
2 DE ABRIL DE 1963
DIRECCION JACOBO TIMERMAN
CARTA AL LECTOR
"Si Kruschev hubiera venido en persona, yo lo habría
trompeado", dice Fidel Castro en una entrevista publicada
por "Le Monde", de París, y luego desmentida —con escasa
convicción— por la agencia cubana de prensa. ¿Se inclinará
el jefe cubano hacia las tesis extremistas de Mao Tse-tung
(contra la prudencia rusófila del "Che"), o bien comienza el
retorno hacia la comunidad interamericana? Sobre este punto
puede usted leer un detenido análisis en páginas 15 y 16.
Entre tanto, un congreso continental de solidaridad con
Cuba, reunido en el Brasil, permitía observar que la
revolución cubana ha perdido su poder de irradiación en
América y que ya no interesa sino a los comunistas. Una
crónica de dicho congreso la hallará en la página 12.
* * *
El asesino apresado en la última semana en el oeste de
Buenos Aires, hizo algo más que matar tres mujeres y herir
de gravedad a una cuarta: Probó que la seguridad es un bien
muy frágil. Un hombre pudo aterrorizar en catorce días a
otros miles de hombres y mujeres, sólo protegidos por un
servicio policial dramáticamente deficiente. Todo fue
sacudido en la zona de los crímenes. Los hombres cambiaron
su ritmo de vida y de trabajo; las mujeres —víctimas
exclusivas del demente— modificaron sus hábitos para poder
convivir con el miedo. Todo esto dio un saldo nutrido,
lamentable. De ese pasivo, por supuesto, no pueden ser
excluidas las fantasiosas interpretaciones sobre las
motivaciones del criminal, que quedaron regadas en la prensa
diaria. "No sería difícil —se llegó a escribir— que el
asesino de Lomas del Mirador hubiera visto en cada una de
las víctimas inmoladas bajo su martillo, la imagen de
aquella mujer que, en su primera juventud, lo traicionó y lo
abandonó".
Dos periodistas norteamericanos, la semana pasada —una
semana por muchos motivos cargada de rumores y de tensión-—
proveyeron una inesperada dosis de optimismo: ambos, cada
uno desde su panto de vista, están convencidos de que hay
razones para confiar en un resurgimiento argentino.
Opiniones como éstas se expresan frecuentemente a través de
los hombres políticos o de los inversores, que creen
halagarnos cuando se declaran convencidos de que la
Argentina tiene un gran futuro. Pero estos dos hombres (ver
páginas 11 y 35) le hallan virtudes al presente. Según
ellos, aquí hay juventud fortaleza, amor a la vida, y eso es
más importante que todos los indicios desalentadores.
PRIMERA PLANA recoge esas opiniones con transparente falta
de objetividad, puesto que coinciden con las suyas.
* * *
Un hombre de cabello blanco, con dos valijas en las manos,
deambuló una madrugada de la semana pasada por plaza
Constitución, a la espera de un taxi. Ese hombre, que no
habla español, se llama Josef von Sternberg y dio la mejor
imagen del V Festival del Cine de Mar del Plata: se habían
olvidado de él, lo habían abandonado en una terminal de
ómnibus. Los anteriores festivales fueron desordenados o
desbordantes; el de 1963 fue peor, opaco, vacío, vulgar. En
páginas 36 y 37 se explican las causa» de esta decadencia y,
también, sus pocos puntos meritorios. Entre estos últimos
figura uno particular que permitió a PRIMERA PLANA y a su
enviado, Tomás Eloy Martínez, encuestar a una decena de
realizadores y críticos internacionales sobre el cine de la
posguerra. El resultado de la encuesta se publicará en
nuestro próximo número.
Hasta el próximo martes.
EL DIRECTOR
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