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AÑO X • Nº 492 • BUENOS AIRES, JULIO 4, 1972
CARTA AL LECTOR
El 17 de julio, los hombres a quienes el Pueblo ha confiado
las armas encomendándoles una misión de custodia y defensa,
se reunirán en torno a una mesa de camaradería. Inmejorable
oportunidad para que quede develada cuál es su actitud
definitiva ante la situación del país.
El proceso argentino de los últimos años ha tenido una
apariencia de complejidad con una realidad de sorprendente
sencillez: el Pueblo ha sido violentamente separado de las
instituciones nacionales. En esa simple clave reside toda la
anormalidad de una época. Claro que tal marginación no ha
puesto en. crisis al Pueblo sino, por el contrario, a las
instituciones, y aquí reside la segunda clave del fenómeno.
Las FF.AA. cumplieron el papel de expulsadoras del Pueblo,
lo cual, naturalmente, creó una línea fronteriza de
conflicto. A mayor ilegalidad del frente militar, mayor
endurecimiento del frente popular, en una elemental defensa
de sus atribuciones; y las armas confiadas para su
protección terminaron siendo represoras de sus derechos.
La Argentina de 1972 presenta esa composición en su crítica
realidad, que requiere una solución urgente, antes de que
pudiera romperse el hilo pacífico que aún subsiste. Y que
subsiste porque el Pueblo concede una última oportunidad
para que le sean devueltas sus instituciones a través del
juego limpio prometido.
No se niega que las ff.aa. sean parte del Pueblo, sólo se
espera que se comporten como tales. Y la actitud es una
sola: acatamiento de la voluntad popular.
Si es así, las FF.AA. no tendrán que cargar con una
responsabilidad dramática y habrán obedecido al superior más
legítimo que puedan tener. No hay otra salida.
Hasta el martes próximo. El Director.
PRIMERA PLANA
APARECE LOS MARTES
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