RAQUEL SATRAGNO (19) ya no es, como en un principio, la "hermanita de Pinky"; monísima y muy personal, se ha convertido en una de las modelos más cotizadas de la Argentina. ¿Qué hace en los ratos de descanso? Pues, véala: sol, agua y alguna lectura. Nuestro fotógrafo Oscar Burriel, bien informado, marchó al barrio de Martínez y la sorprendió en casa de una amiga: bikini negra (de María Castaña), cadena en la cintura, el encanto de todos sus minutos. Raquel es nuestra chica de tapa: podría serlo ochocientas veces más.

Y la fiesta terminó... Las huellas son evidentes. Hoy, martes por la mañana, cuando estamos cerrando esta edición, los soñolientos hombres de GENTE nos debatimos frente a las máquinas de escribir para concluir las últimas notas y para dar forma periodística a lo que fue nuestra fiesta. Sobre la mesa de trabajo hay más de 1.500 fotos. Es el trabajo de los fotógrafos Eduardo Forte, Jorge Díaz, Alberto Rodríguez, Juan Mestichelli, Juan José Pérez y Ricardo AIfieri (h). En esas imágenes está guardado todo lo que pasó la noche del lunes en Rugantino. Está documentado ese increíble desfile de figuras que hacen nuestro país de hoy desde todos los sectores y todos los ámbitos. Desde el espectáculo hasta la empresa. Desde el gobierno hasta la. publicidad. Todos estuvieron allí, y todos, durante varias horas, vivieron este encuentro ,con una copa en la mano, con mucha música, con diálogos cruzados, presentaciones, sorpresas, chimentos. Pero para nosotros no todo fue fiesta. También trabajamos. Y muy duro. Porque la gente de GENTE era dueña de casa. Debía recibir a los invitados, presentarlos, acompañarlos. Eran los anfitriones, desde luego. Además, dos de nuestros hombres se hicieron cargo de la animación de la fiesta y de la transmisión directa que el Canal 13 de televisión hizo en Rugantino. La fiesta de GENTE ganó así las pantallas y se metió con toda la alegría en los hogares. Víctor Sueiro y Samuel Gelblung fueron los responsables de esa transmisión. Entrevistaban a los invitados, los presentaban y entregaron nuestros premios: simbólicas tapas con las caras de los que se destacaron en todas las actividades a lo largo de 1970. Sueiro y Gelblung no estuvieron solos. Eduardo Maschwitz y Héctor Zabala se habían convertido en improvisados asistentes, llevando figuras y organizando, detrás de las cámaras, todo lo que allí se estaba viendo. También, tuvo trabajo Carlos Fontanarrosa, nuestro director editorial, quien debió contestar reportajes de los colegas que allí estaban y afrontó dos transmisiones radiales en directo: Junto a Luis Pedro Toni para Radio Rivadavia y con Miguel Angel Merellano para "Generación espontánea", en Belgrano. En fin, una noche con mucha alegría, con mucho trabajo y un día martes en que muertos de sueño y cansancio terminamos esta edición que hoy usted tiene en sus manos.
Y una aclaración. El Hombre del Año no pudo estar con nosotros. El premio especial era para Luis Federico Leloír. Pero después de recibir el Nobel siguió viajando por Europa. Y todavía no ha vuelto. Por eso estuvo ausente. Una importante ausencia que debemos mencionar. Él también hubiera sido esa noche gente de GENTE,

"¿Lo más interesante que nos ocurrió en las Malvinas? Fue lo siguiente: comimos un asado y cantamos milongas sureñas. Es lo mismo que zapatear malambo en Trafalgar Square". Alejandro Sáez Germain y Carlos Abras, enviados especiales de GENTE a las islas Malvinas, no vacilaron en seleccionar cuál fue el mejor momento que pasaron allá. Dos días después de arribar al archipiélago, Reinaldo Reid —el único habitante de las islas que reivindica su condición de argentino— los invitó a un almuerzo criollo. "Es muy difícil aferrar la argentinidad en las Malvinas. Pero el asado de Reíd fue una gran ayuda. Después descubrimos otros signos inequívocos: lugares llamados Bombilla House o Corral Bravío, y un peón de campo que, señalando un flete, aseguraba: That is a zaino".
Revista Gente y la Actualidad
07.01.1971